La situación de Abengoa y sus filiales es crítica. Incluso más de lo que se preveía. La compañía ha presentado su Informe Anual correspondiente al año 2019 con una reformulación de sus cuentas para obtener la firma de su auditor PWC. Unas cuentas que han confirmado además un panorama financiero peor que lo se había venido informando.

La compañía convocó una Junta de Accionistas para el 30 de septiembre para aprobar estas cuentas y dar el plácet al rescate de su filial Abenewco, una operación cogida con pinzas que todavía no está del todo clara, pero a la que se aferra la dirección de Abengoa como única carta para mantener la empresa en funcionamiento.

Y es que Abengoa se encuentra en causa de disolución por arrojar un patrimonio neto negativo de 388 millones, derivado de la valoración realizada por un experto independiente de la participación que ostenta indirectamente en Abengoa Abenewco 1, S.A.U., que es la sociedad cabecera de todos los negocios.

Este deterioro de la participación resulta de la valoración del negocio del grupo según el Plan de Viabilidad actualizado comunicado al mercado el 19 de mayo de 2020 y una vez registrados los impactos previstos por la crisis de la Covid-19.

Entre las principales variaciones del Plan de Negocio Actualizado en relación con el Plan de Viabilidad anterior de 2019, se disminuyeron de manera súbita las proyecciones de negocio, concretamente en la cifra de contratación que ascendió a 23.435 millones de euros para el período 2020-2028 en comparación con los 30.090 millones de euros del plan anterior. 7.000 millones menos que no han hecho más que empeorar la situación de la compañía.

Caída en previsiones

Esta disminución derivada de la pandemia global de la Covid-19 se debe principalmente a una disminución en los proyectos EPC procedentes de la alianza estratégica con AAGES, menor previsión de inversión en infraestructuras de Energía en los países de Latinoamérica, así como menores niveles de actividad en Sudáfrica y Estados Unidos.

Esta disminución en las previsiones de contratación se tradujo también en una disminución en las estimaciones de ventas (22.434 millones de euros para el período 2020-2028 en comparación con 28.228 millones de euros en el Plan anterior), así como en los niveles estimados de Ebitda (1.881 millones de euros para el período 2020-2028 en comparación con 2.041 millones de euros previstos en el Plan anterior).

En este sentido, la última actualización fija la deuda total de la compañía en 988,6 millones de euros al cierre de 2019, por encima de los 957,1 millones de 2018. En el caso del último año auditado la deuda corriente (que se debe pagar en dos años) es de 763,5 millones de euros y la no corriente (que vence más de allá de dos años) es de 315 millones.

Una crítica situación financiera que, según los actuales gestores de la compañía, depende directamente del rescate de Terramar a Abenewco 1. De hecho, el fondo es el único que ha presentado oferta y a esta propuesta se agarran en Abengoa para evitar el hundimiento financiero.

El pasado 26 de julio Terramar actualizó su oferta vinculante para inyectar 200 millones de euros para el rescate de Abenewco 1En ella se comprometió a adelantar una financiación de 60 millones de euros -35 millones de euros en primer lugar y 25 millones de euros en una segunda fase- si se logra el visto bueno de los acreedores financieros al acuerdo de reestructuración.

Rescate de Terramar

Además, dispondría de un avance de una línea de avales por un importe inicial de 60 millones de euros con la garantía de CESCE, en dos fases -40 millones de euros disponibles en el momento inicial y 20 millones adicionales en la segunda fase-.

En la segunda fase de la operación, se completarían los consentimientos de los acreedores para poder ejecutar el acuerdo de reestructuración y, de cumplirse las condiciones previstas en el mismo, se habilitará el acceso al segundo tramo de financiación interina y avales.

La fase tercera culminaría el cierre de la operación, una vez que se obtuviera la concesión por el Consejo de Ministros de la ayuda con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI por 249 millones de euros para Abenewco 1, a la que está vinculada la operación y se realizaría en unidad de acto.

La compañía reconoce además que esta propuesta está absolutamente ligada al rescate de la SEPI. "Dicha oferta de financiación e inversión está condicionada, entre otras, a la aportación de instituciones financieras de relación de la compañía aporten nuevas líneas de avales en un importe hasta 300 millones de euros, en línea con los acuerdos firmados y anunciados en agosto 2020, parte de los cuales se

concederán de forma interina", indican.

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