Sabadell ha sacado la artillería pesada para convencer a sus accionistas de que no vendan el banco a BBVA. La entidad catalana ha lanzado al mercado su Plan Estratégico 2025-2027, que contempla un reparto de megadividendos durante el trienio.
De hecho, el banco superará cada año la remuneración que repartió el año pasado, cuando ya lo mejoró como elemento defensivo y para hacer un guiño a sus accionistas en medio de la incertidumbre por la opa.
La cifra se obtiene de la distribución del 60% de los beneficios que obtendrá en los próximos tres años, el reparto de todo el capital que exceda del 13% y el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros por la venta de TSB, que debe aprobarse en junta de accionistas el próximo 6 de agosto.
El total equivale al 40% del valor en bolsa de Sabadell y se traduce en un dividendo por acción repartido en 2025, 2026 y 2027 que será superior a los 0,02044 euros brutos por acción pagados en 2024.
Eso sí, estos 6.300 millones no se repartirán íntegramente en dividendos, sino que también se utilizarán para realizar recompras de acciones.
En ese total también se incluyen los 1.300 millones de euros que se distribuirán con cargo al ejercicio actual mediante dividendos en efectivo y recompra de acciones.
El primer dividendo a cuenta se repartirá el próximo 29 de agosto -y finalmente no coincidirá con el periodo de aceptación de la opa, dado que BBVA lo abrirá en septiembre- y será de 0,07 euros brutos por acción.
Después, el banco remunerará a sus accionistas el 29 de diciembre y en la primavera de 2026 -este será el correspondiente a la venta de TSB-.
Sabadell se compromete a remunerar a sus accionistas con, al menos, 2.500 millones de euros en 2026 y 2027, al tiempo que destinará 1.002 millones de euros a programas de recompra de acciones, de los que ha ejecutado hasta el momento un 85%.
"Esperamos que todos los años el dividendo sea más alto que el del año pasado. Incluso después de la venta de TSB, vamos a seguir poder dar un dividendo que va a superar el del año pasado", afirmó Sergio Palavecino, director financiero de Sabadell, el jueves durante la rueda de prensa de resultados.
Un reparto que, según los gestores de Sabadell, cuenta con el respaldo del Banco Central Europeo (BCE), que suele abogar por la prudencia en la distribución de dividendos para preservar el capital.
"Les hemos informado exactamente de lo que íbamos a hacer, con todo detalle, y no nos han planteado la mínima objeción", dijo César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, el jueves.
Crecer en España
En el banco son optimistas con la evolución que la economía española va a tener en los próximos tres años y, por ello, confían en que es el mercado en el que deben centrarse. De hecho, su nueva hoja de ruta está centrada en este mercado, después de que el banco se haya deshecho de TSB, su filial británica.
Lo cierto es que Sabadell también tiene presencia en México y Miami, pero son mercados residuales por su peso total en el grupo. Ambos negocios prácticamente ni se mencionan en el plan estratégico.
Preguntado por ellos, González-Bueno explicó que "son, en términos relativos, más pequeños y van a seguir su curso". "Vamos a hacer más de lo mismo y mejor", añadió.
Y este crecimiento va a llegar, al menos de momento, de forma orgánica, aunque en la entidad no se cierran a operaciones corporativas en España.
Eso sí, González-Bueno no contempla un escenario en el que otro banco les lance una opa si BBVA fracasa. En su opinión, por tamaño sólo podrían hacerlo Santander y CaixaBank y, al ser más grandes en España que BBVA, la operación plantearía aún más problemas de competencia que esta.