Raquel Hernández y Elena García Díez (Microsoft), en una ilustración para el documental realizada con inteligencia artificial.

Raquel Hernández y Elena García Díez (Microsoft), en una ilustración para el documental realizada con inteligencia artificial.

Tecnológicas DISRUPTORES VIEWPOINT

Ciberseguridad en tiempos de la inteligencia artificial: perímetro ampliado, nuevas amenazas y estrategias por redefinir

Las expertas en ciberseguridad de Microsoft, Raquel Hernández y Elena García, explican en este documental de DISRUPTORES cómo el uso de IA y el teletrabajo diluyen las fronteras digitales y obligan a reforzar la protección de identidades.

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Durante años, la ciberseguridad se explicaba con una metáfora bien sencilla: un perímetro que protegía lo que estaba dentro de la organización frente a lo que quedaba fuera. Un firewall, una muralla digital, una frontera relativamente estable. Ese marco mental empezó a resquebrajarse con la llegada del cloud y el trabajo remoto, y ha terminado de saltar por los aires con la irrupción de la inteligencia artificial. Hoy, el perímetro ya no es una línea fija, sino que es una superficie cambiante, fragmentada y con una democratización de las amenazas nunca antes vista.

Ese es uno de los diagnósticos de partida del documental Ciberseguridad en tiempos de la IA, producido por DISRUPTORES - EL ESPAÑOL junto a Microsoft. Un relato que huye del alarmismo y del futurismo fácil para detenerse en cómo la inteligencia artificial no está introduciendo un único riesgo nuevo, sino que amplifica todos los ya existentes.

En esta ocasión, Raquel Hernández González, directora de Soluciones de Seguridad de Microsoft España, y Elena García Díez, Chief Security Advisor de Microsoft, analizan cómo esta ampliación de la superficie de ataque obliga a las organizaciones a repensar su modelo de defensa en un contexto marcado por la adopción acelerada de la inteligencia artificial.

Ciberseguridad en tiempos de la inteligencia artificial Sara Fernández

Con la adopción de la nube, el perímetro ya se había vuelto más líquido y difuso. La inteligencia artificial acelera ese proceso y lo lleva un paso más allá. La superficie de ataque crece en todas direcciones, afectando tanto a la arquitectura técnica como a la forma en que las organizaciones entienden y gobiernan su propia defensa digital. Identidades, dispositivos, datos y procesos quedan entrelazados en un ecosistema mucho más complejo de proteger, como explican las expertas en el documental.

Los datos respaldan esta percepción. Según los indicadores manejados por Microsoft en su último Digital Defense Report, más de la mitad de las organizaciones ya están identificando incidentes en los que la inteligencia artificial juega algún papel.

Raquel Hernández González, directora de Soluciones de Seguridad de Microsoft España, en el documental de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.

Raquel Hernández González, directora de Soluciones de Seguridad de Microsoft España, en el documental de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Sara Fernández

Y eso que no siempre es el detonante directo: en muchas ocasiones sólo es el elemento que hace los ataques más sofisticados, más dinámicos o más difíciles de detectar y contener. En concreto, el 57% de las organizaciones reconoce ya incidentes en los que la IA incrementa la potencia o la complejidad del ataque.

Lejos de tratarse de escenarios futuristas, el foco vuelve una y otra vez a los vectores más tradicionales. La identidad digital sigue siendo el gran talón de Aquiles del sistema. No en vano, los ataques más exitosos no suelen explotar vulnerabilidades técnicas especialmente sofisticadas, sino credenciales comprometidas, accesos indebidos o errores humanos. Entender quién está haciendo qué, cuándo y por qué sigue siendo la base de cualquier estrategia de defensa eficaz.

Un momento del documental de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, con Elena García Díez, Chief Security Advisor de Microsoft.

Un momento del documental de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, con Elena García Díez, Chief Security Advisor de Microsoft. Sara Fernández

La inteligencia artificial entra en escena precisamente ahí, porque lejos de ser un factor negativo también puede convertirse en el gran aliado de esas defensas activas y mejor pensadas que toda empresa necesita. La IA como capa que se superpone a identidades, dispositivos, plataformas y flujos de información.

Un cambio que obliga a revisar algunos reflejos heredados, para acabar con una máxima tan obvia como obviada: debemos aplicar a la IA los mismos principios que ya se conocen en el mundo clásico: gestión de identidades, verificación, control de comportamientos y capacidad de respuesta temprana. Incluso los modelos y agentes de IA deben tratarse como identidades digitales sujetas a gobernanza y supervisión.

En ese esquema, la tecnología por sí sola no basta. El documental insiste en la enorme importancia de la cultura de seguridad de cada organización. Porque formar, concienciar y dotar de criterio a los empleados se convierte en una condición imprescindible para detectar señales tempranas y evitar que un incidente escale hasta convertirse en una crisis mayor.

El mensaje final de este documental no es derrotista, pero tampoco complaciente. Parte del manido mantra de que una organización no debe dudar de si va a ser atacada, sino si está preparada para responder. En un escenario en el que la inteligencia artificial acelera tanto las capacidades defensivas como las ofensivas, la diferencia no la marca la promesa tecnológica, sino la capacidad de anticipación, visibilidad y reacción de cada empresa y sus equipos.