El vino está cansado de ser elegido solo en ocasiones especiales. Operadores, cooperativas y viticultores quieren "desmitificar" el producto, acercándolo a los jóvenes que temen no saber elegir el correcto. "Elegir vino produce pánico escénico", explica Susana García, directora de la Organización Interprofesional del Vino de España (Oive) a este periódico.

¿Cómo hacerlo? Uniendo a los 7.000 operadores, 600 cooperativas y 140.000 viticultores para realizar acciones que transmitan el consumo del vino como acompañante de una experiencia, no como centro de la conversación. "Es un cambio social", apunta el director general del Grupo Zamora, Emilio Restoy.

En este sentido, Restoy habla de, por ejemplo, el creciente consumo del vino -blanco o rosado- con hielo. "Es algo que hasta hace poco era inconcebible", alega. Por eso, está convencido de que hay que hay que estar con los nuevos hábitos, pero también con la transformación digital. "Las redes sociales son fundamentales, hay que estar ahí", reseña.

"Que elijan vino, el vino que sea"

Y en la Interprofesional, donde están reunidos todos los actores del sector, están trabajando en ello. El objetivo es dirigir una campaña, a partir de noviembre, a jóvenes de entre 28 y 40 años.

A través de televisión, prensa y redes sociales, pretenden transmitir la idea de "compartir momentos con sustancia". "Queremos volver a la mente de los consumidores y ser su primera opción", apunta García, que insiste en que no quieren caer en "los errores de siempre": "Que elijan vino, y el vino que sea". 

Así, se trata de "hablarles en su lenguaje con las cosas que les mueven a ellos". García se sincera: "Tienen tanto respeto al vino que no lo consumen". Y ahí, en las ventas, está una de las claves.

"Vendemos el doble fuera de España que dentro"

No solo acercarse a los jóvenes es uno de los retos de la Interprofesional. Otra de las líneas prioritarias es promocionar el consumo de vino en el mercado interior. "Vendemos el doble fuera de España que dentro", explica García.

Según los datos recabados por los profesionales del sector, el consumo de vino en España es de 6 litros por habitante cada año; lejos de otros países europeos como Bélgica, en el que se consumen 24 litros. 

Se trata de hablarles en su lenguaje, con las cosas que ellos entienden

Además, teniendo en cuenta las cifras del Observatorio Español de los Mercados del Vino, la demanda de caldos registró un comportamiento positivo en 2016 con una tasa de crecimiento del 2,5% al 4%, hasta alcanzar un total de 9,8 millones de hectolitros. No obstante, esta cifra contrasta con las producciones medias de España, que son muy superiores y que se sitúan en el entorno de los 42 millones de hectolitros.

"La cultura del vino ha alejado a la gran masa de consumidores", dice la experta, que insiste en la idea de entenderlo como complemento a una "reunión desenfadada". Esto, cambiar el concepto sobre él, es clave para que el sector pueda seguir creciendo dentro y fuera del país.

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