Satya Nadella, CEO de Microsoft.

Satya Nadella, CEO de Microsoft.

Tecnológicas

Microsoft sigue materializando su ofensiva europea con el lanzamiento de una nube pública y privada soberana

Satya Nadella anuncia en Ámsterdam nuevas soluciones cloud que refuerzan el control europeo sobre los datos, la ciberseguridad y el cumplimiento normativo.

Más información: Microsoft promete impugnar cualquier intromisión de Estados Unidos en sus servicios 'cloud' localizados en Europa

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Microsoft ha activado este lunes en Ámsterdam el segundo gran movimiento de su estrategia digital para Europa con la que busca congraciarse con las empresas (y reguladores) del Viejo Continente. Si en abril fue Brad Smith quien desgranó los cinco compromisos clave de la compañía a este lado del Atlántico, hoy ha sido el propio Satya Nadella, CEO de la tecnológica, quien ha anunciado la mayor ampliación hasta la fecha de su propuesta en materia de soberanía digital: el lanzamiento de Microsoft Sovereign Cloud, una oferta integral que abarca tanto la nube pública como entornos privados y socios nacionales.

Ésta es una propuesta cada vez más habitual en el mercado, que otros hiperescalares ya han ido abrazando, permitiendo en última instancia que cualquier organización europea —sea pública o privada— pueda operar de forma segura, independiente y conforme a la legislación continental, sin perder acceso a la innovación puntera en inteligencia artificial, ciberseguridad y servicios cloud.

“Nos comprometemos con un modelo de soberanía digital que empodera a individuos e instituciones para operar con autonomía, seguridad y control autodeterminado”, ha defendido Nadella durante su intervención.

La nueva Microsoft Sovereign Cloud se divide en tres grandes bloques: Sovereign Public Cloud, Sovereign Private Cloud y las ya conocidas National Partner Clouds en Francia y Alemania, gestionadas por Bleu (Orange + Capgemini) y Delos Cloud (SAP + Arvato), respectivamente.

Con este anuncio, la firma de Redmond da forma concreta al primero de los compromisos adquiridos por Smith el pasado abril: construir un ecosistema de IA y nube de clase mundial en Europa, con una infraestructura anclada en territorio europeo, respetuosa con sus marcos regulatorios y con un compromiso explícito de adaptación local. Un mensaje dirigido tanto a los clientes institucionales como a los reguladores comunitarios, cada vez más firmes en sus exigencias de soberanía tecnológica.

El secreto para evitar las presiones o intromisiones de Trump y sus secuaces está en la integración de herramientas como Data Guardian, que garantiza que solo personal residente en Europa pueda aprobar y monitorizar los accesos remotos a los sistemas cloud, con auditoría en tiempo real y registro inviolable. Además, se ofrece External Key Management, que permite a los clientes gestionar sus claves de cifrado mediante módulos HSM propios o de terceros —como Futurex, Thales o Utimaco—, y Regulated Environment Management, una consola unificada para configurar y supervisar todos los parámetros de soberanía.

A ello se suma la modalidad Sovereign Private Cloud, para aquellas organizaciones que requieran mayor aislamiento, continuidad operativa y control físico sobre su infraestructura. Este modelo se basa en Azure Local y ahora integra Microsoft 365 Local, lo que permite ejecutar Exchange, SharePoint y otros servicios de productividad directamente en el datacenter del cliente, bajo su gobierno exclusivo.

Seguridad y confianza como ejes estratégicos

Este nuevo capítulo se alinea también con otra gran promesa ya materializada de Microsoft: el European Security Program, presentado por Smith el pasado cuatro de junio en Berlín. Un plan integral de ciberseguridad que incluye desde la monitorización de amenazas en tiempo real hasta alianzas con Europol y disrupción activa contra actores estatales hostiles como Rusia o China.

En cualquier caso, el principal activo de esta ofensiva europea de los de Redmond pasa por el compromiso expreso de Microsoft de impugnar judicialmente cualquier intento externo —incluido por parte del gobierno estadounidense— de interferir en sus operaciones cloud en suelo europeo. Para ello, la compañía ya ha estructurado sus filiales con juntas directivas locales y diseñado planes de continuidad junto a proveedores y gobiernos.