Federico Linares (Cádiz, 1972) es presidente de EY desde julio de 2019. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y máster en Asesoría Fiscal por el IE, conoce bien el mundo de la empresa porque durante 20 años ha asesorado a muchas de ellas.

Defensor del capitalismo inclusivo y apasionado de la vela deportiva, cree que la educación es el gran reto que afronta España a largo plazo. Con carácter más inminente, considera que es momento de que los dos grandes partidos se unan para superar esta crisis.

Parece que la esperada recuperación pierde fuelle y se aplaza al verano...

La evolución de la pandemia y de la recuperación es difícilmente previsible. Antes nos enfrentábamos a tres retos: la transformación digital, la transición ecológica y la lucha contra la desigualdad. La Covid-19 ha hecho que baje la marea y estos retos queden al descubierto. A esto se une que ha causado 70.000 muertes y ha destruido más de 100.000 empresas, junto con la enorme pérdida de empleo. El riesgo de que vayamos a una recuperación profundamente asimétrica es claro. Es difícil prever la evolución que tendrá en los próximos meses, va a depender de cómo gestionemos la vacunación. 

 El riesgo de que vayamos a una recuperación profundamente asimétrica es claro

¿Será posible que un 70% de la población llegue a estar vacunada en verano?

Aquí hay tres puntos. Uno, garantizar el suministro de vacunas a nivel europeo. Estamos en las semanas más críticas del suministro y hay que movilizar todos los recursos. La vacuna es clave para vencer al virus, pero también para acelerar la recuperación.

El segundo es que a medida que se vaya normalizando el suministro, la elaboración del plan de vacunación va a ser mucho más compleja. Necesitamos empezar a vacunar, si hubiera dosis suficientes, a más de 300.000 personas al día. El retraso de un trimestre en conseguir la inmunidad de grupo es un punto menos de PIB anual, según ha calculado BBVA Research.

El retraso de un trimestre en conseguir la inmunidad de grupo es un punto menos de PIB anual

Es necesaria más coordinación nacional. Deberíamos vacunar 24 horas al día, siete días a la semana. Debería establecerse un mando único en materia de vacunación. Y, además, es necesaria la colaboración público privada para asegurar que no perdamos ni un solo día. Perderlo son vidas y empleo.

Aunque no perdiéramos días nos quedan meses de pandemia, ¿cómo podemos minimizar sus efectos?

La estrategia de vacunación es materia de seguridad nacional. En España, no debemos aspirar a llevar el mismo ritmo que el resto de los socios europeos. La economía española tiene vulnerabilidades que no tienen otros. Tiene mucho peso del turismo, la hostelería y el comercio, son sectores donde la interacción con el consumidor final es muy relevante. Debemos aspirar a vacunar antes que nuestros socios para gestionar estas vulnerabilidades.

Esa vulnerabilidad nos puede dejar atrás en la recuperación global...

Somos un país en el que el impacto de la pandemia es mayor. Tenemos menos industria que nuestros socios europeos y más peso de sectores donde la relación con el consumidor es muy directa. Al mismo tiempo, tenemos una oportunidad con los fondos europeos. 

El presidente de EY, Federico Linares.

¿Hay alguna lección que deba aprender la UE en la gestión de las vacunas?

Europa se ha enfrentado a un reto que no ha tenido nunca y quizás no estaba preparada o al menos, no en las mismas condiciones que Estados Unidos, China o Rusia. Esto no quiere decir que no hayamos aprendido o que estemos en peores condiciones que si lo hubiéramos hecho solos. ¿Qué hubiera pasado si la UE no hubiera aglutinado los esfuerzos políticos y financieros para esta crisis?

¿Qué futuro tienen el turismo y la hostelería?

El sector turístico necesita apoyo intenso a nivel de liquidez y de solvencia en pequeños operadores. El turismo y la hostelería van a seguir teniendo un peso principal dentro de la economía española. Son sectores a los que hay que cuidar como pocos en el corto plazo. Siendo así insisto en la vacunación. Para el sector turístico vacunar antes o después del verano puede ser un elemento estructural.

Se debate cómo articular nuevas ayudas a las empresas. ¿Deben ser directas? 

Es urgente que se apoye a las empresas que funcionan. Hay que atender a dos problemas: el de liquidez y el de solvencia. Hace falta ayuda directa a sectores afectados y a empresas viables dentro de estos sectores.

No todas las empresas van a ser viables. El Banco de España observa que las empresas con un elevado nivel de endeudamiento superan ya en 2020 el 40%. Esto exige soluciones distintas.

Es urgente arbitrar los mecanismos de ayuda directa a las empresas autorizados por la Comisión Europea, que permite la concesión de ayudas de hasta 10 millones de euros para cubrir costes fijos no cubiertos entre marzo de 2020 y diciembre de 2021 a empresas que hayan reducido su facturación interanual más de un 30%.

Es urgente arbitrar los mecanismos de ayuda directa a las empresas

En el caso de las grandes empresas es más sencillo articular inyecciones de capital, pero en las pymes -que son las que peor están- es más difícil...

Por eso es necesario garantizar los procesos de análisis de la solvencia y viabilidad de estas compañías. Los fondos van a ser limitados y hay que ser muy selectivos con estos instrumentos de capital.

En EY trabajan con muchos sectores, ¿cómo ven el tejido productivo?

Nos preocupa la pequeña y mediana empresa. España es un país de pymes y aunque las grandes empresas están preparadas para el desafío digital, en la pequeña y mediana el reto es mayor. Hay que abordar con recursos suficientes la recuperación del tejido productivo en la pequeña empresa.

Hay que conectar a la pyme a grandes proyectos tractores. Existen alianzas para hacerlo, pero no tienen escala suficiente. Tenemos que hacer que muchas más pequeñas empresas se integren en este ecosistema de alianzas para los proyectos tractores. Las empresas solas no van a poder embarcarse en ello.

Hay que conectar a la pyme a los grandes proyectos tractores. Existen alianzas, pero no tienen escala suficiente

También hay que potenciar la digitalización, la internacionalización, eliminar barreras burocráticas, las restricciones regulatorias a la creación de valor y de empleo. Es fundamental para que una pequeña empresa gane tamaño.

Lo último es un cambio cultural. Debemos animar al emprendedor para que se convierta en un gran empresario. Una gran empresa genera empleo y crea riqueza y el éxito empresarial es un pilar importante del bienestar social.

Crear esos ecosistemas de pymes es difícil...

El Gobierno está poniendo medios interesantes para reforzar la competitividad de la pyme, como el Plan Nacional de Competencias Digitales. Pero esto no será suficiente para transformar el tejido productivo de la pequeña empresa.

 El 'Plan Nacional de Competencias Digitales' no será suficiente para transformar el tejido productivo

Hay que reforzarlo y ser más eficientes en la creación de alianzas, de consorcios que sin que hagan perder la identidad a la pyme, sin necesidad de procesos de consolidación o fusiones, puedan conectarlas para generar sinergias. Unas alianzas virtuales estructurales y permanentes, que no sean solo para los fondos de la UE. 

Mientras ayudamos a empresas a sobrevivir tenemos que pensar en la transformación económica. ¿Cómo la afronta España?

Hay retos colosales en la transformación digital y la transición ecológica. En la primera, España ya era el tercer país del mundo en fibra óptica y nuestra red de banda ancha es la quinta del mundo en velocidad. Ahora tenemos por delante la industria conectada, el 5G, la educación digital de jóvenes y de mayores… En transición ecológica, era un referente en industrias renovables.

A pesar de las vulnerabilidades de algunos sectores, si en España se unen Administraciones, empresas y ciudadanos, el país está en condiciones de abordar los retos. Insisto en la colaboración público-privada y en el compromiso de todos. Esta es la mayor crisis que hemos tenido en un siglo, desde la Guerra Civil, si no somos capaces de unir a las fuerzas políticas, y con ellas al empresariado y la ciudadanía, para abordar juntos los retos que nos depara esta pandemia, ¿cuándo vamos a hacerlo?

Esta es la mayor crisis desde la Guerra Civil, si no somos capaces de unir a las fuerzas políticas, ¿cuándo vamos a hacerlo?

El decreto para la gobernanza de los fondos no contó con un respaldo parlamentario contundente y ahora conocemos el informe del Consejo de Estado. ¿Es importante garantizar la independencia de la gestión?

La gobernanza es importante. Debe ser transparente, eficaz y sobre todo ágil y eficiente. Pero dicho eso, lo que necesitamos realmente es que los fondos se absorban en proyectos que generen valor. Estoy mucho más en la posición de ayudar como presidente de EY a que los fondos se absorban creando valor en España que en debates teóricos sobre gobernanza. Es necesario encontrar un consenso en materia de gobernanza pero una vez que se produzca de forma razonable lo que toca es ponerse a hacer las cosas. 

Estoy más en la posición de ayudar a que los fondos se absorban creando valor que en debates teóricos sobre gobernanza

¿La colaboración público-privada es adecuada o hubiera sido mejor que el sector privado tuviera más iniciativa?

Partimos de un marco legislativo relativamente rígido en materia de colaboración público-privada. Se han hecho avances, pero es posible seguir avanzando en un entorno de colaboración que sea más flexible y eficiente. España puede recibir en los próximos seis años casi cuatro veces más que los fondos asignados en el periodo de 2014 a 2020. Y no es posible hacer una Administración cuatro veces más grande. Necesitamos reforzar la eficiencia de la Administración y que el sector privado actúe de multiplicador en la distribución y ejecución de los proyectos tractores.

La CEOE pedía más peso empresarial en idear proyectos...

La CEOE con su presidente ha hecho un trabajo muy bueno pedagógico y de acercamiento de Administración y empresa. Nosotros que ayudamos a muchas empresas a participar en el programa de Recuperación, Transformación y Resiliencia vemos que existe un altísimo interés y una participación de la práctica totalidad del empresariado en grandes proyectos de transformación. No hemos hecho nada más que empezar, la transformación de la economía española no puede hacerse sin la empresa española. 

La transformación de la economía española no puede hacerse sin la empresa española

El Gobierno central ha dado pasos para modernizar la Administración, ¿deben sumarse comunidades autónomas y ayuntamientos?

Este es uno de los grandes retos. Un ejemplo: hemos colaborado con la Junta de Andalucía para la automatización de la concesión de ayudas a autónomos. En dos semanas conseguimos disminuir el tiempo de la distribución de las ayudas en dos meses para 150.000 solicitantes. Esto ha liberado un tiempo considerable de casi 20.000 funcionarios públicos que han podido dedicarse a tareas de más valor añadido. Este ejemplo debe ser modelo para otras Administraciones. 

¿Qué puede hacer España para abordar la reindustrialización?

Haciendo la industria más competitiva. Un punto crítico es la digitalización y la internacionalización. Debemos apostar dentro de los grandes ejes por la industria conectada, la industria 4.0, la robotización de procesos, la inteligencia artificial, el Big Data, por las infraestructuras que garanticen la digitalización de la industria, el 5G. La combinación de la digitalización y el despliegue de infraestructuras puede conseguir que la industria española tenga una potencia a otro nivel del que ha tenido en el pasado.

En esto, el papel de la I+D es fundamental...

Necesitamos apoyar más la I+D+i. No necesitamos ser Silicon Valley para ser un país altamente innovador. Tenemos una serie de sectores muy fuertes en el terreno de la digitalización aplicativa. 

Se ha puesto de manifiesto la dependencia exterior de la UE en mascarillas… ¿Es necesario relocalizar la industria estratégica?

La pandemia ha alterado las cadenas de valor globales. Hay consenso en que hay que desarrollar la producción estratégica a nivel nacional. Si queremos apostar además por el I+D+i es importante reforzar la seguridad jurídica en los incentivos fiscales. Y también España puede ser más competitiva con una fiscalidad que atraiga talento.

La pandemia nos ha dado la oportunidad del teletrabajo y de atraer talento global. Si a las condiciones naturales, añadimos incentivos a la atracción del talento y seguridad jurídica, el enorme talento que tenemos se va a ver muy complementado por el que venga de fuera y decida residir aquí.

Pero hemos sido uno de los pocos países que hemos subido impuestos...

Las crisis no se financian con impuestos, se financian con deuda y este no es el momento de subir impuestos, ni a empresas, ni a ciudadanos porque su capacidad económica está muy dañada.

Este no es el momento de subir impuestos, ni a empresas, ni a ciudadanos

Uno de los factores más importantes en la competitividad de un sistema fiscal es la confianza que genera. Vamos a necesitar el apoyo de la inversión extranjera y necesitamos seguridad jurídica que les diga que España es un gran país para invertir en la próxima década.

La 'okupación', forzar a los fondos a entrar en vivienda social, la reforma laboral... ¿Dañan la seguridad jurídica?

Esto es fundamental y es un reto que vamos a tener que abordar en los próximos meses. En el Next Generation EU hay que presentar un plan de reformas específicas de acuerdo con el semestre europeo. Son reformas en el ámbito laboral, pensiones, garantía unidad de mercado y en muchos otros, donde la inversión internacional va a estar muy atenta para ver si generas la confianza suficiente y por otra, la seguridad jurídica para que se materialice.

La inversión internacional va a estar muy atenta para ver si generas confianza y seguridad jurídica

Si ese plan de reformas fuera con consenso político, ¿ayudaría?

No solo ayudaría, sino que es necesario. No se me ocurre un mejor momento para que las dos principales fuerzas políticas se dieran la mano y caminaran juntas. Es una demanda de la sociedad.

¿Debemos extraer alguna lección de Italia con Draghi? 

Italia es una economía muy dinámica y desde luego, vamos a tener un competidor importante. Creo que siendo Mario Draghi una personalidad de referencia en el ámbito mundial, nosotros no necesitamos un Draghi para sacar a España adelante. Necesitamos que las dos grandes fuerzas políticas se den la mano. Y con eso, sería suficiente. 

No necesitamos un Draghi. Necesitamos que las dos grandes fuerzas políticas se den la mano

En formación, ¿hay que reciclar trabajadores?

En los próximos años, veremos muchos puestos de trabajo destruidos por la automatización. Es necesario trabajar en la formación, en la recapacitación. El Plan Nacional de Competencias Digitales es fundamental. La educación es el reto más importante que tiene el país en la próxima década.

¿Qué opina del papel que han jugado las empresas en esta crisis?

La empresa no debe crear solo valor para el accionista. Debe crear valor también para el resto de la sociedad. La pandemia está mostrando el compromiso de las empresas con el medioambiente, con el talento, con las personas, con la sociedad. Estamos viendo un nuevo modelo de capitalismo inclusivo, con nuevos modelos de liderazgo humanista, que gestionan el corto plazo con otros valores más a largo plazo. Es una transformación del sistema económico irreversible.

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