
Un autobús urbano de Barcelona.
La movilidad inteligente abre una nueva era en Barcelona: de los buses con 'ojos' a una última milla más eficiente
El Barcelona Innova Lab Mobility gana músculo con la entrada de MWCapital y ya tiene cuatro pilotos sobre la mesa.
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Las calles de Barcelona, como las de las principales ciudades del país, están abriendo camino a la movilidad inteligente. Ayuntamientos como el de la Ciudad Condal, o los de Madrid o Valencia -por poner algunos ejemplos-, tienen abiertos diferentes programas de aplicación de innovación en entornos reales -también conocidos como 'sandbox'- que contribuyen a que nos imaginemos cómo serán nuestras calles y avenidas en un futuro no tan lejano.
Lo que sucede en la capital de Cataluña es que las autoridades han descubierto que tienen un filón en organismos como Mobile World Capital (MWCapital), organizadora del Mobile World Congress, que aportan músculo a la hora de fomentar una colaboración público-privada que dinamice este tipo de proyectos.
Así es como se conoció hace unos días, precisamente en el contexto del MWC, que el Barcelona Innova Lab Mobility (BILM), iniciativa del Ayuntamiento barcelonés, incorporará a su nómina de partners a MWCapital.
El objetivo es potenciar y facilitar la ejecución de pruebas piloto y nuevos proyectos en el ámbito de la movilidad urbana inteligente y sostenible. Con su entrada, MWCapital promoverá la participación del ecosistema innovador de la ciudad en la resolución de los retos en materia de movilidad que se impulsan desde el BILM.
El último de los retos que se ha anunciado busca soluciones tecnológicas con capacidad para transformar el actual modelo de distribución urbana de mercancías (DUM) en la ciudad, especialmente en el sector de la hostelería y la restauración. Con este enfoque, el reto se alinea con el objetivo del consistorio municipal de reducir en un 50% las emisiones generadas por la movilidad profesional en 2030.
El reto que se lanzará quiere fomentar proyectos de innovación urbana para optimizar la distribución de HORECA en la ciudad de Barcelona, donde mediante la investigación, el conocimiento y la innovación se potencien o desarrollen nuevos productos o servicios.
Las soluciones que presente el ecosistema innovador tendrán que enmarcarse en cuatro ámbitos de actuación: la organización de la distribución de mercancías, la mutualización de las entregas, los horarios y el cambio modal.
Todas las propuestas tendrán que contar con un componente innovador y diferencial, de alto impacto, ejecutables a corto plazo y tendrán que ser replicable y escalables. El objetivo del reto es una nueva organización del flujo de mercancías que minimice sus externalidades, una nueva forma de hacer, que agrupe las mercancías y fomente la colaboración entre empresas y distribuidoras.
El reto fomenta la colaboración público-privada para encontrar innovaciones eficientes y sostenibles que contribuyan a la mejora de la movilidad en Barcelona, implicando a empresas, startups y centros de innovación. Además, permite el testeo de los pilotos en espacios reales de la ciudad.
El reto tendrá una dotación máxima de 100.000 euros. El proyecto ganador recibirá hasta el 80% del coste total de su propuesta, con un límite de 100.000 euros y un mínimo de 40.000 euros. Los proyectos deben tener un presupuesto mínimo de 50.000 euros, sin límite máximo.
Éste será el cuarto reto impulsado desde el BILM con el apoyo de Fira de Barcelona, después de los proyectos realizados para reducir la siniestralidad de las motocicletas, para minimizar el impacto acústico del tráfico o para optimizar la circulación de las flotas de autobuses municipales en la ciudad mejorando la fluidez de los carriles reservados para estos vehículos.
Cámaras con inteligencia artificial
Con respecto a este último, cabe mencionar que cuatro vehículos de las líneas de bus H12 y D20 ya incorporan un sistema de cámaras con inteligencia artificial que detectan los vehículos que cometen infracciones estáticas en los carriles bus y paradas y obstaculizan el paso de los autobuses.
El sistema, ideado por la empresa Hayden AI, aporta información estadística de los datos que capta mientras el autobús circula por la ruta habitual: toma fotografías y graba secuencias en vídeo de forma automática y recaba todos los datos y la información de contexto de la infracción. Las cámaras no registran matrículas ni personas y tampoco se emiten sanciones a los conductores o propietarios de los vehículos. La prueba piloto del sistema tecnológico durará seis meses.
TMB está probando el sistema tecnológico para valorar una posible implantación en la flota y futura acción sancionadora. Se trata de una iniciativa en la misma línea que el vehículo específico de TMB y el Ayuntamiento que desde mayo pasado sanciona las infracciones cometidas en el carril bus.
El piloto de Barcelona es el mayor despliegue de sistemas de ejecución automatizados instalados a bordo de autobuses en Europa hasta ahora, según explican fuentes municipales.