Elena Lozano Arturo Criado

El Gobierno y los bancos han iniciado ya los contactos formales para explorar las vías de colaboración entre ambas partes en el reparto de los fondos europeos y el papel concreto que tendrán las entidades, según ha podido saber Invertia a través de varias fuentes financieras.

Las conversaciones se encuentran aún en una fase "muy embrionaria", aunque por ambas partes existe predisposición para diseñar un plan que maximice la llegada de los fondos europeos a los proyectos aprovechando la capilaridad de la red comercial del sector financiero.

Hasta el momento, solamente se habían producido conversaciones informales, pues el Gobierno consideraba que no era aún el momento de sentarse a hablar, dado que lo prioritario era diseñar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, según ha sabido Invertia.

Continuarán las conversaciones

Ahora ya sí el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha establecido contactos más serios a pesar de que la distribución de los fondos europeos aún se encuentra en su estadio inicial, según apuntan estas fuentes, que añaden que "hay que seguir trabajando, pero va a seguir habiendo contactos".

Entre las líneas de actuación que están ganando mayor madurez se encuentran la estrategia de movilidad sostenible (dotada con 13.200 millones de euros), el plan de rehabilitación de viviendas (6.820 millones) y la digitalización de las pymes (4.060 millones), exponen estas fuentes.

Se trata de tres de los ejes de actuación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno tiene en marcha, entre los que se encuentran también la modernización de las Administraciones Públicas (4.315 millones) y el despliegue y desarrollo del 5G (4.000 millones). Solamente estas cinco líneas de actuación aglutinan una inversión de 32.365 millones de euros, el 46% de los 70.000 millones que se invertirán entre 2021 y 2023.

La banca se ha posicionado desde el primer momento como un sector esencial en la canalización de los fondos europeos y el análisis de qué proyectos deberían recibirlos por ser los que más puedan hacer por la transformación de la economía española, ofreciéndose, incluso, a adelantarlos si es necesario. "Tenemos que sacar petróleo de estos fondos", llegó a afirmar el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán.

Capilaridad, cercanía y conocimiento

Así lo ha reconocido también siempre el Ejecutivo, con el Ministerio de Asuntos Económicos a la cabeza. De hecho, en el Observatorio de las Finanzas organizado por Invertia-EL ESPAÑOL el pasado mes de marzo, la exsecretaria de Estado Ana de la Cueva prometía a las entidades un papel "relevante" en el reparto de los fondos, al considerar al sector "un gran activo para poner en marcha medidas de apoyo".

Ana de la Cueva Fernández, ex secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa en el Observatorio de las Finanzas organizado por Invertia-EL ESPAÑOL.

En ese mismo foro, el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José María Méndez, destacaba también la "capilaridad" de la red comercial de la banca, que contaba con 22.482 oficinas en todo el país al cierre del año pasado.

No obstante, también recalcaba el "conocimiento experto", la "cercanía" con los beneficiarios de los fondos y la "infraestructura digital" para gestionar ingente documentación de las entidades.

Adelantar los fondos

"Y, sobre todo, los bancos pueden adelantar esta liquidez. El Next Generation EU es un proyecto a seis años, por lo que probablemente si los bancos son capaces de adelantar, financiar o completar esas ayudas van a tener un efecto multiplicador en la recuperación económica", señaló Méndez.

La banca siempre ha destacado también su papel como "parte de la solución" en esta crisis, especialmente gracias a la concesión de moratorias para el pago de préstamos al consumo o hipotecas o la concesión de financiación con aval del Estado, a través de la que se han canalizado ya 90.671,8 millones a autónomos, pymes y grandes empresas en problemas a través de casi un millón de operaciones.

Un trabajo que, sin duda, ha acercado posturas entre la banca y el Ejecutivo de Sánchez, mejorando una relación que ha vivido ciertos momentos de tensión.

Especialmente en las últimas semanas, tras la insistencia del propio presidente del Gobierno y de varios ministros en criticar los "altos" sueldos de los directivos de la banca en numerosas ocasiones con el pretexto de las negociaciones que mantienen CaixaBank y BBVA con los sindicatos por sendos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que derivó en el voto negativo del FROB a las remuneraciones de la cúpula de la primera.

En esta negociación, que aún está en sus inicios, al menos por el momento hay voluntad de entendimiento entre ambas partes

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