La pizarra gallega, frente al debate entre el 'hecho a mano' y el salto a la nueva fábrica 4.0
El sector ya da muestras de su apuesta por la automatización con el uso de big data o inteligencia artificial pese a su valor añadido de artesanía.
19 septiembre, 2021 03:09Noticias relacionadas
Seguramente este artículo podría comenzar con la conclusión al debate referido en el título: es fundamental saber empezar a implantar nuevas tecnologías en un sector intentando que éste no pierda su esencia.
Y en el análisis sobre como manejar este debate está sumido, por ejemplo, el sector de la pizarra en Galicia.
Según los últimos datos oficiales disponibles -ofrecidos por el Clúster Da Pizarra-, en torno al 60% de la producción de pizarra en España es gallega, la región más prolífica con diferencia, también en cuanto a número de exportaciones.
El año previo a la pandemia, salieron de Galicia rumbo a los mercados internacionales casi 281.000 toneladas, cifra que marcaba un crecimiento con respecto a 2018.
Dada la evolución tecnológica de la industria, es curiosa la respuesta que dan desde el clúster a la pregunta sobre los motivos de este éxito exportador.
El primer motivo: "A diferencia de otros productos afines, la pizarra se exporta como producto totalmente elaborado, por lo que el valor añadido se genera íntegramente en Galicia".
Y la segunda razón tiene que ver con su "elaboración semiartesanal, en la que cada pieza de pizarra es un producto hecho a mano por las mujeres y hombres del sector".
Así pues, la siguiente pregunta es casi indiscutible: ¿cómo interactúa en estos momentos ese carácter tradicional del sector con la aparición de las nuevas tecnologías?
Responde el vicepresidente segundo y consejero de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde: "Desde la Xunta entendemos que el avance de Galicia en su transformación industrial y reactivación económica debe hacerse a través de la colaboración público-privada y de la transferencia de conocimiento", resume.
Tránsito natural
Dicho de otra manera, ese tránsito desde lo tradicional a lo novedoso debe realizarse de forma natural que es como lo están haciendo ya las empresas líderes del sector de la pizarra gallega.
De hecho, Conde hizo estas declaraciones durante la visita a la considerada la compañía más importante de la región, Cupa Group.
Con más de un siglo de historia, 2.300 empleados, 24 canteras en España y 24 naves de transformación, esta empresa orensana es líder mundial en la fabricación y comercialización de pizarra natural.
Una de cada dos pizarras que se instalan en el mundo sale de este grupo empresarial gallego, ya que exporta a más de 70 países. Además, cabe destacar su impacto en toda la cadena de valor gracias a su apuesta por la cercanía, ya que cuenta con 370 proveedores de los que muchos de ellos son pymes locales.
En total, Cupa Group va a destinar 7,7 millones de euros a proyectos de digitalización que ya tiene en marcha y para los que la Xunta de Galicia aporta el 46,8% (3,6 millones) a través del programa Fábrica Inteligente.
Este programa, por cierto, ha ampliado este año su presupuesto en un 40% hasta alcanzar los 21 millones de euros y en el que participan 23 empresas y seis organismos de investigación, con la previsión de que se puedan llegar a movilizar 57 millones de euros y crear más de 80 nuevos empleos.
Impresión 3D o big data
El caso es que, volviendo al sector de la pizarra, este grupo está tejiendo una red de colaboraciones con organismos como el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) o el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (CETIM) que le están empezando a permitir aplicar la inteligencia artificial, la impresión 3D o el big data a los procesos de producción, serrado, labrado o embalaje.
La Xunta reconoce que esta inversión contribuye no solo al aumento de su productividad y competitividad, sino que genera un efecto tractor sobre otras muchas empresas, especialmente pymes.
Es decir, esta empresa es un ejemplo de cómo se está resolviendo ese debate entre lo tradicional y lo tecnológicamente novedoso. De hecho, ese debate ya comenzó en esta compañía hace 15 años, en el momento en el que creó una división específica dedicada a la innovación en el sector.
Seguir los pasos de esta empresa ya entra en el terreno de las decisiones estratégicas de cada empresa dedicada al sector, pero la industria 4.0 y, sobre todo, el apoyo que está brindando la Xunta a esa transformación podrían facilitar que ese viraje hacia la fábrica inteligente sea un hecho.
En un ecosistema formado esencialmente por pequeñas y medianas empresas no siempre es fácil abordar ese salto tecnológico. El clúster refrenda que el de la pizarra "es un sector que está formado por pymes, donde el número de trabajadores oscila entre 50 y 55, aunque algunas tienen más de 200, y es cada vez mayor la importancia de grupos de empresas". Esa podría ser la clave para dar el paso hacia la transformación digital.
La pizarra de Galicia da trabajo de manera directa a 2.400 trabajadores e indirectamente a cerca de 10.000, explican desde el colectivo. "Estos empleos se generan en zonas rurales, de ahí su mayor mérito. El empleo femenino supera el 25%, con una clara tendencia al alza -a pesar de la tardía incorporación de la mujer a estos trabajos-, lo que contribuye de manera decisiva a fijar la población de las zonas productoras en el entorno rural".
Dinamización de zonas rurales
La digitalización del sector, además, podría traer consigo una dinamización mayor en estos entornos rurales gracias a la captación de talento.
De momento, a día de hoy, el sector es el principal motor económico de las comarcas productoras, las cuales han pasado de ser zonas emigrantes a absorber mano de obra procedente de otras regiones de España y de otros países.
Entre estas zonas se encuentran: la comarca de Valdeorras, en la provincia de Ourense; la zona de Quiroga y Folgoso do Courel, en la provincia de Lugo; la comarca de Ortigueira en la provincia de A Coruña y los ayuntamientos de Mondoñedo, Pastoriza, Lourenzá, Samos, Pol y A Fonsagrada en la provincia de Lugo.