Mercadona ha presentado este jueves sus resultados de 2016 y las previsiones para los próximos ejercicios. Y estos últimos son la clave porque asume que su resultado neto va a pasar de más de 600 millones de euros a 200. El motivo: más inversiones en renovación de tiendas y menos aperturas.

¿Qué pasó el pasado año? La cadena valenciana elevó sus ventas un 3,9%, hasta alcanzar los 21.623 millones de euros, según ha desvelado su presidente, Juan Roig, en rueda de prensa. Su beneficio creció casi al mismo ritmo. Aumentó un 4%, hasta situarse en los 636 millones de euros. 

En cuanto a otras cifras, la inversión del grupo durante 2016 se situó en los 685 millones de tiendas. Abrió 50 locales, hasta situar la red de ventas en 1.614 establecimientos. A partir de ahora, la compañía está inmersa en la renovación de sus 'súper'. Este año abrirá 30 locales bajo un nuevo formato y renovará 126. El objetivo es tener todos sus supermercados renovados antes de que acabe 2023.

A lo largo del año, la plantilla de Mercadona aumentó en 4.000 personas, hasta alcanzar los 79.000 trabajadores. Entre ellos, la compañía ha repartido 300 millones de euros de beneficio. 

Caída de beneficios en 2017 y 2018

Pero, más allá de los datos de 2016, la sorpresa la ha dado Juan Roig al hablar de las previsiones de beneficio para este año y el próximo. La rentabilidad se recortará a un tercio: a 200 millones de euros. "Es difícil de entenderlo y de explicarlo", ha reconocido Roig.

"Este es el Mercadona del futuro. Tenemos que pensar en el beneficio a largo plazo", ha explicado. ¿Por qué? Porque va a frenar el número de aperturas, va a pasar de 50 a 30 durante este año y aumentar las renovaciones, lo que le obligará a tener tiendas cerradas, el 1%, unos 15 locales. "No estoy preocupado", ha justificado. "En el futuro ganaremos más dinero que en 2017 y 2018. Es un paso adelante porque consolidaremos mucho más la empresa. Es positivo, nos va a dar velocidad de crucero". 

Baja el beneficio a un tercio y duplica las inversiones, que alcanzarán los 1.200 millones de euros este año. En cuanto a las ventas de 2017 ahí si prevé un aumento. Roig cree que crecerán en casi 300 millones, hasta 21.900 millones de euros.

Roig ha desvelado qué impuestos paga Mercadona. En total, asegura que contribuye al Estado con casi 1.500 millones de euros. Bajo esta cifra incluye tanto el IRPF de sus trabajadores como las contribuciones a la Seguridad Social, entre otros. Y el Impuesto de Sociedades: 165 millones de euros. A estos suma otros 85 millones en otro tipo de impuestos, como los municipales. Roig ha vuelto a lanzar mensajes que ya había lanzado en años anteriores, como que "los que más dinero tienen más impuestos tienen que pagar".

"Nuestra página web es una mierda, es decimonónica"

Roig, como en otras ruedas de prensa, ha dejado frases llamativas. Por ejemplo, al hablar del sueldo de sus plantilla, que alcanza de media los 1.450 euros mensuales, ha asegurado: "Yo soy una de las personas más ricas de este país, pero los trabajadores también son los más ricos". Junto a su mujer, Hortensia Herrero, Roig atesora la segunda fortuna nacional, según la revista Forbes. Suman 8.000 millones de euros y sólo están por detrás de Amancio Ortega, que alcanza los 71.000 millones. "Ganamos mucha 'pasta', somos los millonarios de España", ha respondido a los medios a preguntas sobre los salarios de la cadena de supermercados y el reparto del beneficio de la empresa. 

Donde no ha querido entrar es en la sucesión. "No tengo intención de jubilarme", ha reconocido. "Cuando yo me muera, está totalmente solucionado el relevo pero me encuentro perfectamente de salud y de mente".

Hace unos meses, Mercadona nombró a Juana Roig, hija del presidente, responsable del negocio digital. "Soy presidente y consejero delegado. A mi hija Juana que le vaya muy bien en el online", ha respondido a las preguntas de si este nombramiento indica quién será su sucesora. Precisamente, Juana y Amparo han sido las dos hijas que no han acudido a la presentación de resultados. Sí han estado Hortensia (que trabaja en la escuela de negocios impulsada por Roig) y Carolina, que sí trabaja en Mercadona, en el departamento de marketing.

Respecto al negocio online, Roig asume que sigue sin ser rentable y que aún no tiene en marcha la nueva web, que hace un año ya prometió renovar. "Nuestra página web es una mierda, es decimonónica". No hay fecha para que sea rentable, aunque cree que lo será. "Si no es rentable no la tendremos, pero creemos que va a serlo. Ahora es el 1% de nuestras ventas. No es nada. ¿Qué será? No lo sé. Amazon es una gran competencia, pero no me preocupa. A la competencia la respeto nosotros tenemos que arreglar Mercadona". Ahora mismo, en la gestión de la tienda online trabajan 20 personas, un equipo que tiene previsto reforzar.

Roig también ha valorado otros temas de actualidad, como la huelga de los estibadores. "Es un problema. Vamos a tener lío", asume, en referencia a las dificultades para abastecer sus supermercados en Baleares o en Canarias "Que negocien y lleguen a un acuerdo".

También ha valorado 'el cierre' del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el lobby de las grandes empresas. "Se creó en 2007 o 2008 cuando había inestabilidad y se creía que nos iban a intervenir. Se cumplió el objetivo, que era la estabilidad. No es bueno que continúe. Las cosas hay que crearlas y cerrarlas cuando toca".

La compañía valenciana enfoca a partir de ahora sus primeros movimientos internacionales. Serán en Portugal, donde quiere abrir cuatro supermercados en 2019. La cercanía de su primer paso fuera de España está justificada por la capacidad de aprovechar las redes de distribución y de logística con las que ya cuenta en su país de origen. Este movimiento le conllevará una inversión de 25 millones de euros y no se llevará a cabo bajo la marca Mercadona, sino que lo hará bajo la enseña Irmãdona.