
Josep Baiges, consejero delegado de REDESSA, responsable del Parque Tecnológico y de Innovación del Tecnoparc de Reus.
Los parques tecnológicos y de innovación juegan un papel clave como motor de desarrollo económico y de modernización del tejido productivo. Sin embargo, más allá de los focos consolidados de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, los parques ubicados en ciudades medianas, se enfrentan a una serie de retos estructurales en los que trabajar, con la misma intensidad que en sus potencialidades.
Estas ciudades, que se sitúan entre los 50.000 y 200.000 habitantes, desempeñan un papel estratégico básico en la vertebración territorial, pero su escala presenta algunas limitaciones que dificultan la consolidación de ecosistemas innovadores sólidos. Porque el desafío no es únicamente desarrollar parques científicos y tecnológicos, sino hacer que estos funcionen como plataformas activas de innovación, transferencia de conocimiento y atracción de talento.
Empecemos por los retos. Uno de los problemas más recurrentes de los parques de ciudades medianas es la necesidad de captar y retener el talento que generan y que tiende a emigrar a grandes urbes en busca de mejores oportunidades laborales y mayores posibilidades de proyección profesional, dejando a estos ecosistemas emergentes en una situación de desventaja.
La complejidad a la hora de atraer inversión privada que ayude a potenciar el tejido de startups y spinoffs locales es otro reto en el que también centramos nuestros esfuerzos, ya que mientras las grandes capitales como Madrid o Barcelona cuentan con redes consolidadas de capital riesgo, business angels y fondos de inversión, en las ciudades medianas, el acceso a financiación para startups tecnológicas o proyectos innovadores es más complicado, y en este contexto, el crecimiento y la evolución del parque podría quedar en manos de las posibilidades de inversión pública, ya sea local, autonómica o estatal, o bien a programas de financiación europeos.
Pero, los parques de ciudades medianas también cuentan con oportunidades diferenciales que pueden ser claves para su desarrollo. En primer lugar, la especialización en sectores esenciales en los cuales tienen ventajas competitivas, como por ejemplo, el agroalimentario, la bioeconomía o las energías renovables, entre otros. Si los parques científicos y tecnológicos se alinean con estos sectores y generan valor añadido desde la I+D, colaborando con las empresas y las universidades, pueden convertirse en importantes nodos de desarrollo territorial.
Con una segmentación clara, enfocada a sectores propios del territorio donde se establecen, estos parques ofrecen una mayor cercanía y cuentan con administraciones locales que suelen ser más próximas, lo que permite establecer relaciones más directas y efectivas. A su vez, esta cercanía les facilita el rol de generadores de espacios de encuentro, jornadas y actividades que sirven de puente entre los centros de investigación, la universidad y las empresas, es decir, les permite actuar como verdaderos ecosistemas de innovación.
Para acabar, no podemos obviar uno de los mayores atractivos de estas ciudades: su calidad de vida. La menor densidad de población, la proximidad a espacios naturales y un ambiente más relajado, además de un menor coste de vida, es un potente atractivo para perfiles que priman alejarse del ritmo frenético de las grandes ciudades.
Los parques de ciudades medianas deben dejar de verse como actores secundarios del ecosistema innovador estatal. Su escala humana, su capacidad de especialización territorial y la calidad de vida que ofrecen constituyen ventajas diferenciales que, bien gestionadas, pueden convertirlos en motores reales de transformación. En un mundo donde la innovación ya no es exclusiva de las grandes metrópolis, las ciudades medianas tienen en sus parques científicos y tecnológicos una oportunidad de repercutir en el crecimiento empresarial y en la sociedad civil, creando nuevas oportunidades de desarrollo económico.
***Josep Baiges, consejero delegado de REDESSA, responsable del Parque Tecnológico y de Innovación del Tecnoparc de Reus.