El presidente de Mercadona, Juan Roig, nunca se ha mordido la lengua. No lo hizo en plena crisis, cuando comparó la productividad de los trabajadores españoles con la de los empleados de los bazares chinos. Tampoco cuando defendió la reforma laboral del primer Gobierno de Mariano Rajoy e, incluso, dijo que él “habría ido más lejos”.
Ahora, en 2017, tampoco lo hace. Este jueves, en la presentación de resultados de 2016, ha hablado sin tapujos sobre su negocio, sobre lo bueno y sobre lo que tiene que mejorar. Un modelo de gestión que puede resumirse en cinco frases.
1. “Nuestra web es una mierda”
No lo dijo por voluntad propia, sino en respuesta a la pregunta de un periodista que definió así la página web de la cadena de supermercado valenciana. “Nuestra página web actual es una mierda”, asumió. “Es decimonónica”. No es la primera vez que Roig reconoce que tiene un problema en la red. Hace un año, cuando presentó los resultados de 2015, el empresario ya dijo que el negocio online no tiraba. Más bien lo contrario: le suponía unas pérdidas anuales de entre 30 y 40 millones de euros. Y prometió ponerle solución en un año.
Ha pasado un año y no ha sido así. Mercadona sólo ha ‘inaugurado’ una nueva web corporativa porque el ‘súper’ digital sigue siendo el mismo. El cambio esencial ha llegado en la dirección, ya que Roig nombró hace un par de meses a una de sus tres hijas, Juana, responsable de la transformación digital. A día de hoy, en su web sólo trabajan 20 personas de una plantilla de 79.000 empleados. Su foco está en lo físico.
Roig cree que este negocio conseguirá ser rentable, aunque no pone fecha. Pero, si no lo logra, no dudaría en echarle el cierre. Puso el ejemplo de los peces, cuando uno de ellos “nada en dirección contraria al resto”. "Si no es rentable, no la tendremos, pero creemos que va a serlo”, matizó. “Ahora es el 1% de nuestras ventas. No es nada. ¿Qué será? No lo sé. Amazon es una gran competencia, pero no me preocupa. A la competencia la respeto nosotros tenemos que arreglar Mercadona".
2. “No pienso jubilarme nunca”
El nombramiento de Juana Roig a principios del mes de enero volvió a dar lugar a las especulaciones. ¿Quién se quedará con la batuta de Mercadona cuando su presidente, de 67 años, se jubile? De sus cuatro hijas, dos trabajan actualmente en cadena de supermercados: Juana, en el área digital; Carolina, en marketing. Esta última es, además, secretaria del consejo. Este jueves fue la única de las cuatro hermanas que se sentó junto a los directivos de la empresa en la rueda de presentación de resultados.
También estaba Hortensia, que está al frente de la escuela de negocios EDEM (impulsada por Roig) pero no se sentó con los directivos, lo hizo junto a los periodistas, en un extremo de la sala de reuniones donde Roig desgrana los detalles del negocio. La cuarta hermana, Amparo, no está vinculada al negocio. Es arquitecta.
Carolina y Hortensia vieron a su padre tirar balones fuera. Juan Roig no tiene intención de jubilarse. Cuando lo haga, se pondrá en marcha un protocolo de sucesión, que tiene todos los pasos definidos, pero no son públicos. “Cuando yo me muera, está totalmente solucionado el relevo pero me encuentro perfectamente de salud y de mente", se limitó a decir.
Roig sí bromeó con la idea de llevar 19 años dando ruedas de prensa de resultados de su empresa y de poder llegar al 20 aniversario dentro de 12 meses. “Si yo no aguanto, tendré el premio por mi sustituto”, indicó. Pero no lo tiene en mente. Tampoco nombrar ya a un número dos. "Soy presidente y consejero delegado. A mi hija Juana que le vaya muy bien en el online”.
3. “Somos los millonarios de España”
Al hablar del sueldo de su plantilla, Roig aseguró a los cuatro años, de media, alcanza los 1.450 euros. De entrada, un trabajador de Mercadona cobra 1.122 euros al mes. La compañía asegura que sigue una máxima: “si el éxito es compartido sabe mejor”.
"Yo soy una de las personas más ricas de este país, pero los trabajadores también son los más ricos", indicó. Junto a su mujer, Hortensia Herrero, atesora la segunda fortuna nacional, según la revista Forbes. Suman 8.000 millones de euros y sólo están por detrás de Amancio Ortega, que alcanza los 71.000 millones. Roig y Herrero controlan el 80% del accionariado de Mercadona.
"Ganamos mucha 'pasta', somos los millonarios de España", respondió a las preguntas sobre si su plantilla está bien retribuida. Este año, Mercadona repartirá 300 millones de euros entre sus empleados. Asegura que es el 25% de su resultado de explotación bruto. Esos 300 millones se distribuirán entre el 97% de sus 79.000 trabajadores (el 65% de la plantilla es mujer), los que hayan alcanzado objetivos y superado una entrevista de evaluación, según argumentó Roig.
4. “Hacer colutorio es una cosa y pasta de dientes otra”
Mercadona tiene 126 interproveedores. Así es como define a las compañías que fabrican los productos de Hacendado, Deliplus… Es ella la que decide cómo es el producto, cómo se fabrica, quién lo fabrica, a qué coste y a qué precio se vende. Pero también diferencia entre interproveedores y proveedores especialistas, que se encargan de algún producto específico, algo muy concreto.
Y en sus productos también hay cambios. El directivo, cada año, acompaña su presentación de una estantería, a modo de lineal de supermercado, en el que están las principales novedades del año. Y este año, Mercadona se ha sumado a la moda bio: sirope de ágave, semillas de chia (vende dos envases al día por tienda), semillas de lino (2 por local), crackers de espelta (seis unidades), edamame (vainas de soja). En total, este año, ha lanzado 300 nuevos productos.
5. “El capital no va a estar contento ni en 2017 ni en 2018”
Es la clave de los resultados de Mercadona en 2016: asumir que ni 2017 ni 2018 van a ser brillantes en cuanto a resultados. Su beneficio va a encoger desde los 636 millones de euros hasta los 200. No es la primera vez que la compañía valenciana anuncia un recorte del beneficio. Ya le pasó en 2008, entonces la crisis, la necesidad de apretarse el cinturón y recortar los precios de venta iba a llevarse por delante parte de su rentabilidad.
Hoy es otra historia. El beneficio va a caer porque tiene que cambiar el paso. Abrirá menos tiendas (30 en lugar de 50) y tendrá que cerrar durante un tiempo las actuales porque le toca renovarlas. La idea es tener toda la red de más de 1.600 locales renovada en 2023. Para eso, tiene que invertir más, pasará de 685 a 1.200 millones de euros. Y, en 2019, tiene previsto su desembarco en Portugal, con los primeros 4 supermercados.
“No estoy preocupado. Es pensar en el largo plazo”. "En el futuro ganaremos más dinero que en 2017 y 2018. Es un paso adelante porque consolidaremos mucho más la empresa. Es positivo, nos va a dar velocidad de crucero”, prometió. “Es difícil de entenderlo y de explicarlo”, aseguró Roig a los medios este jueves.