El Banco Central Europeo (BCE) ha salido a dar la batalla frente al coronavirus con una firme determinación. Tanta que la bazuca de la institución podría quedarse sin munición “a finales de verano”, según advierte el economista jefe de la gestora de Axa, Gilles Moëc.

Este es el escenario que el experto plantea para el Plan de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) si el BCE mantiene su actual ritmo de compras. Sin embargo, si la situación empeora por una prolongación de la epidemia que cause más daños a la economía, Moëc considera que “el importe dispuesto podría agotarse a mediados de verano” si la institución monetaria se ve en la obligación de adoptar una actitud aún más activa.

El economista jefe de Axa IM señala que si bien “el PEPP parecía enorme cuando se anunció, ahora nos preocupa que el ritmo de compras puede hacer que la partida de 750.000 millones de euros se agote”. Aunque en el mercado hay un creciente convencimiento de que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, podría anunciar un incremento de fondos tan pronto como en junio, el experto recuerda que “hay una peligrosa espiral con la que tiene que lidiar” que no es otra que “las dudas sobre la capacidad que tiene de romper con sus propios límites autoimpuestos”.

El golpe de Karlsruhe

En este sentido, señala que estas dudas sobre una libertad de decisión comparable a la que tienen otros grandes bancos centrales se han visto “exacerbadas” tras el fallo del Tribunal Constitucional Alemán. Esta misma sentencia está detrás de muchas ventas sobre bonos periféricos en las últimas semanas, según Moëc, que ha obligado al BCE a “acelerar sus compras diarias” a un ritmo que amenaza con agotar los fondos “mucho antes de lo esperado”.

Por lo que se refiere a la posibilidad de un incremento del programa pandémico este mismo junio, el experto de Axa IM se muestra a favor, ya que una ausencia de novedades en este sentido podría interpretarse como “un indicio de poca resolución”.

Sin embargo, reconoce que el paso al frente podría verse también como “una provocación” frente a los jueces de Karlsruhe.

El economista aboga por cuidar en extremo la prudencia en la comunicación para evitar que haya que subir el ritmo de compras. Según sus cálculos, si hubiera que incrementarlas hasta los 13.000 millones de euros diarios, “el BCE ya habría agotado todo el PEPP para cuando llegue la siguiente reunión programada de la institución”, que está prevista para el 16 de julio.

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