Economía

N. Zelanda quiere impedir que infraestructuras clave caigan en manos foráneas

19 noviembre, 2019 07:20

Sídney (Australia), 19 nov (EFECOM).- El Gobierno neozelandés anunció hoy que proyecta introducir medidas que impidan la venta de activos "sensibles y de alto riesgo" a entidades extranjeras con el fin de defender el interés nacional, en medio de los temores en la región por la presencia China.

Las nuevas medidas "solo se usarían para controlar aquellas inversiones que representan un riesgo significativo para nuestra seguridad nacional o el orden público" declaró en un comunicado el ministro asociado de Finanzas, David Parker.

Al anunciar el proyecto de ley, que será presentado ante el Parlamento a principios del próximo año, Parker aclaró que los poderes que tendrá el Gobierno para impedir que un activo caiga en manos foráneas se usarán "en raras ocasiones y cuando sea necesario para proteger Nueva Zelanda".

El ministro asociado precisó que la actual Ley de Inversiones Extranjeras no contempla activos como las terminales aéreas y marítimas o las infraestructuras de telecomunicaciones, entre otros, desde el punto de vista del interés nacional.

El Gobierno de la laborista Jacinda Ardern también pretende proteger activos importantes desde el punto de vista estratégico como las empresas que desarrollan tecnología militar y los proveedores directos de los organismos de defensa y seguridad del país.

Parker indicó que los cambios, que responden a recientes preocupaciones frente a la inversión extranjera en la industria del embotellamiento del agua, siguen a la reforma implementada el año pasado que impedía la adquisición por parte de capitales extranjeros de viviendas residenciales.

El anuncio se produce en el contexto de la preocupación en la región de Oceanía por la creciente influencia de China y de capitales de empresas o ciudadanos del país asiático que están realizando fuertes inversiones en la zona.

El vecino de Nueva Zelanda, Australia, país más importante de la región oceánica, también ha adoptado diversas medidas para evitar la compra de bienes por parte de capitales extranjeros, principalmente chinos, así como leyes contra el espionaje y la interferencia política encauzadas a proteger sus intereses nacionales.

Tanto Australia como Nueva Zelanda también han impedido que el gigante chino Huawei participe en sus redes de telefonía móvil 5G, que está en el centro de la disputa comercial entre Estados Unidos y China.