Debate entre niños y adolescentes catalanes en el marco de la elaboración de la Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia de Cataluña.

Debate entre niños y adolescentes catalanes en el marco de la elaboración de la Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia de Cataluña.

Cataluña

Los adolescentes catalanes piden un acompañamiento digital "comprensivo y no paternalista"

Es una de las conclusiones de la 'Carta de derechos digitales de la infancia y adolescencia', que alerta de que los padres realizan un seguimiento más estricto a las chicas que a los chicos.

16 mayo, 2023 03:05

En diciembre del año 2019, Cataluña presentó la 'Carta catalana para los derechos y responsabilidades digitales'. Año y medio después llegó el turno del Gobierno, con una versión extendida a todo el ámbito nacional llamada 'Carta de derechos digitales'.

Se trata de escritos que, no siendo normativos, sí sientan las bases sobre cómo gestionar de forma ética y responsable las cada vez más numerosas herramientas digitales que tenemos a nuestra disposición.

Ahora, la carta catalana ha ido un paso más allá y, tal y como estaba previsto desde su presentación, ha realizado un estudio pionero en Europa -dicen sus promotores- para aterrizar esos derechos y responsabilidades digitales en la infancia y la adolescencia. Es la 'Carta de derechos digitales de la infancia y la adolescencia'.

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La primera conclusión de este informe es clara: "Los niños y adolescentes de Cataluña tienen plena conciencia del entorno digital en el que viven inmersos y de los riesgos y oportunidades que supone, y en este sentido, reclaman herramientas que los capaciten y un acompañamiento comprensivo y no restrictivo que les permita empoderarse y adquirir criterio para poder afrontar los retos y aprovechar las ventajas del mundo digital con autonomía,  confianza e igualdad de condiciones", reza el estudio.

Este estudio participativo ha sido elaborado por la Fundación Ferrer i Guàrdia por encargo de la Secretaría de Políticas Digitales del Departamento de Empresa y Trabajo y ha contado con las opiniones y análisis de 750 niños y adolescentes, una representación de los cuales estuvieron hace unos días en la presentación de la Carta junto con la directora general de Sociedad Digital, Liliana Arroyo Moliner.

En este sentido, la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia' recoge las percepciones, experiencias y opiniones de niños y adolescentes de Cataluña en relación al hecho digital y extrae una propuesta de derechos que pueda orientar las políticas públicas y de los agentes educativos en este ámbito.

"La Carta, sin embargo, es un documento en construcción constante, por lo que el proyecto no finaliza con este estudio sino que tendrá continuidad en el tiempo", explican desde la Generalitat.

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Casi 750 alumnos de entre 7 y 17 años de 18 centros de educación públicos han tomado parte en el proceso participativo del estudio, basado en metodología cualitativa.

Así, han podido expresar libremente actitudes, valores y percepciones en relación a sus experiencias digitales en cuanto a las capacidades y posibilidades de acceso, el uso y aprovechamiento de las tecnologías y recursos digitales, y el acompañamiento que reciben por parte de personas de referencia.

De los resultados del informe se desprende que, aunque el acceso y uso de dispositivos digitales está ampliamente extendido entre niños y adolescentes, existen brechas sociodigitales, especialmente relacionadas con la edad, el sexo, el nivel socioeconómico y socioeducativo de las familias y el eje urbano/rural, que se entrelazan entre ellas creando nuevos y diferentes cruces de desigualdad.

Estas brechas afectan al acceso a dispositivos (móvil, ordenador, tableta, etc); el uso de los dispositivos (intensidad, frecuencia y diversidad de usos de las TIC); el aprovechamiento (capacidad para sacar provecho de las TIC en las diferentes esferas de la vida) y el acompañamiento que reciben los niños y adolescentes.

"Para los niños y adolescentes catalanes, disponer de una identidad digital es una necesidad básica para conectar con la sociedad". 

En relación con la edad, en este eje se detecta, por un lado, que la intensidad y diversidad de usos aumenta de forma proporcional con la edad (a más edad, más intensidad y diversidad de usos).

Mayoritariamente, los menores de 18 años disponen de dispositivos propios en torno a los 11-12 años, coincidiendo con el paso al instituto, y el acompañamiento en la adolescencia genera rechazo porque se percibe como control.

En relación con el sexo, el acceso a dispositivos es bastante paritario, excepto en el caso de las videoconsolas (a las que prioritariamente acceden los niños). En cambio, los usos que hacen de las TIC son muy diferenciados: los niños y chicos los focalizan en los deportes, la comedia y los videojuegos, mientras que las niñas y chicas se centran básicamente en usos relacionados con la imagen, la estética y los temas artísticos.

En cuanto al acompañamiento parental, es más estricto para las niñas, ya que hay una mayor percepción de posibles riesgos en entornos digitales.

El estudio refleja que los jóvenes piden una mayor seguridad y protección en la red, que se les proteja de situaciones de fraude o violencia.

La variable del nivel socioeconómico y socioeducativo, alerta de que los niños y adolescentes con familias con menos recursos tienen menos acceso a ordenadores, y tanto la diversidad como la calidad de usos es menor: focalizan en usos relacionales y no académicos.

Reciben menos acompañamiento parental y si lo reciben es de carácter más restrictivo. Las familias con más recursos optan por estrategias más diversas como la navegación conjunta, establecer límites, informar, dialogar, etc.

Por último, sobre el eje rural-urbano, algo que se ha venido repitiendo hasta la saciedad en edades adultas: en entornos rurales, los niños y adolescentes acceden a los dispositivos con más edad y con mayor espíritu crítico. En entornos urbanos, el uso es más intensivo.

De estos resultados se desprende que las condiciones de alfabetización digital para las personas menores de edad en Cataluña son muy desiguales en función de las condiciones en que crecen, generando ventanas de oportunidad muy diferentes que acaban impactando en su participación presente y futura de la sociedad digital, así como en la posibilidad de desplegar vocaciones en el ámbito TIC y, por lo tanto, en la posibilidad de concebirse como creadoras de tecnología y no sólo como consumidoras.

Cuatro derechos digitales básicos

A partir de las aportaciones y reflexiones realizadas durante el proceso participativo por los niños y adolescentes implicados en el proyecto, la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia' hace una propuesta de los derechos digitales que reclaman como básicos.

El primero de los cuales sería el de disponer de una identidad digital: el estudio concluye que, para los niños y adolescentes, "disponer de una identidad digital es una necesidad básica, suscitada por el deseo de conectar y comunicarse con los demás, pertenecer a la sociedad y, en definitiva, vivir".

El mayor acompañamiento, pero adecuado a la edad sería el segundo de los derechos: "Los niños y adolescentes perciben como un derecho la necesidad de recibir un mayor acompañamiento (tiempo compartido navegante, establecimiento de límites, consejos e información...) por parte de familias, docentes y el resto de agentes implicados en su educación".

Este acompañamiento que reclaman, sin embargo, "es necesario que sea comprensivo, no paternalista, y debe evolucionar según la edad, necesidades y madurez del niño o adolescente, haciéndolo partícipe de las decisiones para evitar la percepción de control".

El tercer derecho sería el de garantizar la seguridad y protección en la red: "Los niños y adolescentes reclaman políticas que protejan su privacidad, que los protejan de situaciones de fraude o violencia y que hagan accesible la información necesaria para navegar e interactuar de forma segura en la red", dice el estudio.

También piden "crear mecanismos para que los contenidos de internet, y las redes sociales, estén categorizados por edades de manera que se puedan filtrar de forma efectiva contenidos inapropiados".

Garantizar el acceso a la red y a dispositivos digitales sería el último derecho. En este sentido, los niños y adolescentes "piden políticas que garanticen el acceso a internet y a dispositivos como el ordenador y el móvil independientemente de los recursos económicos familiares".