El pasado mes de enero, en el Foro de Davos, Xi Jinping, el presidente chino, puso los dientes largos a medio mundo, al anunciar las astronómicas cifras con las que China pretende superar a Estados Unidos como primera potencia económica mundial.

En ese sentido, todos los países van a tratar de coger su trozo del pastel que supone, en los próximos cinco años, una inversión exterior de 750.000 millones de dólares, otra interna de 600.000 millones, un volumen de importación de bienes de equipo de 8 billones y, sobre todo para España, esos 700 millones de turistas chinos que, en el próximo lustro, se moverán por el mundo.

La intervención del ICBC sigue pesando

Este anuncio llega en un momento un tanto agridulce para las inversiones chinas en España. “El caso del ICBC ha socavado la confianza en el gobierno español y, un año después, seguimos igual. Necesitamos que el tema se arregle”, comentaba, con cierto pesar, el embajador chino en España, Lyu Fan, la intervención judicial que, hace ahora un año, se hizo de la sede en Madrid del banco chino por presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. Lo hacía en una jornada sobre ‘Tendencias de las inversiones chinas en España’, organizada por KPMG y Esade.

Tampoco han ayudado mucho a generar un buen clima entre España y China las mil y una trabas impuestas por el Ayuntamiento de Madrid al Grupo Wanda, presidido por Wang Jianlin, para acometer la remodelación del Edificio España. Obstáculos, finalmente insalvables de superar, que llevaron al holding asiático a vender el proyecto al grupo Baraka, encabezado por el empresario murciano Trinitario Casanova, recuperando los 250 millones pagados al Banco Santander.

A partir de aquí, la reciente compra de Urbaser -la filial de ACS dedicada a la recogida y tratamiento de residuos- ha servido para recuperar, en parte, la confianza perdida, con esos 1.200 millones pagados por Firion Investments, sociedad controlada por el grupo chino Energy Conservation and Enviromental Protection (Cecep).

4.650 millones de inversión china en España

Una operación convertida en la nueva punta de lanza a la que agarrarse para que la inversión china en España supere con creces los 4.650 millones de dólares invertidos entre 2010 y 2016, según apuntaba Ivana Casaburi, directora de Esade China Europe Club.

“China siempre está encima de la mesa”, comentaba la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, para poner en valor -“en un momento delicado en el que se están trastocando los statu quo internacionales”, en alusión al brexit o a la victoria de Donald Trump en Estados Unidos- el entramado institucional bilateral consolidado entre ambos países, con el convenio de doble imposición, el acuerdo de protección recíproca o el bilateral en materia de seguridad social. Bases en las que, confía Poncela, para rebajar “el déficit comercial de 19.000 millones que España tiene con China”, reconocía la responsable del Gobierno en materia comercial.

Búsqueda de otros sectores

Respecto a las inversiones futuras, Poncela cree que, la focalización que se ha dado hasta ahora en sectores como telecomunicaciones juego debe dejar paso a otros negocios, como el de la logística, el agroalimentario o el de la recogida de residuos. En ese sentido, ponía la operación de Urbaser como ejemplo a seguir.

De cara a 2017, la profesora Ivana Casaburi también identificaba estos mismos sectores como los más proclives para la inversión china en España, aunque sorprendía a los asistentes a la jornada con el anuncio de que las compras inmobiliarias de inversores chinos en el exterior se van a ver mermadas.

Casaburi lo achacaba al control de capitales que el Gobierno chino ha impuesto para frenar la masiva salida de dinero -diversas cálculos la elevan al billón de dólares en 2016- tras las progresivas devaluaciones del yuan frente al dólar.

Urbaser, sorprendido por la dimensión china

La jornada organizada por KPMG también sirvió para que el consejero delegado de Urbaser, José María López, expusiera a los asistentes la experiencia de los tres primeros meses bajo control chino. “Lo han hecho para buscar conocimiento y tecnología y para crecer en mercados tan difíciles como es el chino, cuya dimensión es brutal”, expresaba López.

Los 4.650 millones de dólares de inversión china en España entre 2010 y 2016 representan, según la estimación realizada por Casaburi, directora de Esade China Europe Club, el 13,5% de los 34.500 millones invertidos en el conjunto de la Unión Europea.

El Reino Unido, con más de 22.000 millones, sigue siendo el país predilecto, sobre todo por las inversiones inmobiliarias -especialmente en Londres-, aunque, en 2015, Italia se aupaba al segundo puesto -por delante de Francia, Irlanda y Alemania- con la compra, por parte de China National Chemical Corp (ChemChina), del fabricante de neumáticos Pirelli, por un importe de 9.000 millones de dólares.

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