En una entrevista con este medio celebrada en el marco del 37 Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones organizado por Ametic, Díaz pone nombres y, sobre todo, números a los principales focos donde debe centrarse el país para avanzar en este proceso. 

Uno de los primeros temas que sale durante la conversación es, en sí misma, una de las áreas que más preocupa a la industria tecnológica: la falta de especialistas TIC y la dificultad para contratar. 

Según las cifras publicadas por la Secretaría de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, este colectivo ha experimentado un crecimiento de este tipo de perfiles del 18% entre 2020 y 2022, pasando de 743.000 a más de 876.000 en 2022. Aún así, la pandemia acentuó la demanda de estas posiciones y, de acuerdo con el INE, en el último ejercicio, casi el 5% de las empresas tuvieron dificultad para cubrir una posición TIC. 

"En España, contamos con excelentes profesionales dentro del mundo tecnológico, pero no los suficientes como para cubrir todas las vacantes que solicitan las empresas", precisa Díaz. Además, apunta, el 60,2% de las firmas que se encontraron problemas para solventar estos puestos fue por la falta de cualificación de los solicitantes. 

La clave está en las competencias digitales 

Aquí, señala, es clave el desarrollo de las competencias digitales, un ámbito en el que el país está apostando mediante iniciativas como el Pacto Nacional de Competencias Digitales, que cuenta con una inversión de más de 3.500 millones de euros. 

"En España podemos estar orgullosos, el objetivo es llegar a 2030 con un 80% de la población con conocimientos digitales básicos o avanzados y ya estamos por el 64% (10 puntos por encima de la media europea), hemos dado un paso enorme y debemos sacar pecho", afirma la directora del organismo.

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Aún así, reconoce que aún hay que solventar "pequeñas brechas en determinados ámbitos de sectores más vulnerables", que no necesitan de acciones generalistas, sino de actuar "quirúrgicamente". Por ejemplo, en función de la edad existen 58 puntos de desventaja entre la población mayor y la más joven; de 49 puntos entre población no activa y estudiantes; y por nivel de estudios 47 puntos entre personas sin estudios y personas con alto nivel de estudios. "Ahí tenemos mucho, mucho, por hacer", lamenta Díaz. 

En este punto, destaca el Pacto por la Generación D, un proyecto puesto en marcha recientemente que busca formar a la ciudadanía en competencias digitales transversales y para el empleo, además de recualificar a directivos y empleados y formar a aquellos perfiles digitales demandados por las empresas. “Este reskilling es muy importante porque da oportunidades a personas que se han quedado sin trabajo para que empiecen en el sector de la tecnología con formación dirigida", cuenta. "España es un país que puede atraer y está atrayendo talento y los fondos europeos están haciendo posible que se pongan en marcha iniciativas que lo permitan". 

El sector TIC sigue sin ser paritario 

Sin embargo, las brechas no solo se dan en el plano socioeconómico, sino también en el de género, donde la presencia de las mujeres en este tipo de profesiones sigue siendo inferior a la de los hombres, haciendo que estén infrarrepresentadas "en uno de los sectores de mayor crecimiento y que goza de mejores condiciones laborales y perspectivas de futuro".

En concreto, según el último informe del ONTSI en esta materia, solo el 19,4% del total de especialistas en tecnologías digitales son mujeres y, tal y como precisan, aunque está cifra está algo por encima de la media europea, dista mucho de la paridad. 

Díaz precisa que esta diferencia entre géneros proviene se produce desde la etapa formativa, ya que, de acuerdo con los datos del organismo que dirige, menos del 18% de las mujeres en edad de trabajar tienen formación STEM y también son minoría las egresadas y estudiantes de FP en titulaciones más técnicas. 

En este sentido, la responsable del ONTSI ha precisado que es clave la colaboración público-privada para reducirla la brecha, impulsando iniciativas que vayan desde las "edades más tempranas" y en las que se promuevan este tipo de vertientes laborales entre las más pequeñas. "Aquí el esfuerzo es de todos", señala. 

"Una carrera de fondo"

En este ecosistema, Díaz también destaca el papel de las pequeñas y medianas empresas (pymes), cuyo papel es imprescindible en la economía del país y en la generación de empleo, por ello, "es esencial ayudarlas a mejorar su potencial e incrementar su productividad digitalizándose". 

Según el INE, en España, el 67,5% de las pymes contaban en 2022 con un nivel de intensidad de digitalización al menos básico, frente al 97% de las grandes empresas. 

Díaz precisa que, en su opinión, el principal problema al que se enfrentan estas compañías es la necesidad de un acompañamiento, ya que "bastante tienen con abrir su negocio todos los días como para tener que preocuparse" de otros aspectos. Aquí, destaca, es donde ganan importancia programas como el Kit Digital, que está dotado con más de 3.000 millones de euros y busca ayudar a las firmas en este proceso.

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"Ha sido clave la forma en la que se ha estructurado este programa, con un agente digitalizador que pueda llegar a la pyme, ver su situación y decirle qué es lo que necesita dependiendo de sus necesidades", explica. "Es una gota que va calando, estamos dando pasos y tenemos objetivos de cara a 2030 muy ambiciosos, es una carrera de fondo, no un esprint".

En la misma línea, Díaz destaca el trabajo que están llevando a cabo en materia de concienciación en ciberseguridad, donde las pymes son, una vez más, las grandes damnificadas. Según explica, aún es costoso hacer entender que, por muy pequeña que sea una firma, sus datos son valiosos y, por ende, son susceptibles de recibir un ataque.

"El hecho de que el Kit Digital tenga una categoría de ciberseguridad ya es, en sí mismo, un hito muy importante porque los agentes digitalizadores van a poder ayudar a las empresas a poner medidas básicas de protección", apunta. "Aún así, queda mucho por hacer".