Europa busca la soberanía en el sector de los semiconductores.

Europa busca la soberanía en el sector de los semiconductores. Reuters

Cataluña

Cataluña coge impulso en chips: una fundación pública para levantar un centro de semiconductores avanzados

Este centro sería el segundo gran anuncio regional del año en relación con el PERTE Chip, tras el presentado en abril: una planta piloto para fabricar chips fotónicos híbridos en Valencia.

Más información: Cuando el dinero solo no es suficiente: las razones detrás del fracaso del PERTE Chip

J. Arnau
Publicada

La batalla por el posicionamiento en el ámbito de los semiconductores se libra de manera constante. Europa quiere posicionarse a nivel global para ser menos dependiente de otros territorios; España quiere posicionarse a nivel europeo; y las autonomías quieren posicionarse como referente estatal. Lo que provoca todo lo anterior es un aumento de la competitividad sin precedentes.

El último gran anuncio en este sentido ha llegado procedente desde Cataluña, una región que, por tradición y potencial tecnológico, hubiera sido raro que no estuviera en esta carrera.

La administración catalana ha aprobado esta semana la constitución de la Fundación InnoFAB, la semilla del futuro del primer centro de semiconductores avanzados de la región. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro, que se inscribirá en el ámbito del sector público de la administración autonómica, y que se encargará de poner en marcha esta nueva infraestructura.

El objetivo es impulsar la investigación y el desarrollo especializado en tecnología y preproducción de chips basados ​​en semiconductores avanzados, con aplicaciones estratégicas en sectores como la electrónica, la salud o la energía.

Este nuevo centro, que dispondrá de una sala blanca de 2.000 metros cuadrados donde se podrán escalar procesos de fabricación de chips en un entorno industrial, se construirá dentro del Parque del Alba y contará con financiación europea a través de los fondos NextGenerationEU.

InnoFAB se enmarca en el PERTE Chip y del European Chips Act, dos iniciativas europeas que buscan reforzar la autonomía tecnológica del continente.

El proyecto supondrá una inversión de 400 millones de euros, 3,5 de los cuales ya fueron aprobados por el Ejecutivo el pasado mes de abril para pujar el proyecto de ingeniería ese mismo año. La finalidad es hacer de InnoFAB una infraestructura científico-tecnológica clave para el desarrollo de semiconductores y, junto con Alba Synchrotron y Barcelona Supercomputing Center, situar a Cataluña entre una de las 50 regiones más innovadoras de la Unión Europea.

Adscrita al departamento competente en materia de investigación, la Fundación se encargará de la ejecución y gestión del proyecto. Formarán parte de su patronato los consejeros de los departamentos de Investigación y Universidades, Economía y Finanzas, Presidencia, y Empresa y Trabajo, así como tres personas de reconocido prestigio en el campo de la investigación, propuestos por el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología, que hasta ahora ha liderado la coordinación técnica del proyecto. Los cargos de presidente y vicepresidente los ocuparán los consejeros de Investigación y Universidades y de Economía y Finanzas, respectivamente.

El organigrama estará encabezado por una comisión ejecutiva con cinco patrones no natos nombrados por el patronato, un director y un gerente. Además, se creará un consejo asesor formado por investigadores de reconocido prestigio y competencia.

La Fundación desarrollará su actividad principalmente en Cataluña, pero el alcance de sus colaboraciones y su impacto será a escala europea e internacional. El objetivo es consolidar Cataluña como un núcleo potente de diseño, desarrollo y prototipado de chips en el ámbito de la Unión Europea. este campo.

Con esta fundación y el proyecto asociado, pues, Cataluña sienta unas sólidas bases con las que trabajar, unas bases en las que también han venido trabajando otras regiones, como la Comunidad Valenciana.

El proyecto valenciano

Hace unos meses, cabe recordar, se anunció que Valencia albergará una planta piloto para fabricar chips fotónicos híbridos, un proyecto liderado por UPVfab (Universitat Politècnica de València).

Este laboratorio, por cierto, es el único de España que trabaja en este campo, con implicaciones en sectores como la sanidad, la automoción o las telecomunicaciones. Los chips fotónicos híbridos son aquellos en los que la transmisión de información inherente a los semiconductores (el otro nombre que reciben los chips o microchips) se hace mediante la manipulación de la luz y no mediante la electricidad -como los chips tradicionales-. Esa transmisión, en consecuencia, es muchísimo más veloz y acelera cualquier procesamiento.

Este proyecto también ha sido beneficiario del PERTE Chip y el factor posicionamiento también es capital. "Aquí en la Comunidad Valenciana somos de facto el centro geográfico de la fotónica integrada en España. Nosotros empezamos allá por el año 2004 con la colaboración público-privada y desde entonces hemos desarrollado no sólo líneas de investigación, sino también una serie de compañías, spin-offs que, de alguna manera, han creado tendencia en España", concede Pascual Muñoz, director de UPVfab.

Ejemplos como el de Cataluña o el de la Comunidad Valenciana demuestran, además de esa vocación de posicionamiento, que el PERTE Chip, uno de los más ambiciosos de los presentados por el Gobierno, está espoleando el sector.

En cualquier caso, este PERTE se ha enfrentado a determinadas críticas debido a la lentitud en su ejecución. Entre las iniciativas ejecutadas destacan las Cátedras Chip, cuyo objetivo es formar profesionales en este ámbito e impulsar la I+D mediante la colaboración público-privada en las universidades de España, dotadas con 45 millones de euros para 17 iniciativas impulsadas por 80 empresas. También, las Misiones Chips, que pretenden fomentar la colaboración público-privada, y cuentan con un presupuesto de 60 millones, de los cuales ya se han concedido 50,4 millones de euros a 15 proyectos de investigación.