
Un dron, sobre una extensión agrícola.
Tecnología 'verde' como obsesión regional: de la acción directa a la supervisión de los centros de datos
Las administraciones autonómicas canalizan de varias formas la obligación de compatibilizar innovación y respeto al medioambiente. Las ayudas a empresas, otra de las fórmulas.
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Las políticas de innovación y transformación digital de las comunidades autónomas ya no son simplemente eso. No todo vale a la hora de diseñar estrategias para la transformación de una región. El respeto al medioambiente y la potenciación de la sostenibilidad han ganado protagonismo en las respectivas agendas autonómicas.
Los ODS planean sobre cada acción, sobre cada decisión. Y eso también afecta, como no podía ser de otra manera, a la especialización digital. Lo que sucede es que hay muchas maneras de identificar la importancia de la concienciación verde.
Sirva este artículo para dibujar las principales formas que tienen en estos momentos los gobiernos autonómicos para demostrar que la transformación digital no está reñida con la sostenibilidad.
La apuesta directa por la innovación
Los proyectos innovadores aplicados directamente a o relacionados con el medioambiente son, seguramente, la manera más evidente que tiene una determinada administración para evidenciar su compromiso.
Dentro de este apartado, también hay muchas maneras de hacerlo. La más simple, la de la inversión directa en proyectos que traten de revolucionar ámbitos como los de las energías limpias.
La más manida, por ejemplo, la de esos ayuntamientos que deciden mejorar las prestaciones tecnológicas de su gestión de redes eléctricas para mejorar el consumo.
Pero hay otras de carácter estratégico. Una de ellas es la alianza regional en favor de nuevas formas de energía como el hidrógeno verde.
Recientemente se constituyó la Alianza de Valles del Hidrógeno renovable, de carácter nacional, nacida para colaborar conjuntamente en el impulso de la cadena de valor del hidrógeno renovable, avanzar en proyectos en colaboración y mejorar la capacidad de interlocución con las distintas instituciones españolas y comunitarias.
Está integrada por 16 valles de hidrógeno de toda España, suma 611 entidades involucradas y 333 proyectos, muchos de ellos innovadores, que implican la producción de 900.000 toneladas al año de hidrógeno y el abatimiento de más de 11 millones de toneladas de CO2 anualmente, donde la innovación tiene un papel fundamental.

Pruebas del proyecto Pastoreo-FV.
Entre estos valles, están los de la Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Aragón, Baleares, Puertollano, Extremadura, Cartagena, Huelva y Algeciras.
En materia de innovación directa sobre el sector medioambiental no podemos olvidar aquellas regiones inmersas en el desarrollo de la llamada economía azul. La economía azul, cabe recordar, busca sacar el mayor partido posible al mar.
Y, en este sentido, están aflorando grandes proyectos estratégicos en territorios como Cantabria, Baleares y Canarias que, lógicamente, llevan adherida la etiqueta de sostenibilidad. Porque este tipo de proyectos no pueden entenderse sin un compromiso directo con el medioambiente.
¿Un ejemplo? El laboratorio canario de economía azul, que ha desarrollado proyectos disruptores como una desaladora que utiliza la energía de las olas o un aerogenerador flotante; gemelos digitales en Cantabria o de Baleares, donde también se ha proyectado una estación internacional, proporcionará a los sistemas de observación ya disponibles en la comunidad nuevas capacidades de observación y tecnologías de nueva generación para el análisis y la predicción de la respuesta de los ecosistemas marinos al cambio climático.
Por último, tampoco conviene olvidar todo lo que tiene que ver con la industria agroalimentaria. Unir, a través de la innovación, sector primerio y respeto al medio ambiente, es una obligación.
Regiones con Navarra o La Rioja pueden dar buen ejemplo de ello. Ambos territorios comparten un clúster agrotech pensado precisamente para ello. Pero, además, entidades como la Denominación de Origen Rioja, aplica constantemente disrupciones a los viñedos para hacerlos más eficientes y sostenibles.
La última de las disrupciones, que contamos en DISRUPTORES, tenía que ver con la monitorización del interior de cada grano de uva en tiempo real para poder controlar su calidad.
La apuesta indirecta por la innovación
Evidentemente, el apartado anterior es en el que con mayor claridad se aprecia la incidencia que tiene la innovación y la tecnología en el medioambiente. Pero hay veces que esta relación surge de manera indirecta.
Hay muchas maneras de apreciar este precepto. Veamos algunos ejemplos, como la de los proyectos innovadores asociados a proyectos medioambientales.
Extremadura y el País Vasco, con gran capacidad de generación de energía limpia han experimentado o tienen previsto hacerlo con la utilización de los parques eólicos como zonas de pastoreo, de manera que tengan una utilidad más allá de por la que fueron concebidas. Innovación para el eficiencia y la eficacia.
El objetivo es contar con instalaciones energéticas fotovoltaicas más sostenibles, conservando la biodiversidad del entorno y generando servicios ecosistémicos. Lo lleva probado Extremadura desde hace unos años y lo va a aplicar también el País Vasco en la nueva planta de energía solar –la mayor de la región- que va a construir en los próximos tiempos.

Tecnología aplicada a un viñedo en La Rioja.
Pero si hablamos de tecnología al servicio del medioambiente, uno de los ejemplos más claros lo apreciamos en proyectos como el desarrollado en Castilla-La Mancha en colaboración con la multinacional Red Hat. Es sólo un ejemplo, pero es el más reciente: inteligencia artificial para agilizar los procesos burocráticos de evaluación de impacto ambiental.
Evidentemente, la inteligencia artificial no está concebida específicamente para ello, pero hay administraciones que ya están empezando a aplicarla para casos concretos y los aspectos relacionados con el medioambiente es uno de ellos.
Por último, si hablamos de cómo las administraciones apoyan de forma indirecta la innovación medioambiental, una de las más recurrentes es la de las ayudas para el impulso de políticas de sostenibilidad en las empresas.
El paradigma de ello sería la línea de ayudas aprobada por el gobierno de La Rioja por valor de 2,5 millones que fomenta alianzas en favor de la implantación de tecnología en el campo a la vez que se fomente la sostenibilidad en la producción.
Los centros de datos, la ola 'verde' que ya nos alcanza
Mención aparte merece todo lo que está sucediendo en torno a un sector en alza no sólo en nuestro país sino en todo el mundo: el de los centros de datos.
España se está convirtiendo en una de las zonas con mayor proyección en la proliferación de centros de datos, pero eso también significa que debe asumir una serie de retos para que sean eficaces. El de la sostenibilidad es uno de esos retos.
Los centros de datos consumen una gran cantidad de energía debido a las necesidades de enfriamiento de las salas de servidores. Las empresas responsables de construir esos proyectos tienen la sostenibilidad en el punto de mira, evidentemente, pero en este punto, las administraciones públicas están desempeñando un papel fundamental.
Las estrategias de sostenibilidad de cualquier comunidad autónoma implican prestar atención a la documentación presentada por una multinacional para la construcción de un centro de datos.
Pasó en el proyecto de META que va a construirse en Talavera de la Reina. En la declaración de impacto ambiental, se objetó el gran consumo de agua de las instalaciones previstas y la compañía tuvo que redefinir su planificación.
El mismo ojo avizor deben tener en Aragón, otra de las regiones que está empezando a colocarse en el punto de mira de las grandes compañías a la hora de planificar sus proyectos de datos.
En definitiva, esto solo son algunos ejemplos de cómo a través de proyectos concretos, contribuciones indirectas o estrategias definidas de supervisión, las administraciones públicas tienen muy claro que el binomio formado por tecnología y sostenibilidad ya es inseparable.