
Majorana 1, el procesador cuántico de Microsoft.
La supercomputación cuántica, más cerca de lo que imaginamos
Microsoft anuncia avances importantes en computación cuántica.
La noticia del mes, y puede que del año, ha pasado casi desapercibida por toda la convulsión política que estamos atravesando. Tal es la relevancia de esta noticia que, de ser cierta y no exagerada, la podríamos catalogar como histórica.
Microsoft asegura haber realizado avances significativos con el primer procesador cuántico que será capaz de manejar un millón de cúbits. El chip ha sido bautizado como Majorana 1, que cabe en la palma de la mano y sentará las bases para la próxima gran revolución tecnológica.
El cúbit (o qubit, en inglés) es la unidad básica de información en la computación cuántica y es el equivalente al bit en la computación clásica. Los bits tradicionales solo pueden tener un valor de 0 o 1 en un solo momento, mientras que los cúbits pueden existir en ambos estados al mismo tiempo en superposición gracias a las propiedades de la mecánica cuántica.
En términos simples, un ordenador clásico resuelve problemas explorando cada posibilidad de forma secuencial. Un superordenador cuántico podrá calcular todas las posibilidades de ese problema al mismo tiempo. La velocidad de estos chips es inimaginable comparada con los actuales.
La obsesión de Silicon Valley por crear el primer procesador cuántico no es nueva y compañías como IBM y Google trabajan en sus propios proyectos. Este tipo de tecnología podría abrir las puertas a un nuevo mundo de supercomputación que haría avanzar la civilización como nunca antes.
Si algunos de los mayores avances tecnológicos de la humanidad han ocurrido en el último siglo, la computación cuántica podría acelerar el descubrimiento y el progreso a un ritmo sin precedentes.Campos como el de la física, química, la medicina, el aeroespacial y muchos más llegarían a nuevos límites.
Para entender mejor la magnitud de este avance, una comparación es siempre útil: si combináramos la potencia de todos los ordenadores clásicos del mundo, no podrían igualar la capacidad de un procesador cuántico.
El avance de Microsoft se basa en un superconductor topológico, un material diseñado para albergar fermiones de Majorana, partículas teóricas que podrían usarse para crear cúbits más estables.
Asimismo, Microsoft ha anunciado avances en un nuevo estado cuántico de la materia, pero aún falta confirmación experimental sólida.
Tradicionalmente, la materia se puede encontrar en estado sólido, líquido o gaseoso, pero el nuevo superconductor abre las puertas a un estado que se sale de esta normativa.
Normalmente, las supercomputadoras cuánticas suelen cometer errores, pero este nuevo estado de la materia ayudará a estabilizar los procesadores de los ordenadores.
Los cúbits suelen ser muy inestables de por sí, ya que reaccionan ante cambios de temperatura, el ruido ambiental, las vibraciones mecánicas, las fluctuaciones en el voltaje y a la radiación electromagnética, entre otros factores.
Hasta ahora, la solución tradicional ha consistido en añadir más cúbits a estos ordenadores experimentales para compensar por los errores. Por su parte, Microsoft decidió comenzar desde cero buscando un cúbit que resultara más estable.
El avance de Microsoft promete que veremos los primeros ordenadores cuánticos comerciales en años en vez de décadas.
Ante el último ciclo de noticias negativas provenientes de Silicon Valley y sus lazos con la administración Trump, el anuncio de Majorana 1 arroja un poco de luz y esperanza.