
La directora general de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León, Hilde Pérez, y el General Jefe de la UME, Francisco Javier Marcos Izquierdo.
La supercomputación de Castilla y León sigue tejiendo alianzas: acuerdo con la UME para prevenir catástrofes
Días después de adherirse a una red europea para utilizar esta tecnología en ciencias humanas y sociales, SCAYLE anuncia que trabajará durante cuatro años para mejores soluciones ante emergencias.
Más información: Las ciencias humanas y sociales, nuevo foco del centro de supercomputación de Castilla y León
El año 2025 ha arrancado de forma muy prolífica en el Centro de Supercomputación de Castilla y León (SCAYLE). En apenas dos meses se han firmado un par de acuerdos que no hacen sino confirmar que la voluntad de este centro es ponerse al servicio de la economía, de la sociedad y de la investigación.
Si hace unos días, DISRUPTORES ya informaba de la adhesión de SCAYLE a la red CLARIAH-ES para convertirse en punto de contacto de la comunidad a nivel europeo para la investigación en ciencias sociales, arte y humanidades, hace unos días se firmó un acuerdo con la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Cabe recordar que SCAYLE es una entidad pública creada por la Junta de Castilla y León y la Universidad de León, que tiene por objeto la mejora de las tareas de investigación de la universidad, los centros de investigación y las empresas de Castilla y León.
Y como tal, la aplicación de supercomputación a ámbitos de la vida cotidiana es uno de sus principales objetivos.
En este contexto llega un acuerdo que podría tener resultados muy prometedores. Hace unos meses, la DANA que azotó principalmente la Comunidad Valenciana y que causó más de dos centenares de fallecidos, demostró la necesidad de prevención de fenómenos naturales adversos para poder tomar mejores decisiones.
En este sentido, la Junta de Castilla y León, a través del Centro de Supercomputación, ha firmado un protocolo general de actuación con la Unidad Militar de Emergencias (UME) para la colaboración en el proyecto 'Atlantis' de simulación y apoyo a la decisión de esta unidad.
Esta iniciativa de simulación para capacitación y predicción de escenarios precisa conocimiento y asesoramiento digital en cuanto a simuladores del riesgo, inteligencia de sensores, o evolución de la inversión virtual, así como inteligencia para el apoyo en la toma de decisiones ante catástrofes naturales, accidentes industriales u otras emergencias.
SCAYLE presta servicios para desarrollar investigación de máxima calidad, así como para la transmisión, intercambio y preservación del conocimiento, la transferencia de tecnología y el fomento de la innovación.
Facilita a los usuarios –científicos y empresas– la capacidad de cálculo computacional para múltiples aplicaciones. Entre otras, las predicciones meteorológicas, el diseño de vehículos, los estudios genéticos, la predicción de incendios, el desarrollo de fármacos y vacunas, o actuaciones de inteligencia artificial.
El marco estable de colaboración abierto entre SCAYLE y la UME conlleva la participación conjunta de ambas entidades dentro del proyecto. En virtud del mismo, el Centro de Supercomputación de Castilla y León ofrecerá sus servicios para desarrollar investigación de máxima calidad, así como para la transmisión, intercambio y preservación del conocimiento, la transferencia de tecnología y el fomento de la innovación.
Entre ellos, como hace con otras entidades, SCAYLE facilita la capacidad de cálculo computacional para múltiples aplicaciones, como las predicciones meteorológicas o de incendios, así como inteligencia artificial.
Por su parte, la Unidad Militar de Emergencias colaborará en el desarrollo de herramientas y aplicativos relacionados con el proyecto y en la mejora de los servicios del Centro de Supercomputación ubicado en León.
El protocolo de colaboración ha sido sellado por la directora general de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León, Hilde Pérez, y el General Jefe de la UME, Francisco Javier Marcos Izquierdo, y tendrá una duración de cuatro años.
Esta alianza refuerza el compromiso con la innovación y la eficiencia en la gestión de emergencias, promoviendo el uso de las tecnologías más avanzadas en favor de la seguridad y protección de la población ante situaciones críticas o adversas, según explicaron ambas partes.