La batalla por la opa entre BBVA y Banco Sabadell se recrudece a medida que se acerca la fecha límite para aceptar el canje el próximo 10 de octubre. El último capítulo de esta guerra -el penúltimo llegó el lunes en forma de dividendo récord del BBVA- tiene que ver con el protocolo de actuación que las oficinas del banco vasco deben seguir por orden jerárquica de la cúpula.
En los momentos iniciales de la opa, la dirección del banco azul envió a toda su red de oficinas un código de buenas prácticas respecto a los accionistas del Sabadell que se acercaran a preguntar por la oferta o, directamente, a canjear sus títulos. Un protocolo al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia y donde a sus directores de oficina y gestores personales se les pide neutralidad.
Esto es, abstenerse de emitir juicios personales, facilitar sólo información veraz y oficial, o no hacer venta cruzada con otros productos de BBVA para así incentivar su aceptación.
Sin embargo, el consejo de Banco Sabadell encargó un mystery shopping sobre la red de sucursales del BBVA cuyas conclusiones, a las que también ha podido acceder este periódico, son que los comerciales del banco vasco están vulnerando el propio código remitido por el grupo.
El informe del mystery shopping fue elaborado justo antes de que BBVA subiera su oferta un 10%, sin efectivo. Ahora consta de una acción de BBVA de nueva emisión por cada 4,8376 títulos de Sabadell, lo que supone un precio equivalente de 3,39 euros por título.
El código de BBVA
En la misiva interna a su red, BBVA establece que "se hace imprescindible actuar conforme a los principios de transparencia, integridad y neutralidad, respetando en todo momento las normativas vigentes y las directrices marcadas por el banco".
Un decálogo de buenas prácticas para interactuar con los accionistas del Sabadell "de forma homogénea, profesional y alineada con los valores de BBVA".
En él, sobresalen directrices como "abstente de dar opiniones personales", "neutralidad comercial", "igualdad de trato" o "gestión adecuada de los conflictos de interés".
Por citar un ejemplo, en el punto siete (igualdad de trato), se dice lo siguiente: "Ofrece el mismo nivel de atención y diligencia a todos los accionistas de Sabadell, sean o no clientes actuales de BBVA y hayan decidido acudir o no a la opa".
"Seguir estas pautas no sólo refuerza la confianza de los accionistas y del mercado en nuestro proceder, sino que también protege a cada profesional del banco frente a posibles situaciones de conflicto, asegurando una conducta ejemplar en un momento especialmente sensible", resalta el código de BBVA.
Pero, a tenor del mystery shopping realizado por Banco Sabadell, parece que buena parte de este protocolo no se está cumpliendo.
El 'mystery' de Sabadell
El mystery shopping encargado por Sabadell a tres agencias especializadas fue realizado con 116 llamadas al call center y 129 visitas a oficinas de BBVA entre el 11 y el 19 de septiembre.
Se hizo una simulación de dos perfiles de accionistas: uno "poco informado" con 8.000 acciones, y otro "muy informado" con 25.000 acciones.
Del informe de conclusiones se extraen observaciones críticas como la mención por parte de la red de BBVA de que las acciones de Banco Sabadell están sobrevaloradas debido a la opa; el énfasis sobre los riesgos de perder valor en caso de mantener las acciones y no acudir al canje; o que algunos inversores institucionales como BlackRock, Vanguard o Zurich ya han aceptado el canje.
Además, solamente el 21% menciona espontáneamente que el canje puede generar obligaciones fiscales si existen plusvalías, porcentaje que al teléfono incluso baja al 12%. Incluso, "preguntándolo expresamente, en el 32% de las visitas/llamadas se niega que las plusvalías tributarán en el ejercicio fiscal actual".
BBVA hace lo propio
BBVA también ha hecho de mystery shopper en la red rival, la de Banco Sabadell. En base a su propio informe interno, del que sin embargo no se conoce la muestra utilizada, fuentes de BBVA destacan varias problemáticas "especialmente graves para los accionistas del Sabadell y el buen fin de la opa".
La primera, que sus gestores comerciales dificultan, "o directamente impiden", al accionista que lo solicita en las oficinas de Banco Sabadell la obtención del extracto o certificado que acredita su titularidad de los valores, lo cual es necesario para poder aceptar la opa.
"En ocasiones, incluso entregan otros documentos que no son válidos para acudir al canje".
BBVA también ha detectado que, "en diferentes momentos del día, en la app de Banco Sabadell se hace imposible realizar el trámite para obtener el extracto que acredite la titularidad de valores". Ninguna de las entidades ha hecho comentarios al respecto.
Lupa en la bolsa
Al margen de lo anterior, la evolución de la cotización en bolsa en la recta final de la opa se ha convertido en una obsesión en las cúpulas de Sabadell y BBVA.
El aumento de precio de la semana pasada ha permitido al banco vasco engullir el diferencial negativo que acumulaba, con un saldo a su favor que fluctúa todavía en torno al 2%.
Desde Sabadell critican lo exiguo de la ganancia y el argumento les sirve para demostrar a sus accionistas que la acción no va a bajar de forma drástica, ni por las ofertas del BBVA ni ante una hipotética retirada de la opa por no conseguir suficiente apoyo.
Al contrario, el banco vasco insiste en que gran parte del valor en máximos históricos que tiene la entidad catalana se debe a la opa, no sólo a su gestión de crecimiento de los últimos años.
Un aumento del diferencial en bolsa en los 15 días que quedan de plazo sería un revulsivo para sus razonamientos. Sería demostrar que se puede generar más valor a partir de aquí los dos bancos juntos, pero no yendo en solitario.
En la recta final de la opa, todos los razonamientos de un lado o de otro para convencer a los accionistas indecisos son clave. Máxime cuando BBVA ya admite claramente que, con llegar al 30%, puede tener al Sabadell en sus manos, aunque sea a largo plazo.
