Serafín Fernández.
Hace tres años, cuando inicié la tarea de montar un equipo de desarrollo de software en Mercadona, no imaginaba que creceríamos hasta ser un equipo de más de 100 personas. Cien desarrolladores de software que se suman a otros tantos developers y perfiles técnicos que forman parte de las 1.200 personas que componen Mercadona IT, el departamento responsable de la digitalización de Mercadona.
Este crecimiento ha sido un desafío constante. El mundo del desarrollo de software está en constante evolución, y con ello, la demanda de este tipo de talento crece a pasos agigantados. Hoy en día, las empresas no solo compiten en salario, sino en ofrecer entornos donde los desarrolladores puedan crecer, sentirse desafiados y, sobre todo, valorados. En este contexto, la fidelización del talento se ha vuelto una urgencia tan compleja como la atracción.
Nuestra prioridad ha sido siempre enfocarnos en lo que realmente importa: proyectos relevantes, un ambiente de confianza, y la oportunidad para que cada miembro del equipo pueda desarrollarse profesionalmente, sentirse valorado y tener un impacto real. Creo que esto es lo que genera la diferencia a largo plazo.
¿Y qué es lo verdaderamente importante? En mi opinión:
1. Relevancia de los Proyectos: A todos nos motiva saber que nuestro trabajo tiene un impacto real. No se trata solo de escribir código, sino de sentir que estás contribuyendo a algo importante. Proyectos desafiantes y con propósito son un argumento imbatible.
2. Estabilidad y Confianza: Un buen salario es importante, pero la estabilidad laboral y la confianza en la empresa son factores decisivos. Los desarrolladores buscan organizaciones en las que puedan crecer a largo plazo, no solo en su carrera, sino también en términos de seguridad y bienestar.
3. Autonomía y capacidad de decidir: La autonomía para tomar decisiones técnicas y sentir que sus ideas son valoradas es clave. A nadie le gusta estar en un equipo donde las decisiones ya vienen impuestas y no hay espacio para la creatividad.
4.- Retos tecnológicos: Muchos desarrolladores valoran la oportunidad de aprender y trabajar con tecnologías emergentes. Ofrecer retos técnicos interesantes es un imán para atraer a los mejores talentos.
5.- Oportunidades de formación y aprendizaje: Trabajar en un entorno donde poder aprender y crecer, tanto a través de formación formal (cursos, certificaciones) como de la colaboración con colegas experimentados es un valor diferencial en un mundo en constante evolución.
6.- Compañerismo y buen entorno de trabajo: Un ambiente de trabajo saludable, donde el compañerismo y la colaboración sean prioridades, puede ser más atractivo que cualquier paquete de beneficios superficiales. La cultura organizacional es uno de los factores que más retiene talento.
Hoy en día, muchos desarrolladores pueden detectar fácilmente si una empresa realmente valora a su equipo o si simplemente está tratando de vender una imagen. Las iniciativas más superfluas o los espacios orientados al entretenimiento en el trabajo pueden atraer talento temporalmente, pero solo las empresas que tienen una hoja de ruta clara logran mantener a su equipo comprometido a largo plazo.
La autenticidad, la confianza y un propósito claro son los verdaderos diferenciadores que mantienen a los desarrolladores (y a los trabajadores en general) comprometidos y motivados. Al final, lo que marca la diferencia, es el valor real que la empresa ofrece a sus empleados, más allá de las tendencias.
***Serafín Fernández es director de Ingeniería Informática en Mercadona IT.