Bruselas

El Banco Central Europeo (BCE) prepara el terreno para una primera subida de los tipos de interés ya el próximo mes de julio con el fin de poner coto al descontrol de la inflación, que marca máximos históricos del 7,5%. En los últimos días, varios miembros del Consejo de Gobierno han defendido una actuación temprana para frenar una espiral inflacionista. A este creciente coro de voces se ha sumado este miércoles la propia presidenta, Christine Lagarde, que en el pasado se resistía a una decisión que consideraba precipitada y perjudicial para el crecimiento.

"Dado que es probable que la inflación se mantenga alta durante algún tiempo, las acciones que demuestren nuestro compromiso con la estabilidad de precios serán fundamentales para anclar las expectativas de inflación y contener los efectos de segunda ronda", ha afirmado Lagarde en un discurso en Eslovenia.

Como antesala a la primera subida de tipos, el BCE ya ha anunciado que pondrá fin a su programa de compra de deuda de España y del resto de los países de la eurozona durante el tercer trimestre del año. "A juzgar por los datos que están llegando, mi expectativa es que se concluyan a principios del tercer trimestre", ha precisado Lagarde. Es decir, en julio o incluso al final de junio.

La primera subida de tipos se producirá "transcurrido algún tiempo" desde el final de la compra de deuda. "No hemos definido de forma precisa la noción de 'algún tiempo', pero yo he dejado muy claro que eso podría significar un periodo de sólo algunas semanas", ha subrayado Lagarde.

El Consejo de Gobierno del BCE tiene programada una reunión para el 21 de julio en la que, según las palabras de la presidenta, podría tomarse esta decisión. "Tras la primera subida de tipos, el proceso de normalización será gradual", ha subrayado.

Mucho más claro ha sido el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, que este miércoles ha pronunciado un discurso titulado "Preparándose para las subidas de tipos". "Estamos preocupados por la alta tasa de inflación en la eurozona, que ha sorprendido repetidamente a los pronosticadores profesionales", ha señalado Nagel.

Con los datos actuales, el presidente del Bundesbank cree que la compra de deuda debería terminar "al final de junio". "En mi opinión, eso debería ir seguido de una subida inicial de tipos en el momento adecuado, que podría ser en julio", ha argumentado Nagel. 

"Esta por ver cuántas subidas de tipos habrá de aquí a finales de año. En cualquier caso, la salida de la actual política monetaria muy acomodaticia debería ser rápida y sin sobresaltos. Lo suficientemente rápida como para evitar efectos de segunda ronda y un desanclaje de las expectativas de inflación. A mismo tiempo, lo suficientemente fluida para que los hogares, las empresas y los mercados financieros puedan hacerle frente", apunta el presidente del Bundesbank.

En los últimos días, también el gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn, y su homólogo francés, François Villeroy de Galhau, han abogado por una subida de tipos en julio. En el mismo sentido se ha expresado el representante holandés en el directorio del BCE, Frank Elderson. 

Sería el primer incremento del precio del dinero en 11 años y se produciría en plena crisis por la guerra de Ucrania. Pese al impacto negativo del conflicto sobre el crecimiento en la eurozona, al BCE le preocupa todavía más el descontrol de los precios y está dispuesto a actuar para frenarlo.

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