El sector bancario tendrá que esforzarse, y mucho, para recuperar el interés de los inversores que basan sus estrategias en la búsqueda de rentas. Pese a que el Banco Central Europeo (BCE) ha levantado el veto al reparto de dividendos, los límites que acompañan la medida complican que la retribución al accionista sea un catalizador para el sector el próximo año.

Así lo estima el consenso del mercado, que, aunque espera que los dividendos se recuperen en el cuarto trimestre de 2021, anticipan meses complicados en este sentido. No es para menos. La banca de inversión ha sacado ya su calculadora y, de media, se estima que la rentabilidad por dividendo apenas superará el 1,5% en los bancos españoles. Ligeramente por debajo de la media europea.

El propio BCE calcula que las entidades europeas podrán pagar entre 10.000 y 12.000 millones de euros si se ajustan a las restricciones. Es decir, que el pago no supere el 15% del beneficio acumulado en 2019 y 2020 y que no se superen los 20 puntos básicos de la ratio de capital CET1 (si este importe fuera menor). Además, no podrán aprobar dividendos con cargo a 2021 hasta, por lo menos, septiembre del próximo año.

"Decepcionantes"

“Son condiciones decepcionantes”, explican los analistas de Berenberg en una nota a clientes recogida por Bloomberg. Y es que muchas voces apuntan a que, pese al fin del veto, las limitaciones del BCE han sido mucho más estrictas que las aplicadas en Reino Unido o EEUU, lo que sigue dejando a la banca europea en desventaja frente a sus competidores. Al menos en lo que a perspectivas de dividendo se refiere.

Según un análisis de UBS, los bancos del Ibex rondarían los 3.800 millones de euros en dividendos el próximo año. Menos de la mitad que en 2019. Y los cálculos de Goldman Sachs van en la misma dirección.

El banco de inversión estadounidense limita la rentabilidad por dividendo media de la banca española al 1,4% el próximo año, por debajo de la italiana (1,8%) y de la francesa, que podría alcanzar el 2,5% según sus cálculos. La media de la Eurozona estaría en el 1,7%.

BBVA y CaixaBank (sin tener en cuenta la fusió del segundo con Bankia en el primer trimestre del año) serían los mejor posicionados con una rentabilidad por dividendo del 1,5%; Santander, del 1,2%; Bankinter, del 1,1%, estimando para todas ellas un pay-out del 15%. Es decir, lo máximo permitido por el BCE.

Algunos bancos tendrán que recular en sus planes de reparto en 2021.

Para hacerse una idea, y según datos de Refinitiv, justo antes del estallido de la pandemia, la rentabilidad por dividendo que el inversor podía encontrar en la banca española rondaba -de media- el 6,5%, muy por encima del 4,5% en el que entonces se movía el Ibex 35, un índice que siempre ha destacado en estos términos frente a sus competidores europeos.

En aquel momento, el sector había apostado por mantener sus políticas de retribución al accionista pese al descenso de los beneficios y a la presión de los mercados y de los reguladores. Esa decisión se juntó con un momento de profundo castigo bursátil al sector, lo que hizo repuntar la rentabilidad por dividendo.

Esta ratio mide la relación entre los dividendos por acción repartidos en el último año por una empresa y su precio de cotización actual. Por eso, si la compañía mantiene su política de retribución y cae en bolsa, el porcentaje sube. Ahora, limitaciones en los pagos, pero el mismo castigo bursátil impulsará su rentabilidad.

Efecto positivo, pero limitado

La idea que ahora maneja el BCE es que las entidades sigan siendo prudentes para que, en plena crisis, los bancos sigan prestando a la economía sin adelgazar sus holgados colchones de capital.

Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, advierte en este sentido de que “asumiendo la ausencia del pago de dividendos, la limitación no supondrá un consumo elevado de capital para aquellas entidades que no hayan descontado el dividendo, y en algunos casos donde ya se ha tenido en cuenta el pago (por ejemplo, en Caixabank) tendrá un efecto positivo en capital aunque poco significativo”.

Los cálculos de la firma teniendo en cuenta ese pay-out limitado al 15% se sitúan en el 1% de media para el dividendo con cargo a 2020, “por lo que creemos que las acciones deberían recogerlo negativamente a pesar del levantamiento del veto”, explica.

Mejora gradual

Todos los expertos insisten, no obstante, en que el 30 de septiembre se levantarán los límites en los pagos y la rentabilidad por dividendo volverá a ser lustrosa de forma gradual. Los cálculos de Goldman Sachs apuntan a un 4,6% de media en la banca española con cargo a 2021 y al 5,1% en la Eurozona.

Algo más cautos se muestran desde Bank of America, con rentabilidades medias del 4% en la región, aunque algunas entidades alcanzarían cifras de hasta el 7%. “Los bancos con un mejor retorno sobre el capital presentan normalmente un flujo de caja más elevado y se espera que paguen dividendos más altos” una vez pasadas las restricciones, explican los analistas de la firma de inversión.

En este sentido, desde el departamento de análisis de Bankinter creen que los bancos mejor posicionados en este entorno son aquellos con “exceso de capital amplio, modelos de negocio que dan rentabilidades superiores a la media a pesar de los tipos en mínimos y que sean escrupulosos en el control de los riesgos”. Eso sí, aconsejan a los inversores ser selectivos y con un sesgo oportunista

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