Es probable que no conozcáis empresas como 4ocean, una empresa norteamericana dedicada a poner fin a la crisis del plástico en los océanos y que ha eliminado más de trece millones de kilos de basura de los océanos, ríos y costas del mundo desde su fundación en  2017. O como Pano AI, otra empresa norteamericana líder en detección temprana e inteligencia de incendios forestales que brinda a gobiernos, servicios públicos, aseguradoras y propietarios herramientas avanzadas e inteligencia para mitigar rápidamente las amenazas de incendios forestales y, al mismo tiempo, proteger vidas, propiedades y el medio ambiente.

Por otra parte, según los datos que he encontrado en Statista, en 2022, la cantidad de startups de Climate Tech (tecnología climática) en América del Norte y Europa casi alcanzó la cifra de  45.000. Siendo la mayor parte de Estados Unidos (14.3009), y siguiéndola a gran distancia las nacidas en Reino Unido (5.279) y Alemania (3.656).

En paralelo, leo en un post de AENU (un fondo de capital riesgo de tecnología climática centrado en empresas en etapa inicial en Europa) que a los dos países mencionados más arriba les siguen Suecia, Luxemburgo y Dinamarca.

Startups de 'climatetech' (tecnología climática). Fuente: Statista.

Startups de 'climatetech' (tecnología climática). Fuente: Statista.

Es curioso que no haya encontrado datos más actuales, pero para el propósito de mi columna no es algo crítico. El post de AENU también se escribió ese mismo año y creo que la conclusión final sigue siendo mayormente válida: “La cleantech y la acción climática están cobrando cada vez más protagonismo en países de toda Europa… Las nuevas regulaciones europeas seguirán creando una gran demanda de tecnología climática en toda la economía y la sociedad...”

Supongo que os preguntáis cuál es el propósito de mi columna. Así que os cuento porqué hablo de este tema  y porqué he llamado a esta columna La Oportunidad de Climate Tech. Seguro que habéis visto por múltiples canales que nuestro aliado Donald sigue con su cruzada contra todo lo que huela a sostenibilidad, así que me pregunto si esto no hará que el peso de las startups relacionadas con Green Tech nacidas en los Estados Unidos de América decrezca y que, a su vez, crezca en el viejo continente y en otros puntos del planeta. Es una pregunta abierta, pero no cabe duda de que el planeta necesita que este tipo de empresas sigan naciendo para satisfacer las necesidades existentes de investigación, innovación e inversiones.

Lo que está claro es que la sostenibilidad y la tecnología verde siguen siendo muy importantes, siguen estando de moda aunque el número de agoreros y de asustadizos esté creciendo. Por cierto, por si no lo tenemos claro , Green Tech se ha convertido en una especie de paraguas que se  utiliza como un término general para referirse al clima (Climate Tech) y a la tecnología limpia (Clean Tech).

Si os interesa este tema tanto como a mí, espero que sigáis con atención 4YFN ya que tiene una agenda específica de Green Tech, con sesiones tan interesantes como “Reimagine earth: Sustainable innovations to protect the planet” donde conocer de primera mano la visión de Zoe Peden (Ananda Impact Ventures) o Ignasi Ferrer (Ocean Ecostructures); u otro interesante debate como “Why going electric is not enough: let’s talk about green mobility” con ponentes de la talla de Timo Buetefisch (Cooltra) o Gregory Ducongé (Vulog).