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Los países emergentes toman la delantera en IA generativa frente al recelo europeo
India, Brasil, México y Sudáfrica lideran el uso, la confianza y la formación en IA, mientras Europa muestra menor adopción y más incertidumbre ante su utilidad, según un informe de la OCDE y Cisco.
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Durante décadas, las economías avanzadas han actuado como primera línea de fuego con cada nueva disrupción digital, mientras que los mercados emergentes llegaban después. Años más tarde, de hecho, conforme las barreras de precio bajaban, las infraestructuras se asentaban y el riesgo tecnológico se diluía.
Sin embargo, la irrupción de la inteligencia artificial generativa ha invertido por completo este orden. India, Brasil, México y Sudáfrica lideran hoy la adopción de IA generativa en todo el planeta. Y lo hacen, además, con las tasas de uso más altas, los niveles de confianza más elevados y la participación más activa en formación especializada.
Así lo denota un informe realizado por la OCDE y Cisco, según el cual Europa aparece en el extremo opuesto: esto es, afrontando la irrupción de la IA más escepticismo, incertidumbre ante la utilidad real de la tecnología y menores tasas de uso en general que las regiones emergentes. Dicho sea de paso, en la muestra comunitaria figuran Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido, pero no España.
En cualquier caso, el desglose del detalle confirma esta fractura geopolítica, también acrecentada por tramos de edad. Los jóvenes de las regiones emergentes se sitúan a la vanguardia del uso de inteligencia artificial: más del 50% de los menores de 35 años usa esta tecnología de forma activa, más del 75% asegura que la tecnología les resulta útil y casi la mitad de quienes tienen entre 26 y 35 años ha completado ya algún tipo de formación en IA.
En contraposición, entre los mayores de 45 años -especialmente en mercados desarrollados- más de la mitad no utiliza IA generativa en absoluto; y entre los mayores de 55 es habitual la respuesta “no sé” cuando se les pregunta si confían en estos sistemas. La definición misma de una brecha de familiaridad que produce, a su vez, efectos negativos en la percepción del riesgo asociado a la tecnología y en la expectativa de oportunidades laborales de futuro.
¿Cuáles son las causas de esta disonancia de manual? Los jóvenes en países emergentes enfrentan una situación sociolaboral más compleja que sus homólogos europeos y han encontrado en la inteligencia artificial la promesa de un futuro mejor. La OCDE destaca que, para este grupo demográfico, la tecnología es vista como determinante en su progreso profesional y por ello muestra una actitud de adaptación continua a través de cursos y certificaciones.
Por el contrario, en el Viejo Continente y en los grupos de mayor edad, la inteligencia artificial se ve más como un elemento extraño que como un aliado funcional.
La cuestión que surge a renglón seguido es si estamos ante una brecha digital que pueda evolucionar hacia una brecha socioeconómica mucho más difícil de cerrar. Por ello, la OCDE pide en su informe que personas de todas las edades, geografías y niveles de competencia sean capaces de usar esta tecnología para mejorar su vida.
Eso sí, sin obviar las preocupaciones dominantes en Europa sobre la responsabilidad, transparencia, equidad y privacidad en el diseño y uso de la inteligencia artificial. De ahí que el documento concluya con un llamamiento a gobiernos, empresas y sociedad civil para impulsar su uso responsable, reforzar la alfabetización digital intergeneracional y cerrar la distancia entre quienes ya utilizan la IA con naturalidad y quienes aún no han dado el primer paso.