Colombo, 3 may (EFECOM).- La ocupación hotelera en Sri Lanka ha caído cerca de un 70 % en comparación con mayo de 2018 después de que varias explosiones en iglesias y hoteles de lujo causaran hace dos semanas 253 muertos y más de 500 heridos, según datos de la Asociación de Hoteles del país isleño (THASL).

El presidente de la THASL, Sanath Ukwatte, indicó hoy a Efe que se han producido "una sucesión de cancelaciones para el mes de mayo", lo que ha provocado una caída en la ocupación hotelera de cerca del 70 % debido a las recomendaciones de viaje en las que varios países piden a sus nacionales no ir a la isla.

"La situación es extremadamente preocupante porque el incidente (terrorista) y las recomendaciones de viaje y alertas pidiendo a la gente que no viaje han creado una situación extremadamente difícil", advirtió Ukwatte.

Le preocupan, además, los casi 500.000 empleados con trabajos directos o indirectos en el sector, puesto que la baja ocupación afecta "directamente" a la obtención de impuestos de servicio, una paga extra para los empleados.

La THASL está estudiando formas de mantener "ininterrumpido" el sustento de los trabajadores.

La bajada en la ocupación se produce al comienzo de la temporada baja en Sri Lanka, que ya tiende a registrar un descenso en comparación con abril, pero que este año ha sido mucho más intenso debido a los atentados, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El ministro de Finanzas, Managla Samaraweera, ya predijo la semana pasada pérdidas de unos 1.500 millones de dólares a raíz de los ataques.

Representantes de la industria han mantenido en los últimos días varias reuniones con el presidente esrilanqués, Maithripala Sirisena, y el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, que han prometido medidas paliativas y se espera que la semana que viene anuncien un paquete de ayudas.

El Gobierno también ha nombrado un comité de cinco miembros encabezado por Sirisena y Wickremesinghe para tratar de sacar al sector turístico del atolladero, con su primer encuentro previsto para también para la semana próxima

Los atentados fueron cometidos por al menos nueve suicidas que portaban potentes explosivos en iglesias y hoteles.

Horas después, otra detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial.