Constantino Fernández, CEO de Altia.
Altia busca tres nuevas adquisiciones y prevé superar los 330 millones de euros en ingresos para 2026
El grupo tecnológico gallego, con un 40% de su negocio en el sector público e Inditex como cliente estratégico, mantiene tres operaciones abiertas y refuerza su crecimiento orgánico con una nueva ofensiva de internacionalización.
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El mercado de la consultoría sigue en un momento de cambios corporativos de gran calado, con compras y fusiones por doquier, fondos de inversión mediante. Operaciones que ya comienzan a consolidar grandes colosos del sector y que, entre tanto, obliga a las empresas medianas a mover ficha para no perder ritmo.
Es el caso de Altia, consultora española con tres décadas en su haber, cotizada en el BME Growth y financiada únicamente con recursos propios. Una lucha desigual frente al reguero de dinero llegado del capital riesgo, pero que no evita que esta enseña planee ya tres adquisiciones para el futuro inmediato. Dos de ellas serán en España, la otra internacional, y siempre buscando integraciones profundas, no simple adicción numérica.
Así lo ha asegurado Constantino Fernández, fundador y CEO de la compañía, en rueda de prensa: “Estamos evaluando oportunidades, pero no existe un mandato de búsqueda activa, sino que las operaciones aparecen por oportunidad y encaje".
Una de las compañías actualmente bajo análisis opera parcialmente en el ámbito de defensa, un sector que Altia considera estratégico para el futuro: “Una de las empresas que estamos viendo tiene una parte que trabaja en defensa, y nosotros también estamos ahí. Tenemos muchos clientes en defensa y en la Policía. Si esa operación se concreta, seguro que daremos un salto en ese ámbito; y si no, seguiremos donde estamos”, apuntó el directivo.
Fernández trata de mostrar cierta indiferencia ante estas oportunidades: "Nunca ponemos en ningún crecimiento basado en compras de compañías. Si luego la compra aparece, será más. Proyectamos lo que con los que somos ahora vamos a ser capaces de hacer".
En ese sentido, la enseña prevé alcanzar los 300 millones de euros de facturación en 2025 y superar los 330 millones en 2026, con un beneficio neto que crecerá un 57%, hasta los 24 millones. Eso sin contar lo que pueda aportar ese crecimiento inorgánico todavía por aterrizar.
De hecho, la prudencia de este gallego también marca la estrategia financiera. Constantino Fernández mantiene el 81% del capital y nunca ha vendido acciones, salvo las necesarias para garantizar liquidez en el mercado bursátil. "Tenemos muy poca deuda porque no somos nada amigos de la deuda", afirma. "Hemos sido conservadores a la hora de repartir dividendos; todo el beneficio que generamos sigue generando capacidad. Si necesitamos financiación para alguna operación, la palanca de la deuda está ahí, pero como último recurso".
Este enfoque responde a una visión de largo plazo, alejado de las integraciones con gigantes internacionales o la entrada de cualquier fondo: "Somos una empresa que puede encajar dentro del modelo familiar y queremos seguir siéndolo. No estamos en el camino de integrar para vender, sino de crecer liderando nosotros el proceso", subrayó.
Competencia y la llegada de la IA
El máximo ejecutivo de Altia reconoció que el entorno competitivo es cada vez más complejo, con grandes multinacionales aplicando fuertes descuentos para ganar proyectos, hasta límites insospechados.
"Nos encontramos en un escenario en que grandes compañías hacen descuentos que son muy arriesgados", advirtió Fernández. Preguntado si se trata de dumping, admitió: “Podría ser. Es un momento de mucha presión, sobre todo en los precios, y eso obliga a tener una propuesta de valor sólida y diferencial".
Altia mantiene, en este contexto, una presencia muy significativa en el sector público, que representa alrededor del 40% de su facturación, además de clientes estratégicos como Inditex, para la que la compañía digitaliza procesos de logística.
Preguntado por el impacto de la inteligencia artificial en el sector de la consultoría, el presidente de Altia consideró que la automatización afectará a los modelos de eficiencia, pero no reducirá la plantilla: "En el desarrollo de software hay expectativas muy altas, pero la verdad es que solo es un 20% de mejora. En un negocio de un dígito, ese 20% cuenta mucho, pero nosotros seguimos previendo crecimiento de personal. La IA aportará eficiencia, no despidos", aseguró.
Altia cuenta actualmente con más de 4.000 profesionales de 41 nacionalidades, con un 98% de contratos indefinidos. En 2024 invirtió más de cuatro millones de euros en formación, reforzando medidas de conciliación y teletrabajo. "El talento es la otra cara de la moneda junto al cliente -explicó el ejecutivo coruñés-. Por mucha tecnología que tengas, la diferencia la marcan las personas. La clave es tener equipos motivados, formados y con posibilidades reales de crecer".
Internacionalización
La compañía opera ya en diez países, con posiciones consolidadas en Portugal y Latinoamérica y nuevas oficinas en mercados como Francia y Reino Unido. En el exterior, la firma busca crecer de forma gradual, “sembrando negocio, contratando equipos y construyendo marca”.
La internacionalización volverá a ganar peso en la facturación en los próximos ejercicios, después de que las últimas adquisiciones -centradas en España- redujeran temporalmente su proporción exterior: "No es lo más importante si es dentro o fuera; lo importante es crecer en todos los mercados. En algunos estamos muy consolidados, en otros apenas arrancando, pero con la misma filosofía", señaló Fernández.