El barrio del Raval, uno de los incluidos en este proyecto.

El barrio del Raval, uno de los incluidos en este proyecto.

Cataluña

Barcelona prueba 'microhubs' inteligentes para la distribución de mercancías en hostelería

El proyecto, pensado para áreas de gran densidad de establecimientos, incorpora tecnologías digitales y algoritmos de optimización para gestionar la operativa en tiempo real.

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Las claves

Barcelona lanza un piloto de 'microhubs' inteligentes para optimizar la distribución de mercancías en hostelería, enfocado en barrios céntricos con alta densidad de restaurantes y calles peatonales.

El proyecto DUMH-BCN busca reducir un 50% las emisiones de la distribución de mercancías en la ciudad para 2030, centralizando entregas y recogidas en pequeños centros logísticos.

La iniciativa incorpora inteligencia artificial, RFID y sensores IoT para monitorizar en tiempo real la operativa, asegurar la trazabilidad y analizar el impacto en el espacio público.

Entre tres y cinco establecimientos participarán en el piloto, que cuenta con un presupuesto de 100.000 euros y un periodo de ejecución de 18 meses.

El proyecto DUMH-BCN, presentado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y Adiscat (Asociación de empresas de distribución y logística de bebidas y alimentación de Cataluña), es la iniciativa seleccionada por el Barcelona Lab Mobility (BILM) para dar respuesta a la movilidad profesional del sector de la hostelería, restauración y catering, y contribuir a la vez a uno de los objetivos del Ayuntamiento de la ciudad de reducir un 50% las emisiones de la distribución de mercancías en Barcelona para 2030.

El proyecto se pondrá en marcha el primer trimestre del próximo año en una zona de la ciudad con alta densidad de establecimientos de restauración y peatones. Barrios singulares como el Raval, el Gótico o el Born, con un gran número de bares y restaurantes, calles estrechas y zonas pacificadas (áreas peatonales, en las que el acceso de vehículos de cuatro ruedas está muy restringido), son el objetivo del piloto.

"El periodo de prueba del proyecto tiene que dar respuesta a tres retos: reducir el impacto medioambiental, contribuir a la convivencia social entre las personas y la actividad logística, y aportar datos a través de la tecnología que permitan calcular el impacto de las operaciones y el grado de escalabilidad de la propuesta", explica Eduard Martín, director de Innovación de la Mobile World Capital Barcelona, entidad que forma parte del BILM, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y Fira de Barcelona.

El piloto, que consta de cuatro fases, ya está en marcha. "En estos momentos estamos ultimando los acuerdos con el sector para determinar la zona donde se llevará a cabo, a la vez que se está acabando de definir el diseño de los microhubs, de los pequeños centros logísticos que se ubicarán en el área seleccionada. La tercera fase es la propia implementación del proyecto y la cuarta, la monitorización de los resultados", comenta Martín.

Un mínimo de tres y un máximo de cinco establecimientos se implicarán en la iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 100.000 euros y un periodo de ejecución de 18 meses. Para Martín, "el diseño del pequeño almacén también es muy importante, porque lo consideramos como un nuevo mobiliario urbano, que no siempre estará ubicado en el mismo lugar, y que debe convivir con el resto de elementos y no ser un inconveniente para los vecinos".

En estos microhubs logísticos de diseño amable se centralizarán las entregas y las recogidas de mercancías, y desde ellos se distribuirán a los establecimientos cercanos a pie o con medios de transporte ligeros, como patinetes o bicicletas, buscando la descongestión del tránsito que genera habitualmente la distribución en la ciudad.

La iniciativa incorpora tecnologías digitales y algoritmos de optimización basados en datos reales para identificar las ubicaciones óptimas, gestionar las operativas y monitorizar el funcionamiento en tiempo real. Una plataforma digital que incorpora inteligencia artificial será la encargada de aglutinar y analizar los datos para determinar las acciones a tomar. "El piloto también incluirá la instalación de señalización específica y desarrollará una aplicación digital que permitirá gestionar las reservas, controlar los tiempos de permanencia y registrar el uso efectivo de las zonas", comenta Martín.

La plataforma digital monitorizará en tiempo real las operaciones a través de un registro automático por RFID (identificación a través de radiofrecuencia) y sensores IoT con el objetivo de asegurar la trazabilidad y la obtención de datos objetivos. "Este seguimiento permitirá evaluar la eficiencia de la operativa, la aceptación de los usuarios y el impacto sobre el espacio público", indica.

La logística del sector HORECA, incide Martín, "es una cuestión que afecta a todas las grandes ciudades europeas. Se trata de un sector muy intensivo en operativa pero también muy mesurable y, por tanto, somos optimistas en cuanto a los resultados que podremos extraer de este piloto, que nos tienen que permitir aplicar la solución a otras áreas y sectores económicos".

El proyecto DUMH-BCN fue seleccionado este pasado verano entre diez finalistas que participaron en la cuarta convocatoria impulsada por el BILM, a la que se presentaron una treintena de proyectos de España, Canadá, Alemania, Reino Unido y China. Los tres retos urbanos anteriores se centraron en la reducción de los accidentes de motos, la mejora de la circulación de autobuses y la contaminación acústica.