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En los últimos años, la reventa de entradas de espectáculos se ha convertido en todo un negocio difícil de controlar. Ahora, el Gobierno da un paso más allá y prohibirá que la reventa pueda incrementar el precio de la entrada más allá de la variación del IPC desde el momento de la compra inicial al momento de la siguiente venta.

“La medida busca atacar los incentivos económicos que hay actualmente en la reventa para poder acabar con la misma”, señalan fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

Es decir, que la compra de entradas masiva a través de bots para después vender la misma a precios desorbitados deje de ser posible.

Al igual que con la publicidad de pisos turísticos, la puesta a la venta de entradas en reventa con un precio superior al regulado, convertiría esta actividad en ilícita, pudiéndose instar al bloqueo de las páginas web donde se estuviese produciendo la infracción, y la consecuente sanción para el infractor.

En la actualidad, ya está prohibida la utilización de bots para adquirir entradas de espectáculos culturales y posteriormente revenderlas. Sin embargo, no funciona.

“Los grandes incentivos económicos que genera esta reventa por parte de empresas dificultan la aplicabilidad de estos”, reconocen.

Por ello, el Ministerio liderado por Pablo Bustinduy modificará el artículo 20 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios para incluir el límite del IPC.

Dicha modificación se aprobará previsiblemente en el Consejo de Ministros de este martes 1 de julio.

Junto a ella irán otras que tratan de poner coto en los supermercados a la reduflación -práctica que consiste en reducir la cantidad de un producto manteniendo el mismo precio- o regular la publicidad del miedo que usan las empresas de seguridad y alarmas.

En línea con otros países

Esta medida ya está contemplada en normativas de países de nuestro entorno. En Francia se prohíbe la reventa habitual de entradas para eventos culturales, deportivos o comerciales sin la autorización expresa del organizador o productor del evento.

En Bélgica se prohíbe la reventa habitual de entradas, la exhibición habitual de entradas con vistas a su reventa y la provisión de medios que se utilizarán para dicha reventa, siempre que no cuenten con autorización del organizador, así como la reventa ocasional de entradas a un precio superior al precio original.

Impacto

La proyección del valor del mercado de reventa de entradas en Europa para 2030 es de unos 7.769 millones de euros, partiendo de una estimación de 1.817 millones de Euros en 2024, según la compañía de investigación de mercados y consultoría Verified Market Research.

Teniendo en cuenta que España representa habitualmente entre el 10% y el 15% del mercado secundario europeo de tickets, la evolución del valor de este sector en España será de los 322 millones en 2024 a 932,3 millones de euros anuales en 2030.