Indra avanza a paso ligero para poner en marcha los que deben ser sus dos centros de producción y mantenimiento de vehículos militares para su nueva filial Indra Land Vehicles. Están ubicados en Gijón y Córdoba, y para ambos ya tiene analizada la maquinaria y la dotación necesaria.
Los responsables de la empresa de defensa están cerrando los últimos flecos del contrato para comprar 'El Tallerón' de Duro Felguera en Asturias, por 3,6 millones de euros. Allí pretenden implantar 75.000 metros cuadrados de planta de ensamblaje para blindados y carros de combate.
De forma paralela, están a punto de encargar la maquinaria para el nuevo centro productivo que piensan abrir en Córdoba, de más de 10.500 metros cuadrados y que estará destinado a ampliar las capacidades del grupo en áreas como las antenas para satélites o los cables.
Ambas operaciones están enmarcadas en la estrategia de la tecnológica española de incrementar sus capacidades de producción. El objetivo es convertirse en empresa tractora de cara a los nuevos contratos que generarán los 800.000 millones del plan 'rearmar Europa'.
La opción de partir de cero en Gijón, con el taller de calderería de Duro Felguera y sus 156 trabajadores, surgió tras la imposibilidad de hacerse con el control de Santa Bárbara, filial de la norteamericana General Dynamics. La única capaz de ensamblar blindados en la UE junto al gigante alemán Rheinmetall.
Una vez cerrado ese camino, Indra se ha lanzado a ampliar su perímetro con más empresas de defensa y ha alcanzado un acuerdo con el grupo alemán para cooperar en el desarrollo de la nueva estrategia europea, que pretende que el 70% de ese dinero se quede en la UE.
Por lo pronto, Indra lidera el consorcio Tess Defence, donde están también Santa Bárbara, SAPA y Escribano, encargado de montar los 'deseados' VCR 8x8 Dragón, de los que apenas se han entregado cuatro unidades y acumulan un gran retraso.
De hecho, Indra conformó la estructura legal de esa alianza el pasado 13 de junio. Los blindados se ensamblarán en las instalaciones de Santa Bárbara en Trubia (Asturias) con tecnología de todas las compañías, sobre la carcasa del 'Piranha' de General Dynamics.
Con Escribano en Linares
El otro paso importante que se debe dar para que Indra se convierta en fabricante integral de vehículos militares es su fusión con Escribano.
La operación se está diseñando en KPMG, dadas las implicaciones que tiene sobre las normas de buena gobernanza, al ser Escribano la empresa familiar del presidente de Indra, que comparte a un 50% con su hermano.
La empresa con sede en Alcalá de Henares ha disparado su facturación en los últimos años de la mano de los contratos del Gobierno y controla ahora un 14,5% de Indra, su segundo mayor accionista tras el Estado.
Además de su participación en el 8x8 Dragón (hace la torre ametralladora), Escribano pretende llegar a ensamblar vehículos en las instalaciones que ha cogido en la localidad jienense de Linares, una parte de las antiguas plantas de Santana Motor.
Su idea es montar allí un nuevo modelo terrestre de seis ruedas (JAIS 6x6), fruto de su colaboración con la emiratí Edge, para optar a un nuevo contrato que va a abrir el Ministerio de Defensa por unos 600 millones de euros para adquirir este tipo de vehículos.
La idea de los Escribano es empezar lo antes posible en esas instalaciones, con una plantilla de 150 personas, que hay que seleccionar todavía, en una planta de 13.000 metros cuadrados.
Si se llega a realizar la fusión de Indra y Escribano, como ambas partes han planteado, esta planta se uniría a las capacidades que la tecnológica sea capaz de establecer en Gijón y en Córdoba. Incluso desde la propia empresa se advierte que habrá más operaciones similares.
El propio Ángel Escribano, presidente de Indra y propietario de la mitad de Escribano, se reunió el mes pasado con más de 150 empresas, pymes, startups, universidades y centros de investigación para establecer un modelo de colaboración con el que abarcar los retos del Plan Industrial de Defensa del Gobierno.
A pesar de que la mano de obra cualificada es uno de los grandes hándicap del sector, la compañía prevé la contratación de 2.000 ingenieros y 1.000 operadores técnicos para completar la expansión "acelerada" que tiene en marcha.
