El uso de robots y la "revolución industrial 4.0" no destruirán empleos, sino que acelerarán y harán más seguro el proceso de producción, defiende en una entrevista con Efe Laurent Bodin, director de la filial en España de la japonesa Yaskawa, que hoy inaugura su primera planta en Europa.

"Los robots industriales ofrecen oportunidades inimaginables hace unos años y grandes ventajas, como sistemas productivos más seguros y con menos accidentes laborales", dice Bodin, director de Yaskawa Ibérica.

Ante el creciente temor de que los robots vayan a destruir empleos, Bodin recuerda que todas las revoluciones tecnológicas vividas hasta ahora transformaron los sistemas productivos establecidos y causaron, al principio, gran alarma social.

"Si miramos el largo plazo, estas mejoras en el aprovechamiento de los recursos han provocado grandes mejores en la calidad de vida de las personas. La robótica industrial y la industria 4.0 no son una excepción", asegura.

"La revolución industrial 4.0 ha venido para quedarse y con la inauguración de nuestra fábrica en Eslovenia queremos que Europa sea participe de este gran cambio", agrega en una entrevista por correo electrónico.

La revolución industrial 4.0, o cuarta revolución industrial, se refiere a una nueva transformación de los sistemas de producción, cuyos elementos esenciales son la automatización, con máquinas controladas por algoritmos, el uso de inteligencia artificial y el llamado internet de las cosas.

En ese sentido, Bodin califica la apertura de la primera fábrica de Yaskawa en Europa como un "hito", ya que hasta ahora este mercado ha estado dominado por instalaciones en Asia.

Desde su fábrica eslovena, la empresa espera satisfacer el 80 % de las necesidades de producción europea y "permitirá reducir los tiempos de entrega y cadena de suministros", asegura.

"Sería correcto indicar que, más que una destrucción de empleo, los robots industriales se convierten en una herramienta más para poder trabajar de manera más intuitiva, con una mayor conectividad e usabilidad", concluye Bodin.

Para el mercado español, la empresa japonesa prevé duplicar sus ventas en los próximos seis años, hasta llegar a 500 unidades en 2025.

Según Yaskawa, España se encuentra entre los países europeos con mayor nivel de robotización, siendo cuarto a nivel europeo y duodécimo a nivel mundial.