Bruselas

El ritmo de bajada de los tipos de interés en la eurozona no será tan rápido ni constante como el de la subida, que supuso pasar del 0% al actual 4,5% en apenas 15 meses. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha avisado este miércoles de que no es seguro de que los tipos sigan bajando de forma continuada tras el primer recorte, que según ha indicado podría ser en junio.

Lagarde ha insistido que necesita esperar hasta junio para tener la suficiente seguridad de que la inflación bajará al objetivo del 2% de forma sostenible. Para entonces, el BCE dispondrá de todos los datos sobre las negociaciones salariales del primer trimestre del año, que son claves dado que los salarios se han convertido en el principal motor de la inflación. Además, publicará previsiones de crecimiento e inflación actualizadas.

"Si estos datos revelan un grado suficiente de alineamiento entre la senda de la inflación subyacente y nuestras proyecciones, y asumiendo que la transmisión (de la política monetaria) se mantenga fuerte, podremos pasar a la fase de reducción (de tipos) y hacer nuestra política menos restrictiva", ha explicado la presidenta en una conferencia en Fráncfort.

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"Pero a partir de entonces, las presiones sobre los precios internos seguirán siendo visibles. Esperamos que la inflación de los servicios, por ejemplo, se mantenga elevada durante la mayor parte de este año. Por lo tanto, habrá un período por delante en el que tendremos que confirmar de forma continua que los datos entrantes respaldan nuestras perspectivas de inflación", avisa Lagarde. 

La principal consecuencia de esta persistencia de las presiones inflacionistas es que el BCE seguirá decidiendo sobre los tipos "dependiendo de los datos, reunión a reunión, respondiendo a la nueva información a medida que entre". 

"Esto implica que, incluso después del primer recorte de tipos, no podemos comprometernos de antemano con ninguna trayectoria de tipos específica", ha subrayado la presidenta del BCE. 

En todo caso, Lagarde ha querido dejar claro que de momento la evolución de los salarios apunta en la buena dirección. El crecimiento de la remuneración por empleado bajó hasta el 4,6% en el cuarto trimestre del año pasado, desde el 5,1% del tercer trimestre. Por su parte, el crecimiento de los salarios negociados, que representa la mayor parte del aumento de la remuneración por empleado, también se desaceleró del 4,7% al 4,5% en el cuarto trimestre.

De manera similar, el rastreador salarial prospectivo del BCE, que anticipa la evolución de los salarios negociados en la eurozona, está mostrando señales tempranas de que la presión disminuye. El crecimiento salarial medio en 2024 para todos los contratos existentes cayó del 4,4% en enero al 4,2% en marzo.