La gran banca española ha aprovechado la última ronda de resultados anuales para presentar al mercado sus planes de retribución al accionista. En total, las grandes cotizadas del sector han anunciado pagos por un valor conjunto de unos 1.130 millones de euros, una cifra extremadamente prudente respecto a años anteriores por el ‘veto’ impuesto por parte del Banco Central Europeo (BCE) hasta el próximo mes de septiembre.

A finales del pasado año, el organismo monetario levantó la prohibición que impuso en marzo para los pagos al accionista, pero con restricciones. En concreto, que ese pago no supere el 15% del beneficio acumulado entre 2019 y 2020 y que no se superen los 20 puntos básicos de la ratio de capital CET1, si este importe fuera menor.

El sector recibió como un jarro de agua fría la decisión del regulador, conscientes de que, pese al desplome del beneficio (en algunos casos incluso pérdidas) los niveles de capital de la banca española son lo suficientemente sólidos como para ejercer libremente las políticas de retribución al accionista. Aún así, todos han hecho suyo el mandato del BCE y este año ajustarán sus dividendos de tal manera que la rentabilidad media de los pagos apenas superará el 1%. Menos da una piedra.

BBVA presenta el dividendo más rentable con cargo a 2020.

Los más rentables

De cara a los próximos meses, BBVA presenta el dividendo más rentable con cargo a 2020. En concreto, la entidad anunció en su presentación de cuentas de 2020 que pagará a sus accionistas 0,059 euros por acción, con un desembolso máximo de unos 393 millones de euros.

Si se toma como referencia el precio de cierre en bolsa del jueves (4,31 euros por acción), la rentabilidad por dividendo que presenta la entidad asciende al 1,36%.

Además, la entidad pretende premiar a sus inversores con la recompra del 10% del capital del banco, una vez concluya la venta de su filial de EEUU y consiga el visto bueno del regulador. Cuando pase septiembre, y si el BCE lo permite, el objetivo del banco es recuperar un ‘pay-out’ (porcentaje del beneficio que se destina a dividendo, de entre el 35% y el 40%.

En términos de rentabilidad por dividendo, la nueva CaixaBank presentaría el segundo pago más rentable para los accionistas dentro del sector. La entidad propondrá a su próxima junta de accionistas el pago en efectivo de 0,0268 euros por acción con cargo a 2020, que abonará a lo largo del segundo trimestre. En total, 216 millones de euros.

La nueva CaixaBank decidirá su política de retribución al accionista más adelante.

La rentabilidad de este pago asciende al 1,23% (sumando el número de acciones actual de ambas entidades), aunque hay que tener en cuenta que sus condiciones dependerán de la ejecución de la fusión con Bankia, prevista para antes de que cierre el primer trimestre de este año.

De hecho, el importe será el equivalente al 15% sobre el resultado proforma ajustado de CaixaBank y Bankia. La entidad resultante de la fusión tiene previsto, además, acordar una nueva política de dividendos que será aprobada en su momento por el nuevo consejo de administración. 

El mayor desembolso

Aunque BBVA y CaixaBank presentan los pagos más rentables, Banco Santander es la entidad que hará un mayor desembolso este año, también ajustado a las condiciones del BCE. La entidad cántabra anunció el pago de 0,0275 euros por acción este año con cargo a 2020, lo que supone un total de 416,86 millones de euros y una rentabilidad del 1,02%.

La cifra será más suculenta una vez se superen las limitaciones del organismo monetario. En concreto, la presidenta del banco, Ana Botín, dejó claro que su idea es recuperar un 'pay-out' de entre el 40% y el 50%, con la promesa en el horizonte de pagarlo todo en efectivo.

Bankinter fue la primera en anunciar que repartiría 45 millones de euros entre sus accionistas con cargo a los resultados del pasado año, con un dividendo de 0,05 euros por acción que implica una rentabilidad del 1,01%.

Por su parte, Banco Sabadell ha optado por no retribuir a sus accionistas con cargo a 2020, en pleno proceso de reestructuración con un nuevo plan estratégico que la entidad presentará en mayo, y en el que sus accionistas podrán sacar nuevas pistas sobre el futuro de sus pagos.

En total, unos 1.130 millones de euros que sabrán a poco a los accionistas, sobre todo si se compara con el reparto de años anteriores. Sin embargo, los expertos coinciden en que la cifra será mucho más espléndida el próximo año. Y ya supone el 10,5% de los 11.000 millones de euros que el propio BCE calcula que la banca europea pagará, en total, este año a sus accionistas.

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