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Es frecuente encontrarse con denuncias y quejas en redes sociales por el coste de las vacaciones y cómo se disparan año tras año. Sin embargo, este verano las demandas son más concretas y alertan de cómo se está disparando el coste de hacer turismo en España respecto a hacerlo en el extranjero.

Y algo de razón tienen, según los últimos datos de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a julio. En lo que va de año 2025, el precio de los paquetes turísticos nacionales se ha elevado un 18,8%.

En cambio, los paquetes internacionales han reducido su precio un 1,7%, algo que no se veía en verano desde 2021 y 2020, años en los que la movilidad internacional estuvo seriamente afectada por la irrupción de la Covid.

Además, el coste de los vuelos en el territorio nacional se eleva un 22,4% mientras que la subida de los vuelos a países extranjeros se queda en un incremento del 12,5%.

En todo esto también juega un papel el coste de los hoteles españoles, que también se dispara en lo que va de año: su precio sube un 26,4%.

Si la comparación es anual, es decir, julio de 2025 respecto al mismo mes de 2024, el fenómeno se mantiene en los paquetes turísticos. El precio de los nacionales se eleva un 3,1%, mientras que el de los internacionales se queda prácticamente igual.

La mayoría del consumo relacionado con el turismo registra incrementos anuales por encima de la media, que en julio fue del 2,7%.

Así, los vuelos nacionales se dispararon un 9,7%. En este caso, el incremento de los internacionales fue superior: del 13,6%. Por su parte, hoteles y hostales elevaron su precio un 4,4%.

Se trata de la confirmación de una tendencia que ya se veía venir a las puertas del verano. En una década, los precios hoteleros se han disparado más de un 60% en nuestro país, provocando que los españoles tengan que reducir días para poder disfrutar de un merecido descanso o que incluso cueste lo mismo viajar a Mojácar (Almería) que al Caribe.

Actualmente, el precio medio de una habitación de hotel es de 129,5 euros, según los datos del INE correspondientes a junio (último dato publicado).

Aunque este dato varía en función de la categoría del establecimiento y del lugar. Así, la tarifa media más alta es de 307,7 euros para los hoteles de cinco estrellas, de 133 euros para los de cuatro y de 104,4 para los de tres.

Estos precios distan mucho de los registrados antaño. Si echamos la vista atrás, concretamente a mayo de 2016, la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada (ADR) fue de 79,9 euros. Es decir, en diez años se ha incrementado un 62%.

Un dato alarmante que responde a la situación vivida en los últimos años. Consecuencia de la crisis de inflación que desde el 2022 ha disparado los precios en general y, especialmente, en el sector turístico.