La alerta por la gripe aviar vuelve a sonar en España. Gansos y patos en parques han sido los primeros en dar la voz de alarma durante el verano, aunque es ahora, en otoño, cuando la enfermedad empieza a cebarse con las granjas y, en concreto, con las gallinas. A una velocidad que ha desatado la preocupación.
En menos de un mes se ha notificado el sacrificio de 2 millones de estas aves. Para dar una idea de la gravedad, hasta ahora se consideraba el 2022 como el peor año de gripe aviar para España por haber anotado un brote que obligó a sacrificar 665.000 animales en un mes.
Al inédito pico que se registra actualmente -siempre provisional teniendo en cuenta que la enfermedad es estacional- se llega tras una explosión en las notificaciones que remiten las comunidades autónomas desde mediados de septiembre.
Entonces se ha pasado de una notificación de positivos en una granja con 8.000 aves de corral de engorde en Huelva y otra con 37.000 gallinas reproductoras en Guadalajara a la gran sorpresa: se había detectado un foco en una explotación con 760.000 gallinas ponedoras en Valladolid.
El protocolo estatal y la normativa europea establecen el sacrificio de todos los animales de una granja afectada, y así se ha procedido en todos los casos, que fueron en aumento en los siguientes días, siempre de forma más acusada en Castilla y León.
Valladolid, principal afectada
Aquí acaba de notificarse otro foco de envergadura: una granja más de gallinas ponedoras con 727.251 aves también en el municipio de Olmedo, en Valladolid, que se suman a las 100.000 en la misma localidad detectadas la semana anterior.
Para cerrar la escala, también Madrid se suma a las regiones afectadas tras notificar positivos en una explotación con 450.000 gallinas que han sido sacrificadas en Valdemoro. El consejero de Agricultura, Medio Ambiente e Interior de la Comunidad, Carlos Novillo, ya reconoce que están preocupados por la evolución de la enfermedad.
Imagen de de archivo en la que un especialista toma una prueba de saliva de un ave de granja para detectar posibles casos de gripe aviar.
En lo que va de año se han notificado diez focos en aves de corral y además, desde el inicio de la actual temporada, que comenzó el 1 de julio, se han detectado 42 focos en aves silvestres en Andalucía, Extremadura, Galicia, Asturias, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Cataluña, y dos focos en aves cautivas en País Vasco y Andalucía.
Rápida expansión
¿Qué ha pasado para que se expanda a esta velocidad? A juicio del ministro de Agricultura, Luis Planas, las claves están en el cambio climático y la migración de aves salvajes, que adelantan por este motivo sus viajes.
"Normalmente, estos focos en Europa aparecían en invierno y ahora estamos viéndolos ya en otoño o incluso alguno al final del verano", ha señalado el ministro, que aboga por ser rotundos en la respuesta.
Sobre todo para blindar la reputación española en seguridad alimentaria, que vale 77.500 millones en exportaciones agroalimentarias. Aunque ahora los números que hacen las explotaciones afectadas son muy diferentes: deben afrontar factura de varios miles de euros en gastos de sacrificio y reposición de los animales perdidos, por ejemplo.
Aunque el avance de la gripe aviar es un aspecto que también preocupa en términos sanitarios.
Porque desde 2020 se ha expandido rápidamente por todos los continentes, "impactando planteles de aves, afectando la biodiversidad, el comercio y la seguridad alimentaria, y generando preocupación por su potencial para desencadenar una pandemia humana", señala la FAO.
El organismo impulsó el mes pasado el primer diálogo mundial al respecto con presencia de los principales actores y expertos de todo el sector avícola, la salud pública, la ciencia y del mundo político. El objetivo era abordar la situación y las advertencias de los expertos.
Unas advertencias que son delicadas: la gripe aviar, que ya se ha extendido a 83 especies de mamíferos, incluido el ganado lechero y la vida silvestre, representa "un riesgo en rápida evolución".
Responsable de la crisis del huevo en EEUU
Además, la enfermedad ya ha mostrado con rotundidad hasta qué punto puede afectar la economía e incluso la vida política de un país.
Estados Unidos constituye el mayor ejemplo de esta máxima. Los brotes de gripe aviar de 2022 obligaron a sacrificar 150 millones de aves, esencialmente gallinas ponedoras, lo que redujo el suministro de huevos y, en cadena, disparó la docena hasta los 14 dólares a principios de este año.
La alarma social llevó al Gobierno de Donald Trump a lanzar un plan de 1.000 millones de dólares que incluía el estudio de opciones para aumentar temporalmente la importación de huevos, y sugerir a los estadounidenses que tuvieran gallinas en casa para autoabastecerse.
