Imagen de un supermercado.

Imagen de un supermercado. Pixabay

Economía

El coste anual de la vida para las familias ya es 3.170 euros más caro que antes de la Covid

Se trata de una estimación prudente a partir de la media del IPC en 2020, 2021 y 2022. El salario medio por convenio en este tiempo sube 833,9 euros.

15 mayo, 2022 02:46

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Vivir es más caro que antes de la pandemia y los sueldos no han subido en la misma proporción que los precios. El coste de la vida anual para una familia media es al menos 3.170,04 euros más caro que en 2019, según una estimación realizada a partir de la encuesta del INE de gasto medio por hogar y la inflación media de los años 2020, 2021 y 2022. Son, nada menos que 264 euros al mes, una cantidad muy alta para la mayoría de los españoles.

Si se toma como referencia la media de inflación de los cuatro primeros meses de 2022, la cesta básica de la compra de las familias será este año 464 euros más cara que en 2019 si sostienen el mismo nivel de compra, algo que no está claro. Y mantener su vivienda, pagar el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles supondrá 1.022 euros más que antes de la Covid-19 si no reducen consumos.

También se puede estimar que el transporte cuesta 624 euros más, la Sanidad se ha encarecido 121,57 euros, la enseñanza 52 euros y el vestido y calzado otros 116 euros al año.

Disfrutar del tiempo libre también ha subido de precio. Si se aplica la inflación media de 2019 al gasto en hoteles y restaurantes, el incremento sería de casi 319 euros, mientras que en el ocio y la cultura el aumento de coste sería de 179 euros y en bebidas alcohólicas y tabaco, de 24,29 euros.

Todos estos datos son una estimación sujeta a matices para hacerse una idea de cómo están perdiendo poder adquisitivo los hogares. De hecho, los datos de crecimiento del PIB en España que también publica el INE indican que el consumo de las familias se está resintiendo como consecuencia de las subidas de los precios y la incertidumbre económica. No obstante, en partidas como los carburantes o el aceite de oliva estos cálculos parecen quedarse cortos a la vista de los datos que recoge el INE.

En 2020, el shock económico y el desplome del consumo por el confinamiento dejó un IPC medio anual negativo (-0,4%), mientras en 2021 la inflación media cerró en el 3,08%, la cifra más alta en la década anterior. Y en los cuatro primeros meses del año el dato medio arroja un IPC medio del 7,93%, después del dato de inflación del 8,3% que publicó el INE este viernes (una décima inferior al dato avanzado).

La estimación del Banco de España es que la inflación media de 2022 sea del 7,5%, aunque se confía en que en 2023 las subidas de los precios se moderen. No obstante, cuando el IPC sube, el encarecimiento de los productos permanece en el tiempo a no ser que después vengan periodos de inflación negativa, algo que se descarta. Sobre todo, teniendo en cuenta que el mandato del Banco Central Europeo (BCE) es que la evolución de los precios se mantenga en el 2%.

Ese objetivo del banco central tiene otras derivadas. Por ejemplo, como es sabido, la subida de los tipos de interés ya está sobre la mesa para contener la escalada de la inflación en la eurozona, que en abril se situó en el 7,5%, muy por encima de ese mandato. 

Para el bolsillo de los hogares, a la subida del coste de la vida antes ilustrada se suma el encarecimiento que van a experimentar las hipotecas a tipo variable por la subida del Euríbor. Como publicó este periódico, se estima que los hogares que están financiando así la compra de su vivienda tendrán que destinar tres puntos más de sus ingresos a pagar el crédito, hasta el 36,6% en 2023.

Ese incremento de los tipos de interés también tendrá un efecto sobre el coste de financiar la compra de vivienda en el futuro, tanto en el caso de las hipotecas variables, como en las de tipo fijo, que serán más caras.

El problema de productividad

La contrapartida a este escenario es el problema de productividad que arrastra la economía española y la evolución de los salarios, que se queda muy corta para compensar la inflación. 

Sin visos de que se retome la negociación colectiva (ANC) en la que sindicatos y empresarios deberían fijar la subida salarial para 2022, hay una gran incertidumbre sobre cómo va a evolucionar el poder de compra de los españoles. De momento, la patronal se ha mostrado partidaria de ligar esas subidas a la productividad para evitar una espiral inflacionista.

Mientras, la subida salarial por convenio fue del 1,89% en 2020 y del 1,5% en 2021. Para un salario medio español (que en 2019 era de casi 24.400 euros) la subida salarial rondaría los 834 euros al año. Es una cifra con la que no se compensa el incremento de los precios, puesto que, en términos porcentuales, el incremento estimado del coste de la vida sería del 11,4% y de los salarios del 3,4% en este tiempo. Se trata de una diferencia de ocho puntos porcentuales.