Junta Tsujinaga, CEO de OMRON, en el ATC de Stuttgart (Alemania).

Junta Tsujinaga, CEO de OMRON, en el ATC de Stuttgart (Alemania).

Gran Empresa ENTREVISTA

J. Tsujinaga (CEO de OMRON): "En cinco años queremos un mundo que no necesite empleados extra cualificados"

DISRUPTORES conversa con el máximo responsable de la multinacional japonesa referente en automatización industrial. "La industria 4.0 es un concepto ya antiguo", dice.

Más información: El lugar donde la robótica industrial sube de nivel: así es el nuevo centro de automatización de OMRON en Alemania

Stuttgart (Alemania)
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Una plancha para pantalones y un afilador de cuchillos: primero fueron dos ideas sin empresa que las cobijara con la firma de Kazuma Tateisi. Más tarde, en 1933, este inventor japonés fundó Tateisi Electric Manufacturing Co con la ambición de poder dar solución a la necesidad de contar con máquinas de rayos X más rápidas en los hospitales; hoy, es una de las multinacionales más potentes en industria 4.0 y su nombre es OMRON.

Esta compañía, además de ser referente en sectores como la sanidad, la automoción o la electrónica, ha sabido ir posicionándose en ámbitos tecnológicos de primera magnitud como la automatización industrial, la visión artificial, la sensórica o el tratamiento de datos.

La irrupción vertiginosa de la tecnología en la industria no ha sido ajena a OMRON, que se ha arrojado a sus brazos para ganar músculo competitivo, hasta tal punto que casi ninguno de sus procesos parece entenderse ya sin expresiones como inteligencia artificial, mantenimiento predictivo o automatización.

Demasiados estímulos tecnológicos como para no preguntarse qué papel va a jugar la fuerza laboral en una industria cada vez menos dependiente de los seres humanos.

Su actual CEO, Junta Tsujinaga, atiende a DISRUPTORES en uno de los despachos del nuevo Centro de Automatización Tecnológica (ATC, por sus siglas en inglés) de Stuttgart (Alemania), y no duda al responder a esa duda.

No dice que los empleos humanos van a desaparecer, pero sí que deja una frase que da qué pensar: "Queremos crear un mundo en los próximos cinco años donde no se necesiten técnicos especializados o trabajadores altamente cualificados".

Es una frase llamativa y más si tenemos en cuenta cómo muchos países pelean por atraer la mayor cantidad posible de talento tecnológico en un contexto en el que precisamente la falta de talento de este tipo es uno de los problemas más nombrados por la industria.

En cualquier caso, esa es la opinión del CEO de OMRON, que matiza que "lo que ofrecemos en el mundo de la fabricación es añadir nuevo valor con la IA; la utilización de la IA facilita la fabricación, no necesitas artesanía, no necesitas estas habilidades técnicas finas para hacer las cosas, sino que puedes tener la IA como ayuda".

Y es que, según añade, la IA "permitirá identificar los problemas en las instalaciones del cliente de manera más detallada y sencilla y encontrar soluciones fácilmente". La inteligencia artificial, una vez más, irrumpe sin llamar a la puerta en cualquier conversación.

Precisamente la IA es una de las patas que forma parte de un acuerdo que OMRON ha firmado este mismo año aquí en Stuttgart con la tecnológica Cognizant, una alianza encaminada a acabar "de una vez" con la idea de que, en una empresa, las tecnologías de la información (IT, por sus siglas en inglés) y las tecnologías operativas (OT) sean compartimentos estancos.

De esta forma, Cognizant se acaba de convertir en socio de ingeniería para los productos del área de automatización industrial de OMRON. Esto supone que ofrecerán una solución única e integral en la que se combinarán los productos OT de OMRON -sensores, controladores, servomotores, sistemas de seguridad y robots- con las capacidades de Cognizant en tecnologías IT como la nube, inteligencia artificial, IoT y gemelos digitales. Y todo, aderezado con grandes dosis de IA, por supuesto.

Pero volvamos a la conversación con Tsujinaga. Sobre este acuerdo con Cognizant revela que "apuntamos a unos 15 grandes fabricantes como clientes objetivo para ofrecer las soluciones que hemos creado con nuestra colaboración. En los próximos cinco años, ambas partes apuntamos a un volumen de ventas acumulado de 300 millones de dólares estadounidenses".

Y sobre la importancia de la inteligencia artificial, tampoco tiene dudas de su impacto. "Este boom continuará por el momento. Sin embargo, tal como están las cosas ahora, no creo que la implementación de la IA en la industria manufacturera avance especialmente", explica el CEO con una nueva dosis de realismo.

"No creo que la implementación de la IA en la industria manufacturera avance especialmente"

¿De dónde viene esa cautela con la IA industrial? Él mismo responde: "Si usas IA, necesitas datos de alta calidad y ahora, en la industria manufacturera, eso aún no está establecido". Vuelve al acuerdo con Cognizant para resaltar que "ahora podremos obtener datos de buena calidad y ellos tienen la capacidad de utilizar la IA; al combinar esto, creemos que la instalación de IA en la industria manufacturera aumentará".

Tsujinaga aún dispara una bala más de realismo. "El concepto de industria 4.0 ya es bastante antiguo. Muchos han intentado cosas para mejorar la producción, pero realmente no está donde debería estar. Todo el mundo sabe que hay un límite para mejorar los niveles de fabricación con las posibilidades actuales. Pero no hay evolución y no hay aceleración", argumenta. Revela -y no supone ya ninguna sorpresa- que el acuerdo con Cognizant también viene a solucionar esto.

Tiene el CEO de OMRON los pies tan amarrados al suelo que incluso al hablar de la situación de su compañía aporta ciertas dosis de prudencia. "En 2023, nuestro rendimiento se redujo significativamente y estamos trabajando para reconstruir OMRON. Esta reconstrucción comenzó en abril de 2024 y lo que pretendemos es reformar nuestra estructura de ingresos y crear una nueva estrategia de crecimiento", resume.

Si lo que se le pregunta es su opinión sobre el nivel tecnológico de la industria, adivinen: "Bastante bajo". Y adivinen también que responde sobre qué papel desempeñan Europa o España en el contexto global: "Yo diría que el nivel de Europa sigue siendo bajo, pero no el más bajo en todo el mundo", concluye.

Un análisis realista de la situación y un aviso a navegantes sobre la necesidad de mano de obra cualificada en el futuro de las industrias. Así ha transcurrido esta conversación con el CEO de OMRON en la que el acuerdo con Cognizant, al menos, ha aportado cierta esperanza.

Una esperanza similar a la que se respira en este CTA de OMRON en Stuttgart, pensado para atraer posibles clientes, colaborar con ellos para probar soluciones y, así, hacer evolucionar el sector.

La importancia de bajar a conocer las necesidades de los clientes y buscar soluciones pequeñas pero escalables puede ser la clave, según afirman desde OMRON. Que conozcan y que se acostumbren a todo lo que, por ejemplo, la inteligencia artificial puede hacer por su industria en términos de ahorro de costes o mayor productividad es clave.