Dentro de las medidas que el último Consejo de Ministros ha aprobado para abordar la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus se encuentra el flexibilizar los aplazamientos de pago de impuestos de autónomos y pymes. Gracias a esta iniciativa, podrán retrasar el pago de hasta 30.000 euros en IVA, IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades.

Esta demora se podrá aplicar a partir de la entrada en vigor del real decreto-ley aprobado este jueves y estará vigente hasta el 30 de mayo de 2020. Según ha podido saber Invertia, con él Hacienda permitirá que las pequeñas y medianas empresas aplacen hasta 30.000 euros en pagos de tributos durante medio año, con tres meses de carencia.

La clave está en que el retraso de los pagos se podrá pedir en impuestos que hasta ahora tenían la consideración de inaplazables en la Ley General Tributaria. Pero el RDL aprobado modifica este aspecto, lo cual permitirá a autónomos y pymes retrasar el pago de las retenciones del IRPF, cuotas repercutidas de IVA y pagos fraccionados del impuesto sobre sociedades.

Además, aunque los aplazamientos se concederán por un plazo de seis meses, existe la opción de devolver el dinero a los tres y no abonar nada en intereses.

14.000 millones de liquidez

Con esta medida, Moncloa espera inyectar a empresas y autónomos hasta 14.000 millones de euros de liquidez, al tiempo que ayuda a paliar las tensiones que van a sufrir sus tesorerías.

Por otro lado, se dispone una línea de financiación específica a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por importe de 400 millones de euros para atender las necesidades de liquidez de empresas y autónomos del sector turístico, así como de las actividades relacionadas que estén particularmente afectadas por la crisis.

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