La spin-off se ha centrado en el desarrollo de sensores de detección de drogas de abuso sexual o sumisión en bebidas.

La spin-off se ha centrado en el desarrollo de sensores de detección de drogas de abuso sexual o sumisión en bebidas.

Centros tecnológicos

Estos sensores cambian de color para detectar fácilmente las drogas de sumisión química en bebidas

Es una de las líneas de actuación de Optical Sens, la primera spin-off conjunta de la Universitat de València y la Universitat Politècnica de Valencia.

19 enero, 2024 02:00

La transferencia de conocimiento es uno de los grandes retos de nuestra sociedad, reivindicada por los investigadores y crucial para el progreso de una ciudadanía ávida de recibir todo el conocimiento que se genera puertas adentro del laboratorio.

La mayor madurez del ecosistema emprendedor español, con una rica variedad de inversones, startups y demás protagonistas del sector, sienta las bases para que proyectos de gran calidad técnica y científica encuentren el camino para transitar hacia el mercado.

También se precisa de la colaboración de la Administración pública y, también por este extremo, al menos en este arranque de legislatura y el capítulo de manifestación de voluntades, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, capitaneado por Diana Morant, ha hecho de la transferencia de conocimiento el gran objetivo de los próximos cuatro años.

[Sensórica avanzada para conocer en cualquier momento la resistencia del hormigón vertido en una obra]

Valencia acaba de alumbrar en estos primeros compases de 2024 un proyecto innovador que casa a la perfección con este contexto y que, a falta de una fuente de conocimiento científico, ofrece dos bajo el paraguas de la misma empresa. Se trata de Optical Sens, la primera spin-off conjunta de la Universitat de València (UV) y la Universitat Politècnica de València (UPV).

Constituye el resultado del trabajo acometido durante de dos años por más de una docena de investigadores del Instituto de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), entre ellos su presidenta, la catedrática Margarita Parra (UV) -una de las mujeres de referencia en el sector químico español- y Ramón Martínez Máñez, Premio Rey Jaime I de Nuevas Tecnologías 2016.

"Los investigadores me dijeron que querían que su trabajo redundara en la sociedad, pero que el mundo de la empresa, para ellos, es el 'lado oscuro'"

Luis Morró, CEO de la spin-off Optical Sens

A ellos se han sumado, además, un elenco científico de gran calidad con perfiles sénior de referencia y junior de gran proyección.

"Nosotros queremos transferir, queremos que nuestras investigaciones redunden en la sociedad, además tenemos un equipo de investigadores jóvenes que podrían encontrar en el desarrollo de una empresa que investiga, que sus inquietudes intelectuales y profesionales converjan, pero el mundo empresa para nosotros es el lado oscuro".

Foto de grupo tras la constitución de la spin-off Optical Sens en Valencia.

Foto de grupo tras la constitución de la spin-off Optical Sens en Valencia.

Así relata para D+I Luis Morró, CEO de TRL Plus -la compañía que se suma a Optical Sens como management y socio para llevar adelante la propuesta- cómo los investigadores contactaron con él.

"Nos pusimos manos a la obra con la necesidad de identificar tecnologías que tuvieran aplicación en el mercado, desarrollando los Productos Mínimos Viables o MVP y generando todo un proceso Lean Startup propio de TRL que nos permitiese identificar la forma de conseguir que las universidades se unieran, nos transfiriesen sus tecnologías y, finalmente, creando una empresa que tuviera desde el inicio una viabilidad económica contrastada con el mercado, early adopters y lead investors".

Aunque su abanico de soluciones tecnológicas puede ser muy variado, la empresa se ha centrado en estos primeros momentos en el desarrollo de sensores de detección de drogas de abuso sexual o sumisión en bebidas, lo que da de lleno con uno de los problemas sociales de nuestro tiempo.

Imaginen poder consumir una copa con los amigos de forma tranquila -en una discoteca, pub, centro de ocio- sin temer que en algún momento alguien pueda verter en el vaso alguna de las conocidas como drogas de sumisión química.

Detecta la burundanga y la escopolamina

Imaginen también que, a través de unos sensores colocados dentro de la bebida -por cualquier tipo de persona sin conocimientos científico-técnicos previos e, incluso, a temperatura ambiente-, se pueda detectar si, en algún momento durante el consumo de la copa, este tipo de estupefacientes ha sido incorporado.

No traten de elucubrar más porque, gracias a la tecnología de Optical Sens, esta esperanzadora posibilidad va a convertirse en una realidad.

Trabajo científico en el laboratorio.

Trabajo científico en el laboratorio.

El uso de estas drogas no ha parado de crecer en los últimos años y, en la actualidad, está presente en el 40% de delitos de carácter sexual, además de suponer una amenaza para el conjunto de la sociedad a la hora de que los delincuentes persigan anular la voluntad de las personas con fines legales o económicos. 

Optical Sens ofrece diferentes soluciones para evitar estos ataques a la libertad de las personas, en función de que su uso sea paliativo-disuasorio -prevenir a las víctimas, que detecten que alguien pretende agredirles utilizando este tipo de drogas como la escopolamina o burundanga, ketamina, GHB, MDMA, etc- o pericial -identificar la presencia de drogas en exámenes periciales-.

"Sabemos que nuestra tecnología, a diferencia de otras soluciones, presenta ventajas en la capacidad de detectar diferentes tipos de drogas, la validación de los resultados, la rapidez de la detección, la facilidad de uso y de obtención de los resultados de una manera óptica -cambios de color evidentes en los test-", recalca Luis Morró.

Sus sensores permiten la detección de las drogas de sumisión química y que estos puedan ser empleados a temperatura ambiente y por cualquier usuario, gracias al cambio de color de estos dispositivos que puede ser fácilmente interpretado.

"El cambio de color de los sensores permite interpretar fácilmente si las bebidas contienen alguna de las conocidas como drogas de sumisión de la voluntad"

Luis Morró, CEO de Optical Sens

Por otro lado, el equipo ha desarrollado una tecnología de biomarcadores capaz de detectar la senescencia celular in vivo, es decir, que pueden detectar células en estado de senescencia -inicio del envejecimiento- en animales de laboratorio por análisis de orina.

Este hecho supone un avance científico notable dado que, hasta ahora, los sistemas anteriores exigían el sacrificio de los animales -ratones- para su análisis, lo que imprime un punto de inflexión en la investigación en el sector del antiaging.

Llegados a este punto del proyecto, 2024 se presenta como un año clave para la compañía. "Es un año funcional en el que el desarrollo del mercado va a acomodar y definir mejor los detalles de nuestros productos a criterio del cliente, y trabajaremos para conseguir las certificaciones de producto final conforme estas se definan al detalle".

La senda que indica el camino que hay que recorrer desde el laboratorio a la sociedad no ha hecho más que comenzar. La transferencia de conocimiento que anhelaban los investigadores que han motivado el nacimiento de Optical Sens tan sólo arranca.