El consejero delegado de Orange España, Laurente Paillassot, ha criticado la "alta y creciente" presión fiscal que soportan los operadores de telecomunicaciones en España, que en Europa solo se ve superada por la aplicada a las compañías francesas, y ha incidido en que esta elevada fiscalidad afecta a las inversiones que la empresa podría hacer en el país.

En los encuentros empresariales de CEOE y Cepyme, Paillassot ha apuntado que actualmente existen en España más de diez tasas específicas para el sector de las telecomunicaciones y ha incidido en que durante los últimos años, han aparecido además "un buen número de tasas locales nuevas".

En este sentido, ha apuntado que en 2016 Orange España pagó casi el 4% de sus ingresos solo en tasas específicas del sector de las telecomunicaciones, antes del pago de ningún otro impuesto, lo que se traslada a un disminución "significativa" de los recursos que podrían reinvertir en España, por ejemplo en infraestructuras o en innovación.

En este contexto, ha incidido en la importancia de trabajar juntos para encontrar soluciones y superar estos retos que pueden tener un "fuerte impacto" en el desarrollo futuro de los servicios digitales en España y favorecer así el despliegue del 5G.

Asimismo, Paillassot ha agregado que es necesario que la Unión Europea "se ponga las pilas" para conseguir tener liderazgo en la segunda ola de transformación digital que se está viviendo a nivel global, lo que requiere un trabajo significativo de actualización del marco regulatorio, para hacerlo "más simple, mas ágil y más moderno".

"Creo que Europa puede marcar una diferencia real, o seguir siendo, una vez más, un simple seguidor", ha incidido el consejero delegado de Orange España, quien ha remarcado que éste es un reto colectivo, que requiere la intervención de gobiernos, reguladores y compañías tanto del sector público como privado.

MISMAS REGLAS PARA TODOS

Por otro lado, Paillassot ha incidido en la importancia de que Europa favorezca realmente la innovación, lo que implica lograr un equilibrio apropiado entre innovación y regulación y unir industrias y sectores en un nuevo mundo centrado en los datos.

En el marcado regulatorio, ha reclamado una mayor armonización de las normas en términos de protección de consumidores de servicios digitales, que abarquen a las empresas de servicios por Internet (OTTs) y a los operadores, y una mayor armonización del sistema fiscal y de los planes de financiación.

En este sentido, ha incidido en que esto no significa que haya más reglas, sino menos, pero que sean las mismas para todos. Así, ha añadido que en el complejo mundo actual las empresas son competidores y al mismo tiempo colaboran en otros muchos aspectos para ser más eficientes.

Por otra parte, ha incidido en la necesidad de que Europa cuente con redes "más potentes y ubicuas" y ha alertado del riesgo de que Europa quede atrás en términos de despliegue de infraestructuras de la siguiente generación. "España es, en este sentido, una excepción, ya que estamos llevando a cabo un fuerte despliegue de redes FTTH y 4G, demostrando así que es posible", ha incidido.

Así, el consejero delegado de Orange España ha insistido en que, aunque los operadores europeos han continuado con sus esfuerzos inversores a pesar de la crisis económica, es necesario asegurarse de que Europa favorece realmente a los inversores.

En su opinión, esto implica apoyar y favorecer la competencia entre redes para dirigir la inversión donde ésta sea posible y movilizar inversiones públicas donde no haya posibilidad de negocios, aplicar una regulación mucho más igualitaria y más simple en términos de competencia y mejorar la coordinación en las condiciones para asignación del espectro, por ejemplo, a través de los países en Europa.

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