Fermín Manzanedo, cofundador y CISO/COO de Transparent Edge.

Fermín Manzanedo, cofundador y CISO/COO de Transparent Edge.

Opinión Escala España / Adigital

Imperativo scaleups: una nueva economía

Fermín Manzanedo
Publicada

La narrativa económica de la última década en España ha estado, con razón, dominada por el auge del ecosistema emprendedor. Celebramos la creación de startups, aplaudimos las rondas semilla y nos enorgullecemos del espíritu innovador. Sin embargo, en esta euforia inicial, hemos dejado de lado un aspecto estratégico: la ambición termina justo al inicio del viaje del crecimiento. Como si salieses a navegar y echases el ancla al pasar el puerto.

Digamos que una startup necesita de dos a cinco años para validar el "product-market fit", es decir, corroborar que su producto funciona en el mercado. Superada esta fase, mantener el negocio ya es todo un hito, pero conseguir un crecimiento a doble dígito durante más de tres años consecutivos es para nota.

Solo una de cada 200 startups logra convertirse en una scaleup real. ¿El gran desafío? Fondear en las aguas de la escalabilidad sin apoyo en la financiación de crecimiento. Y lo digo con conocimiento de causa porque crecer con recursos propios es harina de otro costal.

Necesitamos un cambio de rumbo. Mientras que las startups generan innovación disruptiva, son las scaleups las que actúan como brújula en la creación de empleo de alto valor añadido y riqueza productiva. Estas compañías concentran el grueso de la inversión extranjera, suman valor a las exportaciones e impulsan la digitalización de todo el ecosistema empresarial.

Si queremos una economía más resiliente, menos dependiente de la inestabilidad geopolítica que atravesamos y capaz de competir a nivel global, es necesario que la política económica española traslade su foco de atención y recursos hacia este segmento.

La escasez de capital inversor de gran magnitud es un lastre para las empresas emergentes que necesitan financiar su expansión e incursión en nuevos mercados. Necesitamos con urgencia un marco que incentive la inversión de fondos para que las empresas en fase de crecimiento puedan salir de lo que conocemos como el 'Valle de la Muerte' de la escalabilidad.

No podemos aspirar a crear campeones nacionales si penalizamos las herramientas clave para alinear a fundadores y empleados con el éxito a largo plazo de la compañía.

Situar a las scaleups como eje prioritario implica tres líneas de actuación ineludibles por parte de la Administración. En primer lugar, los incentivos al capital de crecimiento. Es necesario diseñar y apoyar fondos público-privados orientados a las fases de escalado, y establecer reglas claras en la estabilidad fiscal para convencer a inversores internacionales.

En segundo lugar, es imprescindible reformar la fiscalidad de las stock options y del carried interest. El objetivo es equiparar nuestras condiciones a las de referentes europeos, como Países Bajos, Portugal o Irlanda, y así potenciar significativamente la atracción y retención de talento clave.

Y, por último, el Estado debe asumir su rol como cliente y socio estratégico activo. Utilizando la compra pública innovadora como palanca para validar y hacer crecer las soluciones de las scaleups nacionales, abriendo la puerta a su expansión internacional.

La competitividad de una nación se mide por su capacidad de generar grandes empresas globales. Hemos hecho bien la tarea de sembrar, pero ahora es el momento de cosechar. Priorizar a las scaleups no es un favor a un sector, sino un imperativo de supervivencia económica y de modernización del tejido productivo.

El futuro no pertenece a los países que tienen ideas, sino a aquellos que saben escalarlas. ¿Salimos a navegar o nos quedamos en el puerto?

***Fermín Manzanedo es cofundador y CISO/COO de Transparent Edge.