Bruselas

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha salido este lunes al paso de las críticas del equipo del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la eurozona y en particular contra Alemania. Draghi asegura que la UE no manipula a la baja el valor del euro para impulsar las exportaciones germanas y tacha de "muy preocupante" la intención de la nueva administración norteamericana de relajar la regulación bancaria. 

Draghi ha respondido así directamente a las acusaciones del principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro, que sostiene que Alemania se aprovecha de un euro "burdamente infravalorado" para aventajar a sus principales socios comerciales, entre ellos Estados Unidos. El nuevo presidente de EEUU ha dirigido reproches similares a China y Japón.

"Nosotros no somos manipuladores de divisas", ha resaltado el presidente del BCE en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. La diferencia entre la política monetaria más expansiva del BCE y la progresiva subida de tipos que está llevando a cabo la Reserva Federal se explica porque la recuperación está más avanzada en EEUU que en la eurozona, ha alegado. 

Además, Draghi ha recordado que el propio departamento del Tesoro estadounidense concluyó en un informe el año pasado que "Alemania no estaba llevando a cabo una intervención unilateral en el mercado de divisas". El banquero italiano sale así en auxilio de la canciller alemana, Angela Merkel, que se había defendido de las acusaciones de EEUU amparándose en la independencia del Banco Central Europeo.

El presidente del BCE ha arremetido también contra los planes de la nueva administración norteamericana de dar marcha atrás en los controles a la banca por considerar que abren la puerta a una nueva tormenta financiera. "Lo último que necesitamos en este momento es la relajación de la regulación", ha dicho Draghi a los eurodiputados. "La idea de repetir las condiciones que existían antes de la crisis es algo muy preocupante", ha avisado.

A su juicio, son las reglas que se aprobaron tras la Gran Recesión las que han logrado estabilizar el sector financiero. "El hecho de que no estemos viendo desarrollarse riesgos significativos a la estabilidad financiera es la recompensa a las medidas que han adoptado legisladores, reguladores y supervisores desde que estalló la crisis", ha alegado Draghi.

El estímulo monetario continuará

El presidente del BCE ha dejado además claro en la Eurocámara que tiene previsto mantener sus medidas de estímulo monetario pese a que la inflación en la eurozona se disparó hasta el 1,8% en enero, muy cerca del objetivo del 2%. Para Draghi, se trata de un repunte temporal, ya que la inflación subyacente -que excluye alimentos y energía- se mantiene estable.

"Nuestra estrategia de política monetaria prescribe que no debemos reaccionar a datos individuales y a incrementos transitorios de la inflación", ha apuntado el banquero italiano. "Hasta ahora, las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo muy débiles y prevemos que sólo se recuperarán gradualmente a medida que avancemos", ha añadido.

El BCE compra cada mes un total de 80.000 millones de deuda, aunque tiene previsto reducir el ritmo hasta 60.000 mensuales a partir de abril porque considera que han desaparecido los riesgos de deflación. Desde el inicio del programa, el Banco ha destinado casi 160.000 millones a adquirir deuda pública española.

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