La energética Engie tuvo 3.107 millones de euros de resultado bruto operativo (Ebitda) en el primer trimestre, lo que significa una caída del 4,8 % en términos absolutos respecto al mismo periodo de 2018, anunció este martes el grupo energético francés en un comunicado.

En términos equivalentes (descontando el impacto de las variaciones de divisas y de las compras y ventas de activos), el Ebitda disminuyó un 3,9 %, lo que la empresa atribuyó sobre todo a un menor consumo de sus clientes por un invierno menos frío en Francia y a una menor producción de sus centrales nucleares en Bélgica.

También pesaron a la baja la caída de la generación de electricidad de origen hidráulico en Francia y los márgenes más débiles en otras actividades de servicios a clientes y aprovisionamiento en Francia.

Todo eso se vio solo parcialmente compensado por la entrada en servicio de nuevos parques eólicos y solares en Brasil, por la nueva regulación en Francia sobre el almacenamiento de gas y por el buen comportamiento de su actividad de Global Energy Management (GEM).

El resultado operativo corriente también disminuyó (un 5,7 % en datos brutos y un 4,3 % en comparables) a 2.037 millones de euros.

Engie puntualizó que si no se hubiese producido el efecto negativo para su negocio de las temperaturas más elevadas en Francia (por un menor consumo de calefacción), ese resultado operativo corriente habría crecido un 1 %.

La facturación entre enero y marzo progresó en bruto un 7,2 % y un 4,4 % en términos orgánicos hasta 18.793 millones de euros.

La deuda financiera en ese trimestre se redujo en 100 millones de euros para quedarse en 23.200 millones.