Sorpresa mayúscula en el mundo financiero. Banco Santander da marcha atrás y anuncia que no continuará con el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado del Grupo. Una decisión que el consejo tomó en septiembre de 2018 y que ahora se ve truncada por, según explica la entidad, el elevado coste de pagar las remuneraciones que Orcel cobraba en UBS. 

En un comunicado, Santander explica que el nombramiento del banquero estaba sujeto a las condiciones habituales, incluidos los seis meses de garden leave que habrían retrasado su llegada a la entidad cántabra al menos hasta el mes de abril, en vez de a principios de año como estaba previsto. Pero todo eso se queda ahora en una bomba de humo. El coste de Orcel ha resultado más elevado de lo previsto inicialmente, a pesar de haber calculado la futura retribución anual, en línea con la de José Antonio Álvarez. "Sin embargo, en aquel momento, no era posible anticipar el coste final para el Grupo de abonar las retribuciones diferidas que se le habían asignado en su puesto anterior y que habría perdido al abandonarlo", explica la entidad. 

En el mercado sorprende el hecho de que la entidad llevase a cabo el anuncio 'sin tener todos los flecos atados'. Pero Santander asegura que la comunicación del nombramiento "fue necesaria dada la relevancia de su función y de factores regulatorios, legales y contractuales", a pesar de no haber podido calcular el coste final del fichaje por "las retribuciones diferidas que se le habían asignado en su puesto anterior y que habría perdido al abandonarlo".  

En su comunicado, el banco va un paso más allá y tacha de "inaceptable" para una entidad comercial "hacer frente al coste de contratar a una persona, aunque sea de este nivel y esta trayectoria, a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tiene con sus stakeholders y las sociedades de los países en los que opera".

La presidenta del Santander, Ana Botín, ha insistido en que "estamos convencidos de que, pese a que resulta una decisión difícil, hemos tomado la correcta". "Tanto el equipo como yo esperábamos con ilusión la incorporación de Andrea y le deseamos mucha suerte en el futuro", explica la directiva.   

Tras esta decisión, José Antonio Álvarez seguirá como consejero delegado del grupo, que también da marcha atrás en su nombramiento como presidente de Santander España. También ocupará el puesto de vicepresidente del consejo. Por su parte, Rodrigo Echenique, que tenía previsto dejar su actual cargo de presidente de Santander España en marzo, continuará hasta que el banco designe a su sucesor. 

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