La digitalización y la tecnología están evolucionando la forma en que se gestionan las personas y los equipos; están alterando cómo se desarrollan las estrategias de gestión del talento en las organizaciones. Desde la primera toma de contacto como candidatos hasta la gestión de la carrera profesional pasando por la retención de los empleados y otros muchos touch points.

La tecnología aplicada en la gestión de personas está permitiendo a las empresas maximizar el potencial de su capital humano de maneras no imaginadas antes. El reto consiste en combinar, en sumar, no en suplir, tal como dice en gurú Josh Bersin: "En la era digital, el verdadero valor de Recursos Humanos radica en su capacidad para combinar la tecnología con la humanidad en la gestión del talento".

El 67% de las organizaciones considera que la adopción de tecnología en la gestión de sus equipos ha mejorado su capacidad para atraer y retener talento de un modo muy considerable, según estudios de la consultora Deloitte.

El uso de plataformas de reclutamiento en línea, sistemas de traqueo y herramientas basadas en inteligencia artificial están agilizando los procesos de selección y contratación, permitiendo además identificar a los mejores candidatos de manera más eficiente. La gestión del rendimiento continuo puede aumentar la productividad sobre un 25%, según Gallup.

Las herramientas de gestión del rendimiento en la nube están facilitando la retroalimentación, el feedback, en tiempo real entre los colaboradores y sus lideres de equipo, promoviendo así un desarrollo profesional más efectivo y ágil. Según análisis de LinkedIn, el 94% de los empleados afirma que continuarían trabajando en su empresa si esta invierte en su desarrollo profesional.

La oferta actual de cursos en línea y demás recursos de aprendizaje digital permite a los integrantes de las organizaciones adquirir nuevas habilidades de una manera flexible y sobre todo adaptándose a las necesidades individuales tanto de exigencia y nivel como de agenda, lo que le confiere un grado aceptación destacable.

La gran existencia de datos junto con los datos creados a partir de plataformas de participación y la actual capacidad de procesamiento permite a las organizaciones crear modelos predictivos e identificar factores de riesgo en la rotación y así anticipar medidas preventivas que permitan evitar esa salida de colaboradores y en efecto de segunda vuelta también evitar el coste escondido de esa rotación no deseada.

La tecnología aplicada en la gestión de personas nos ayudará sin duda a gestionar las personas, pero debemos entender que no nos hará el trabajo y debemos pedirle nos ayude a hacerlo mejor y con más humanidad. Delegar las tareas repetitivas, tediosas y que poco valor aporten a la organización debe ser la diana donde incida la tecnología por ahora.

Los gestores de personas podrán concentrarse en las tareas más sensibles, más estratégicas, dando así sentido y tiempo a la conexión humana en la gestión del talento y potenciando ambientes laborales productivos donde poder alcanzar los resultados económicos deseados con un adecuado foco en el cuidado del talento de la organización.

Pese a las ventajas enunciadas de la digitalización en la gestión de las personas somos conscientes que los procesos de selección se demoran ahora más que nunca, que la rotación está disparada y la productividad sigue siendo asignatura pendiente. Aún hay camino para el aprendizaje.

 ***Carlos de Barnola es director de Personas y miembro de la AEDRH.