Donald Trump se enfrenta a las elecciones de Estados Unidos del próximo mes de noviembre con la bolsa en máximos históricos, datos de empleo envidiables y con los mayores ratios de aprobación desde que llegó a la Casa Blanca, según datos de la consultora norteamericana Gallup.

Su reelección parece lógica desde el punto de vista económico, además, desde Jimmy Carter -presidente desde 1977 hasta 1981- todos los presidentes estadounidenses, excepto George H. W. Bush, han sido reelegidos para un segundo mandato.

Y los republicanos no son los únicos que celebrarían una victoria de Donald Trump el próximo 3 de noviembre. Si en 2016 se daba por hecho que el sector de la infraestructuras, las grandes farmacéuticas y las acereras iban a recoger beneficios con el mandato del magnate, en 2020 la historia se repite.

“Se ha cumplido el propósito de Trump”, asegura Javier Molina, portavoz de eToro en España en declaraciones a este periódico. Y es que, según Molina, la política del presidente de EEUU se ha basado en dos principios: “Primero, que tengas facilidad para hacer negocios y, segundo, que tengas seguridad para hacerlos”.

Pero no es lo único que ha hecho Trump. “Ha bajado los impuestos a las clases altas y ha querido apoyar a los empresarios americanos a través de la imposición de aranceles a China”, apunta Mike Rosenberg, profesor de Dirección Estratégica del IESE a EL ESPAÑOL.

En esta línea, Rosenberg explica que los sectores que se pueden beneficiar de una reelección son los más “tradicionales” como pueden ser las infraestructuras, el petróleo, la industria química y farmacéutica y el sector inmobiliario de lujo.

Infraestructuras

Hacia las infraestructuras apuntan directamente desde la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España. Jaime Malet, presidente de la Cámara del país americano, explica a este periódico que “hay una reforma muy importante en EEUU que se tiene que acometer durante la próxima presidencia” y es precisamente la de sus infraestructuras, que por ser pioneras hace años, se han quedado obsoletas.

En esta línea, Malet cree que esa reforma se acometerá de forma distinta si la dirigen republicanos o si lo hacen los demócratas. En caso de que lo haga Trump, “la colaboración público-privada y las concesiones” pueden ser opciones que beneficien a empresas españolas. Sin ir más lejos, Renfe acaba de hacerse con el contrato del AVE que une las ciudades estadounidenses de Houston y Dallas.

Petróleo

Entre los sectores que pueden experimentar más cambios con una victoria demócrata o una reelección republicana, está el del petróleo. “Los demócratas son más verdes, pero al equipo de Trump le da igual el cambio climático”, resume Molina. Pero no es lo único. “Trump tiene un programa para rebajar los requisitos de emisiones que puso Obama y que empiezan en 2025.

Es una reforma que el sector de la automoción no quiere porque han avanzado hacia la fabricación de coches híbridos”, afirma el profesor del IESE.

En este sentido, si gana Donald Trump y sigue adelante con su plan, compañías como Chevron o Exxon Mobil pueden frotarse las manos. Sin embargo, Rosenberg cree que no será tan fácil y que estos cambios en el sector de la automoción “llegarán a los tribunales y causarán una incertidumbre tremenda”.

Farmacéuticas e inmobiliario

Una de las compañías españolas con mayor volumen de negocio en Estados Unidos es Grifols, gigante farmacéutico. De hecho, pertenece a uno de los sectores que los expertos apuntan como uno de los beneficiados de las políticas de Trump. Entre noviembre de 2016 (elección de Trump) y febrero de este año, la compañía ha subido un 95% en bolsa.

Tanto Rosenberg como Molina señalan al sector inmobiliario como otro de los sectores que puede seguir creciendo con Trump en la Casa Blanca. Molina apunta directamente a GEO, propietaria de más de cincuenta prisiones en Estados Unidos. “Pero no cualquier inmobiliario”, advierte el profesor del IESE. “Si miras la lista de donantes para la campaña de Trump, es gente que desarrolla propiedades de lujo, casinos y hoteles”, describe.

Guerra comercial y Silicon Valley

¿Y Amazon? Parece que los ataques de Donald Trump a Jeff Bezos, fundador de Amazon y dueño de The Washington Post, se han quedado en tuits. “Aunque Trump se ha metido mucho con ellos, al final no ha hecho nada”, explica el portavoz de eToro.

Coincide el presidente de la Cámara de Comercio de EEUU: “No creo que el sector tecnológico tenga que estar preocupado. En esa lucha que estamos viendo sobre la hegemonía digital, Estados Unidos no va a ir en contra de sus propias empresas”. No es solo eso, sino que un presidente demócrata podría ser más duro con las grandes tecnológicas. De hecho, una de las candidatas, Elizabeth Warren, ya ha presentado un plan para acabar con el monopolio de los datos de compañías como Facebook.

En cuanto a la guerra comercial, los expertos consideran que si Trump vuelve a ser elegido la “política arancelaria” va a seguir. Aunque desde eToro opinan que la situación con “China, México y Canadá se ha ido reconduciendo y no ha impactado en el mercado”.

Las políticas proteccionistas de Trump podrían seguir cuatro años más si los estadounidenses le vuelven a elegir presidente. Según los expertos, solo hay algo que podría evitarlo y “es la economía, estúpido”, que diría Clinton.

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