La inflación continúa en niveles desconocidos desde hace cuatro años haciendo saltar todas las alarmas respecto del impacto que puede tener en la incipiente recuperación económica. De hecho, los economistas consultados por Invertia coinciden en señalar que, de mantenerse este escenario, el crecimiento del PIB se podría ver afectado generando una importante "vulnerabilidad" en el escenario macro. 

Este viernes se conoció que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en una tasa interanual del 2,9%, dos décimas por encima del mes anterior y su tasa más elevada desde principios de 2017, cuando se situó en el 3%.

Una situación que refleja la dependencia de las materias primas de la economía española y que podría tener efectos en las subidas de costes de las empresas, los salarios, los tipos de interés, el poder adquisitivo de los españoles y la elevada deuda pública. Generando así una inestabilidad que podría perjudicar los optimistas escenarios de crecimiento económico para España.

Ante estos datos, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha lanzado un tuit en el que alude a la inflación como el impuesto a los pobres, y ha pedido reformas estructurales. 

Peligro en el PIB

Estamos hablando de un riesgo a mediano plazo y que podría afectar el crecimiento hacia finales de este año y de manera más sostenida a partir de 2022. De esta manera, un impacto sostenido de la inflación podría poner en riesgo la velocidad de alza del PIB que el Gobierno prevé alcanzar: del 6,5% en 2021 y del 7% el próximo año.

Según el economista Javier Santacruz, si es que la subida imparable de la inflación es acompañada de un estancamiento posterior al rebote postcovid estamos ante el peor de los escenarios. "La economía española es vulnerable a una inflación prolongada, ya que somos dependientes de materias primas críticas que se pagan en dólares y con precios subiendo fuerte, nuestra balanza comercial sufre".

Subida de materias primas

Los datos conocidos esta semana indican que nada hace prever que las materias primas bajen su tendencia alcista. Durante cinco días consecutivos el precio mayorista de la electricidad superó su récord histórico generando una importante alza de la factura, no solo para particulares, sino que en especial en las empresas.

Las pymes y grandes compañías llevan seis meses pagando entre un 30% y un 40% en sus facturas si se compara con el año pasado. Una situación que inevitablemente disparará sus costes lastrando la incipiente recuperación de su actividad económica tras el varapalo de la Covid.

Del mismo modo, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situó este jueves en los 71,1 dólares (70,6 dólares hace una semana), mientras que el Texas ronda los 68,8 dólares (68,6 dólares la semana pasada).

Los precios del petróleo escalan a máximos y esto solo significa que las economías importadoras de combustibles fósiles como España van a sufrir. Y lo harán en el peor momento, cuando necesitan reactivar su actividad. 

Respecto de esta situación el economista José Ramón Pin también advierte del riesgo para las cuentas públicas de la subida de los precios.

"Si el BCE aumentase los tipos de interés -para combatir esta inflación-, arrastrado por la Reserva Federal americana, en España, con más del 120% de deuda pública sobre el PIB, el servicio de esa deuda (intereses) en las renovaciones de los bonos subiría aumentando el déficit público".

Cesta de la compra

Para Pin esto se traduciría en la necesidad de subir impuestos para cubrir este déficit. El economista explica que la subida de impuestos junto con la inflación reduciría la capacidad de gasto real  de empresas y familias reduciendo el PIB y aumentando el desempleo. "Lo que exigiría subir más los impuestos en un círculo vicioso".

Por otro lado, la Unión Europea, tarde o temprano, exigirá ajustes, con reducción de gasto público además del aumento de impuestos. El Gobierno tendría que limitar gastos como las pensiones (el mayor de todos) aumentando la edad de jubilación y castigando más aún las pensiones anticipadas. 

Precisamente otro elemento de inestabilidad serían las pensiones, además en un doble efecto. Según Javier Santacruz éstas tendrían además la presión de indexarse por la subida del IPC, generando otra presión adicional para las cuentas públicas. Esto también produciría una eventual subida de costes a las empresas por la presión de los sindicatos para subir salarios, con pérdida de productividad y competencia a nivel internacional. 

Santacruz también explica que tenemos infinidad de precios públicos y tarifas que suben con la inflación, encareciendo la cesta de la compra. De esta manera, con las rentas familiares cayendo, la inflación subiendo y una presión fiscal que también sube por efecto de la inflación se hundirá el poder adquisitivo de las familias. "Y dado que la principal fuente de recuperación es el consumo interno, se gripa el principal motor de crecimiento", indica.

Sin embargo, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) espera que la inflación se modere en los próximos meses ya que confían en que los precios de las materias primas se moderen.

Previsiones económicas

Una situación que BBVA Reserch pone en duda ya que creen que la inflación "se mantendrá por encima de lo esperado en España y en otros países del entorno". En cualquier caso, este organismo de análisis no cree que en el corto plazo se ralentice la inflación por el efecto del IPC.

Con todo, las previsiones económicas para España aún no incluyen del todo el impacto de este escenario inflacionista creciente. El pasado mes de junio el Banco de España mejoró sus previsiones hasta el 6,2% del PIB este año y el 5,8% en 2022.

Unas previsiones que mejoraron las del anterior trimestre gracias a la aceleración de la campaña de vacunación como por la caída de la incidencia; a la mejora del entorno económico en la eurozona y el conjunto de la UE; y a la llegada de los fondos del Next Generation EU.

Por su parte, el FMI elevó las expectativas económicas que tenía para España el año que viene. Ahora la previsión para 2021 es del 6,2 % y para el año que viene es del 5,8%. Por su parte, BBVA Research elevó recientemente las previsiones de crecimiento de la economía española durante 2021 hasta el 6,5% y para el 2022 hasta el 7%.

Por su parte, el Gobierno sigue manteniendo que el PIB de España tendrá un crecimiento interanual del 6,5%. Del mismo modo, el Ejecutivo espera que 2022 sea un año aún mejor que este para la economía española, que crecerá un 7%.

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