Uno de los laboratorios provisionales del CIIAE.

Uno de los laboratorios provisionales del CIIAE.

Extremadura

La 'meca' de la innovación energética de Extremadura o cómo desarrollar proyectos durante dos años sin sede

El Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético comienza a otear por fin la conclusión de las obras mientras suma otro proyecto internacional en su sede provisional.

Más información: 12 hectáreas de innovación y tecnología: así irrumpe Extremadura en el sector del almacenamiento energético

J. A.
Publicada

El Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE) de Cáceres (Extremadura) fue presentado en sociedad en el verano de 2022 como un gigante, como una especie de meca de la disrupción en energías renovables.

Tres años después, conviene puntualizar dos situaciones aparentemente contradictorias. Por un lado, los proyectos que ha venido desarrollando confirman su condición de referente; por otro, la falta de una sede definitiva le confiere un halo de virtualidad que puede llegar incluso a confundir.

En resumen, el CIIAE, que depende de la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Extremadura, puede considerarse ya un actor clave a nivel europeo en el desarrollo de nuevas ideas para el almacenamiento energético, pero aún debe superar un escollo importante: acabar las obras de su sede.

Hasta el momento, la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura es la que está albergando al personal del centro. Allí ya dispone desde hace un par de años de laboratorios y actividad de investigación.

Los últimos pronunciamientos de la Junta de Extremadura sobre la sede definitiva hablan de la conclusión de las obras de la planta piloto en el último trimestre de 2025, mientras que el edificio de la incubadora de empresas tendrá que esperar al primer semestre de 2026.

El edificio principal, por su parte, estará concluido también a lo largo del primer semestre de 2026. Este edificio principal, cabe recordar, albergará diferentes departamentos de investigación, laboratorios y despachos de investigadores, aularios, unidades de servicios científico-técnicos de apoyo a la investigación y a las empresas, además de la administración del propio centro.

Por otra parte, se prevé que haya hasta cinco plantas piloto: MicroRed, Planta de Hidrógeno, Power-to-X, Banco de ensayo de Baterías de Flujo, Almacenamiento Térmico y de Reciclado de Elementos y Equipos de Almacenamiento Energético.

En ellas se logrará la adaptación de instalaciones de distinta escala, demostrando a escala real las tecnologías desarrolladas por el CIIAE, o por terceros, antes de su implementación industrial.

Además, el edificio de la Incubadora Tecnológica está diseñado para que las empresas puedan desarrollar todo tipo de proyectos en el área del almacenamiento energético. Tendrá laboratorios de investigación de unos 50 metros cuadrados, espacios compartidos, almacenes técnicos, oficinas nido, salas de reuniones, zona de administración y gerencia.

Pero, como decíamos, a pesar de que las obras aún están en marcha tres años después del anuncio del proyecto, el CIIAE trabaja ya en varios proyectos internacionales, el último de ellos, anunciado este mismo mes de agosto.

El centro ha obtenido casi 4 millones de euros de financiación del Consejo Europeo de Innovación (EIC) de la Comisión Europea para desarrollar el Proyecto SPARK-e, una iniciativa de vanguardia centrada en la gestión térmica avanzada en dispositivos electrónicos.

De esta manera, Extremadura lidera un proyecto científico europeo pionero para revolucionar la gestión térmica en la nanoelectrónica, que tendrá una duración de cuatro años.

Participarán en el proyecto, el primero a nivel europeo coordinado por este centro, diez socios de siete países europeos, así como universidades, centros de investigación y empresas, entre ellas, Ductolux, dedicada a la ingeniería e instalaciones con base en Mérida.

Sobrecalentamiento de componentes

Juntos trabajarán en uno de los grandes retos de la electrónica moderna, como es el sobrecalentamiento de los componentes debido a la creciente miniaturización y densidad de integración, situando a Europa a la vanguardia del control térmico en la electrónica del futuro.

Desde su departamento de almacenamiento de energía térmica, el centro ibérico abordará un fenómeno que afecta tanto al rendimiento como a la fiabilidad de los dispositivos, especialmente en sectores como el de los dispositivos inteligentes, donde se exige eficiencia energética, compacidad y funcionamiento silencioso.

Con SPARK-e, el personal investigador del CIIAE apostará por el uso innovador de los materiales con cambio de fase sólido-sólido (ss-PCMs), es decir, sistemas de refrigeración pasiva, frente a los instrumentos de enfriamiento activos como, por ejemplo, los ventiladores de los ordenadores personales.

Los PCMs se usarán en este proyecto como dispositivos de estado sólido para el control térmico que funcionan sin partes móviles ni componentes mecánicos, lo que permitiría una disipación más eficiente del calor y una mejora en la eficiencia energética global del dispositivo electrónico.

Desde el CIIAE se integrará tanto investigación experimental como simulaciones avanzadas, con el fin de comprender cómo las propiedades físicas a escala nanométrica influyen en la gestión y disipación del calor en dispositivos electrónicos. El proyecto está financiado por la convocatoria EIC Pathfinder Challenges 2024, iniciativa del Consejo Europeo de Innovación que busca impulsar la innovación radical en Europa en áreas estratégicas.

El reto en el que se enmarca el proyecto es el de dispositivos nanoelectrónicos inteligentes de bajo consumo energético. Con un presupuesto total anual de 120 millones de euros, el programa EIC Pathfinder Challenges representa uno de los instrumentos más importantes de Europa para transformar ideas científicas avanzadas en tecnologías pioneras, por lo que la coordinación de SPARK-e desde Extremadura supone un paso decisivo para consolidar el papel de la región en el escenario científico y tecnológico europeo.